Elote

3.6K 462 436
                                    

—¡Qué suerte, mi teléfono aún funciona!—exclamó alegremente mientras daba pequeños saltitos.

—Entonces... ¿No hay ningún problema aquí, cierto?—preguntó el policía.

—No.—respondieron.

—Fue un placer ayudarles.—Abbacchio caminó hacia la otra acera y después se perdió de vista.

—Pero si no hiciste nada.—dijo en voz baja Doppio. Diavolo le sonrió divertido. —Por cierto agradezco mucho que me hayas traído mi teléfono. No sabría que hubiera hecho si lo hubiera perdido, moriría.

—Oh, no seas exagerado, niño.—respondió Diavolo mirando sus uñas.

—No, en serio moriría. Lo que sucede es que, tengo un amigo que me ayuda a sobrellevar mis problemas. Quizá no es la gran cosa pero al menos él me escucha.—dijo. Volteó a verlo, pensó que aquel hombre era bastante atractivo, con esos músculos bien trabajados, ese suave cabello rosado hasta la cadera, esos ojos extraños casi mutantes y aquellos labios tan besables que le incitaban a probarlos. Diavolo se sintió un poco extrañado, todo el tiempo que había convivido con Doppio este no le había sostenido una mirada tan intensa como esa.

–¿Pasa algo? ¿Por qué me miras así?— preguntó extrañado el mayor.

Doppio guardó silencio algunos segundos más, quería seguir observando a ese extraño sujeto que le causaba tanta curiosidad. Se puso un poco tenso y comenzó a jugar con los dedos para distraer su atención en otro lado.—No es nada, ¿sabes? Te pareces mucho a mi antiguo jefe de trabajo, era un sujeto horrible, pero a diferencia de él, los tatuajes en tus brazos son bonitos y tienes el cabello tan largo como un modelo de comercial de acondicionador.

—Jajaja ¿es en serio?

—S-sí. Tú te ves tan genial, digo... Puedes embarazar a alguien con solo mirarlo.

—¡Qué cómico eres! ¿De dónde mierda sacas esas expresiones tan extrañas?—le dio una palmadita en la espalda, esta vez Doppio no se sintió tan incómodo.

—N-no lo sé. Solo se me ocurrió. Debes tener muchas chicas atrás de ti.—dijo.

—Eso es verdad, sin embargo... Las mujeres no son lo mío, digo, me gustan mucho pero a veces son escandalosas y por todo se molestan, es difícil leer su mente y algunas te ven feo cuando miras el trasero de otra. Prefiero a los hombres. Aunque puedo salir con chicos o chicas sin problemas. —confesó sin temor alguno.

—¡Vaya! Un bisexual. ¡Por favor no te enojes conmigo por llamarte así! Es que... Puedes hablar de eso sin pena alguna a alguien como yo.—se sorprendió un poco ante aquella declaración inesperada.

—Aunque viéndolo bien soy más gay. ¡Demonios ahora no lo sé! La doctora estaba súper buena, pero tú me gustas más que ella.

Al escuchar eso Doppio enrojeció hasta las orejas, casi se iba de espaldas pues era sumamente repentino y no estaba para nada preparado.

—¿Qué? ¿Yo?

—Oh no. No, no, no. No lo tomes a mal, digo, es que tú te ves tan lindo que pareces una chica.

Doppio hizo una mueca de desagrado.—¿Así que te parezco una mujer? Agh, no le basta a la gente que me mire mal por parecer un niño y ahora dos personas en un día creen que parezco una niña. ¿Es por qué no me he cortado el cabello? Aghh estúpida gente.—comenzaba a molestarse, dio la vuelta para ingresar al edificio pero Diavolo lo detuvo.

HotLine 【Doppio/Diavolo】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora