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Estás imaginándote cosas. Él no puede ser Martínez, tan sólo se la parece bastante...

El bus no tarda en llegar en la estación. Tú lo abordas en seguida.

Hay muy pocos pasajeros en el viaje de esa noche...Tan sólo tú, una señora de mediana edad acompañada por una niña pequeña que apenas puede mantenerse despierta mientras sostiene en sus brazos un osito de peluche color violeta, una pareja joven de recién casados, que intercambian risitas y besos como si fuesen unos adolescentes...

Y también está el anciano idéntico a Martínez. Él se ha sentado al fondo del bus, sitio donde las sombras cubren su rostro.

Pasan las horas, y los demás pasajeros no han tardado en quedarse dormidos. Tú también estás punto de quedarte dormida...Y es cuando eso escucha una tonada familiar: El viejo parecido a Martínez está silbando en voz baja una melodía burlona que tú recuerdas muy bien. La misma melodía que silbaba el asesino mientras estaba en persecución tuya.

A lo mejor se trata de una simple coincidencia, ¿Cierto?

Dios mío...Sientes que esté será un viaje muy, muy largo...

FIN

Sola con el AsesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora