#112

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Mientras duermes, tienes una horrible pesadilla en la que se manifiestan muchos terrores que conservas en tu subconsciente, haciéndote revivir aquella noche terrible en la que aquel asesino enmascarado apareció en tu lugar de trabajo...Rememoras el hallazgo del cadáver de Martínez, los silbidos burlones del homicida durante su asedio...Su presencia se te hace muy real, tan cercana que casi podrías jurar que él está allí mismo, a tu lado, listo para convertirte en su nueva víctima...Pero lo peor de todo es que de forma inconsciente tú plenamente estás segura que él no te matará en forma instantánea, sino que intentará por todos los medios alargar tu sufrimiento y dolor el mayor tiempo posible, mientras él se regodea en tu lenta, espantosa agonía con monstruosa delectación...

Y es entonces cuando eres despertada por la música propia del tono de llamada de tu teléfono móvil: Al revisarlo, descubres sorprendida que la persona llamándote es nada menos que Rodrigo, quien se escucha un tanto nervioso al momento de hablarte:

—Llamaba para saber si todo está bien... ¿Pudiste llegar a tu casa sin ningún problema?

—Ahora mismo estoy en mi casa, llegué sin ningún problema... ¿Por qué me preguntas eso, Rodrigo?

— ¿No estás enterada de lo que pasó? ¿No lo viste en las noticias?

—No estado pendiente de las noticias desde que llegué a mi casa... ¿Qué ha ocurrido? Pareces un tanto agitado...

—Yo estoy bien, no te preocupes...Pero las cosas sí que se volvieron una completa locura por aquí...

A grandes rasgos, Rodrigo procede a narrarte los extraños sucesos que se dieron a lo largo de aquella tarde: Luego de embarcarte en el bus que habría de llevarte de vuelta a tu casa, Rodrigo regresó al snack-bar, dedicándose a ver el partido junto con las demás personas presentes en el lugar. Sin embargo, no pasó mucho tiempo para que dicho juego fuese abruptamente interrumpido de forma monstruosamente macabra, al ser lanzados desde las alturas los restos descuartizados de un hombre de mediana edad, el cual eventualmente fue identificado como Teófilo Villalibre, uno de los hombres más acaudalados y poderosos de todo el país.

Por si esto fuera poco, el cadáver exhibía una horrenda cicatriz con la forma de un pentagrama...El mismo tipo de marca que el misterioso homicida serial conocido simplemente como "el asesino de la estrella roja" que viene aterrorizando la ciudad desde hace varios meses.

Aunque la transmisión fue interrumpida, la marca del asesino fue reconocida por muchos de los presentes, y una oleada de pánico pareció adueñarse de todo el lugar. Por si esto fuera poco, en varias partes de la ciudad se produjeron una serie de inesperados apagones, durante los cuales se produjeron actos vandálicos que culminaron con el incendio de una tienda de electrodomésticos.

—Intenté llamarte hace unas horas, pero no entraba la llamada. Es como si las líneas hubiesen colapsado de repente...

—Santo cielo, Rodrigo...Lo que me cuentas es algo...espantoso de veras. No sé cómo habría reaccionado de haber estado en medio de semejante caos. ¿Y dónde estás tú ahora?

—En casa, junto a mi madre...La pobre está todavía muy afectada por lo que pasó. Ella escuchaba un tumulto en las cercanías y no entendía que era lo que pasaba. Y para peor, unos vándalos intentaron meterse por la fuerza en nuestra casa. La policía llegó a tiempo antes de que consiguieran entrar, pero nos destrozaron las ventanas. Mi madre es una señora bastante mayor ya...Imagínate lo aterrada que debió sentirse...

—Sí...—repones tú débilmente. Una leve sensación de mareo ha empezado a invadirte luego de escuchar todo lo que Rodrigo tiene que contarte.

Claro que puedes imaginar el terror experimentado por su madre...Su miedo, angustia e impotencia frente una terrible amenaza que se manifiesta de forma abrupta, repentina y violenta, irrumpiendo el curso de un día aparentemente normal...

Fue lo mismo que sentiste esa noche terrible, en la que casi mueres.

La noche en que el asesino de la estrella roja te hizo una visita a tu lugar de trabajo, experiencia de la que apenas lograste de sobrevivir de milagro, y de la que aún no has conseguido recuperarte.

Lee la parte #115.

Sola con el AsesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora