—Me temo que es hora de irme. Son las cuatro, normalmente a Trish le da muchísima hambre a esa hora y debo darle un poco de papilla de verduras.—dijo el de cabellos violetas mirando su reloj de pulso.
—Ya veo. Dime, ¿vives cerca de aquí? Si quieres podría acompañarte a casa para que no vayas solo. Últimamente las calles son poco seguras.—Diavolo volvió a tocarlo sin darse cuenta, esta vez Doppio soportó mejor el roce de la mano de Diavolo sobre su ancha espalda.
—Si quieres puedes hacerlo, minutos más, minutos menos. Me has seguido durante un largo rato y me has acosado casi todo el día. No creo que haya problema en que quieras acompañarme.—Acomodó algunos cuantos cabellos violetas detrás de su oreja. —No vivo lejos de aquí. A lo mucho serán dos cuadras.
—Esta bien. Yo te seguiré.—el pecoso se puso en marcha y Diavolo le siguió el paso. Cruzaron a la otra acera y caminaron derecho por dos largas cuadras, hasta llegar a una esquina cercana a un elegante parque lleno de flores y árboles antiguos. A la vista ese lugar era realmente hermoso, lleno de encanto e inspiración para la gente solitaria que gustaba de pasear por ahí.
—Vaya, no sabía que este lugar existiera. Debes tener una vista impresionante en las mañanas, ya sabes con el sol bañando de luz todos esos hermosos árboles con hojas de colores.—comentó impresionado por lo que veía.
—Si, bueno... Hasta hace tres años yo vivía al otro lado de la ciudad. Era algo triste, las calles muy solitarias y oscuras. No era un ambiente para mí. Varias veces fui víctima de intentos de robo y secuestro, por eso decidí mudarme aquí. Un lugar hermoso y tranquilo.—Llegó a la entrada de su casa, sacó sus llaves y abrió la puerta.
Diavolo sintió que era el momento de dejar a aquel pequeño hombre de ojos cansados, pero su voz suave y masculina llamó nuevamente su atención invitándole a quedarse a tomar una taza de Chai con leche, cosa a la que no pudo negarse.
—Bueno, entra. Lamento el desorden, ser padre soltero y tener depresión no es fácil.
—Entonces es cierto. Debe ser difícil llevar una vida con ese tipo de problemas.—comentó mientras seguía a Doppio hacia la cocina.
—No mucho, bueno... En realidad llevo sufriendo de esto desde que tengo siete años. Un día mi madre me vio entrando en un estado muy preocupante, era una crisis muy fuerte. Se preocupo tanto que decidió llevarme con el especialista y bueno, el psicólogo le dijo que yo sufría de depresión. Años después cuando iba a la preparatoria se sumó la ansiedad y los problemas de autoestima y poco a poco mi vida se fue yendo directo al caño—sonrió como si nada— y ahora heme aquí, sin amigos, solo y con mi niña... Sufriendo diario de terribles ataques de ansiedad que perturban mi sueño y molestan mis tranquilas noches. –dijo mientras servía un poco de leche. Diavolo fingió sorpresa, él sabía todo, sabía que aquel hombre tímido y asustadizo tenía un problema sumamente grave que afectaba su vida de la peor manera, además de que sabía de otros problemas que tenía los cuales estaban muy relacionados a su estado depresivo/ansioso.
—Entiendo.—respondió con aire de tristeza en sus palabras.
—No. Nadie puede entenderlo. Siempre que comentó esto con una persona no hacen más que tocar mis hombros son sus asquerosas manos diciéndome "Debes tener fe en que mejorarás" o un vacío y falso "Ánimo, tú saldrás de esto". Nadie lo entiende, lo he intentado mucho, pero en realidad ya me estoy cansando.—metió una cuchara de papilla de calabaza en la boca de Trish.
–Yo sé que cada persona experimenta un tipo diferente. Lo que tú debes estar pasando ahora es horrible, pero entiendo que te sientas así, no debes sentirte mal, sabes que tienes un problema y lo aceptas. Ese es el primer paso para la recuperación.—pasó su pálida mano por su cabello apartándolo de su cara. Doppio lo miró con ternura, su mirada en verdad era dulce, muy bella como pocas, sin embargo reflejaba lo doloroso que era para él vivir así, era como el paisaje invernal, encantador pero en el fondo apagado y marchito. Llenaba el corazón de Diavolo con emociones profundas, pasión y melancolía.
Sintió ganas de abrazarle y decirle que todo estaría bien aunque le mintiera, quería proteger con su vida esa débil sonrisa que se formaba en los delgados labios del menor cuando lo miraba. Quería acabar con su tristeza porque sabía que su lindo Doppio se había resignado a vivir hundido en la mierda, pero que en el fondo no se había rendido pues encontraba en su pequeña hija una motivación para seguir adelante a pesar de ser constantemente arrastrado por la corriente. El pelirrosa estaba consiente de que no podía quitarle con una varita mágica la depresión que lo envenenaba lentamente. Pero también sabía que valía la pena intentar sacarla poco a poco de su vida.
—Y ¿has hecho algo para tratarla? Digo, normalmente la gente con esos problemas acude a terapias, psicólogos, especialistas incluso en ocasiones al psiquiatra para que les administren drogas y...
—¡No! No lo he hecho. Eso de tomar medicamentos me da mucho miedo. Leí que las benzodiacepinas pueden traer efectos adversos a la larga y así... Además no, no me gusta hablar de estas cosas con nadie. Prefiero sacarlo en un blog que tengo, ahí no molesto a nadie y puedo desahogarme.—respondió. En seguida se quedó inmóvil con la mirada perdida en el infinito. Diavolo se extrañó un poco, decidió picarle con los dedos una costilla, pues el joven no reaccionaba.
—Hey, ¿estás bien?—le preguntó una vez que notó que salió de aquel extraño trance aparentemente auto inducido.
—Estoy bien, es solo que nunca hablo de esto con nadie. De hecho es muy extraño pues tú... Te escuchas como él.
—¿Cómo quién?—Se hizo el tonto, ya sabía que tarde o temprano Doppio lo descubriría.
—La única persona con quien he podido sacarlo todo o bueno... Casi todo.
Sus ojos nuevamente brillaron, cosa que solo Trish podía lograr, pero esta vez no se trataba de ella, ahora esas estrellas brillaban por el hombre que estaba sentado a su lado tomando el té.
Bien ingleses tomando té a las 5:00 pm :v
Mames, cada que escribo esta chingadera siento que me reflejo más a la verga >:v eso me asusta un poco de cierto sentido peeeeeeero pues supongo que no hay pedo.
Ah si, quería contarles... Soñé con mi ex uwu, (I wake up feeling so horny) sentí bien culero no quería despertar pero mi gato abrió la puerta y hacia un putero de frío y tuve que taparme era un sueño muy bonito, me sentí bien triste :( nmms la extraño ayudaaa ¿alguien sabe cómo superar un ex? (Es para un amigo tóxico). Me siento bien pendejo hablando de esto :(((
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HotLine 【Doppio/Diavolo】
FanfictionDoppio tiene algunos problemas que le impiden seguir con su vida cotidiana, es entonces que un amigo le recomienda que hable sobre sus problemas en una línea de ayuda psicológica pero por error termina llamando a una línea erótica. Finalizada: 25...