#32

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Unas horas después, luego de que se te hayan sido suministrados unos medicamentos por parte de la enfermera, y tras degustar un plato de sopa caliente que ayuda a reanimarte un poco, tus padres proceden a informarte la situación: Para tu sorpresa, has estado en coma por cerca de cuatro meses, producto de haber sido embestida por un automóvil durante la madrugada.

—Se trataba de un grupo de jóvenes universitarios, que habían bebido de más aquella noche... —te explica tu madre—.Cuando nos enteramos de lo que te había pasado, tu padre estaba tan furioso que por poco estrangula a uno de ellos. Sin embargo, debo reconocer el hecho de que esos muchachos, borrachos como estaban, te llevaron al hospital inmediatamente en vez de darse a la fuga...

—Era lo mínimo que esos vagos podían hacer, luego de casi haber matado a mi niña...—responde tu padre, con tono severo.

En cuanto se les informó de tu situación, tus padres no tardaron en venir inmediatamente a la ciudad, teniendo ellos que presenciar con gran dolor como es que te debatías entre la vida y la muerte a lo largo de casi toda una semana. Finalmente, cuando tu situación finalmente se estabilizó, los doctores les dijeron que no había forma de saber cuándo saldrías del estado de coma en el que habías caído, pero ninguno de los dos perdió nunca la esperanza que despertarías tarde o temprano.

—Y por cierto, no te preocupes por gatito Lucas, porque nosotros dos lo hemos cuidado muy bien durante estos meses...—te comenta tu padre, apoyando su mano sobre tu hombro derecho.

Por tu parte, te sientes aliviada de seguir con vida, pero al mismo tiempo no puedes evitar sentirte un tanto inquieta, al reparar en el hecho de que no puedes recordar claramente que fue lo que pasó la noche durante la cual fuiste atropellada: En tu memoria, las imágenes de dicha noche terrible son difusas y ambiguas, no siendo capaz de poder descifrarlas con exactitud.

Te esfuerzas en recapitular mentalmente lo sucedido entonces, recordando cómo fue que tuviste que quedarte trabajando horas extras por encargo de uno de los gerentes. Y justo cuando estabas a punto de marcharte, quisiste despedirte del conserje Martínez, la única persona aparte de ti presente en la oficina durante aquellas horas...

¡El conserje Martínez había sido asesinado! ¡Tú descubriste su cadáver!

Ya lo has recordado todo: Esa noche tú fuiste atacada por un asesino, el cual sigue estando suelto en alguna parte de la ciudad...

Lee la parte #50.

Sola con el AsesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora