Perdón

1.1K 150 138
                                    

Doppio no pudo dormir en toda la noche, los motivos fueron muchos, principalmente causados por Diavolo. En primer lugar habían intentado una nueva posición, la cual no había resultado satisfactoria del todo pues el pecoso había terminado completamente cansado, con dolor terrible en la espalda y con el ano lleno de semen pegajoso. No le gustaba acabar así, se sentía incómodo, además no había podido eyacular y se sentía frustrado, había sido una mala noche para tener sexo. Pero otra cosa también le preocupaba, su padre literalmente lo había corrido de su casa. Sabía que debía irse y solo estaba esperando a que su novio (que dormía desnudo abrazándolo) despertara.

Cuando sintió el cuerpo de su amante moverse un poco para acomodarse, no dudó en llamarlo para hacerlo despertar de una vez.

—Diavolo, despierta. Debemos irnos...—dijo.

El de cabellos largos abrió uno de sus ojos y miró a su pecoso amante con ese orbe oscuro.

–No. No quiero. Estoy muy cansado.—respondió con la voz más ronca de lo normal.

—Vamos, levanta.—insistió Doppio.—Tomemos a Trish y salgamos de aquí.–jaló del brazo a su amante aún tendido en la cama.

—¿iremos a algún lugar especial hoy?

–A quedarnos en un hotel.—respondió Doppio.

Diavolo ya más despierto se quedó extrañado, pensó que se quedarían en esa casa porque Doppio había crecido ahí y quería crear nuevos recuerdos junto a él en aquel lugar.

—¿Por qué? Creí que te querías quedar aquí. A mí no me molesta, cariño.- la verdad es que si le molestaba un poco, el padre de Doppio no había sido amable con él desde un principio y eso le causaba cierta molestia pero trataba de ignorarla, todo por Doppio.

–Lo que ocurre es que ayer mi padre me dijo que me quería fuera de la casa al amanecer y... creo que debo hacerle caso, después de todo es una orden de mi padre.– respondió el pecoso bastante apenado. Diavolo en seguida soltó un suspiro y tomó su ropa para vestirse.

–Está bien. Supongo que si es lo que quieres lo haremos, se trata de disfrutar nuestra estancia aquí y si quieres irte a un hotel por mi no hay problema, iría a donde sea mientras tú estés conmigo.- el pelirrosa se vistió y después ató su cabello en un moño, acto seguido comenzó a empacar. Después Doppio se unió a él en la tarea de guardar de nuevo sus objetos personales en la maleta, no tardaron mucho pues en realidad ambos viajaban bastante ligero.

-Iré por Trish, debe seguir dormida.- Doppio salió de la habitación tratando de hacer el menor ruido posible y caminó hasta la habitación donde se encontraba Trish, al entrar se sorprendió un poco, Trish no se encontraba sola pues el padre de Doppio la veía dormir.

El pecoso se acercó lentamente y se sentó junto a su padre a la orilla de la cama.

-¿No es preciosa? Es una niña divina, has hecho un trabajo excelente con ella a pesar de que hayas tenido que criarla solo.- dijo el cura rompiendo el incómodo silencio entre ambos, pero con la voz lo suficientemente baja para no despertar a Trish quien roncaba mientras dormía (pequeños ronquidos de bebé).

-Lo sé... es muy hermosa, es como su madre.- respondió Doppio con una sonrisa.- Aunque, creo que ya es hora de irnos. Lamento haber venido sin avisar... avisarte lo que pasó, ya sabes sobre Diavolo. De todas formas hay un hotel cerca que quería visitar y yo...

-Hijo, sobre eso...- lo interrumpió el sacerdote- Te debo una disculpa. Por favor perdóname, me olvidé de muchas cosas y creo que no debí ser grosero con tu pareja y menos hablarte así como lo hice, me expresé horriblemente de él y quiero que sepas que lo siento. Cuando supe que lloraste por eso, me sentí muy mal, peo al ver que ese hombre con tanto amor te sostuvo entre sus brazos calmándote hasta que dejaras de llorar me hizo saber que yo estaba equivocado al juzgar a Diavolo de la forma en que lo hice.

Doppio no supo qué decir, si le había dolido mucho todo lo que había pasado ñla noche anterior, pero después de todo se trataba se su padre, de la única familia con la que contaba.

-También quiero que me perdones por lo del golpe, es que de verdad estaba muy molesto.

-No hay problema, igual quería hacerme una rinoplastia...- dijo el pecoso poniendo los dedos sobre su nariz, afortunadamente no se la había roto pero el golpe había sido tal que los pequeños vasos de la capa submucosa se habían roto haciéndolo sangrar a mares.

-¿Me disculpas por eso?

-Lo haré si me das el número de un buen cirujano que la arregle, ahora mi nariz es más horrible que antes.- bromeó.

El sacerdote sonrió y abrazó a su pecoso hijo. 

-Padre... te perdonaré pero no quiero que vuelvas a hacer eso. Si insultas a Diavolo me sinsultas a mi.- dijo.

-Lo tengo claro, Vinegar. De todos modos después de lo de ayer creo que Diavolo es un buen hombre, si te hace feliz no tengo por qué impedir que estén juntos.

-¿De verdad?- preguntó Doppio poniéndose triplemente feliz.

-así es.

-¿Nos darás tu bendición entonces?- Doppio se colgó a su padre como si fuera un chango, sabía que si lo hacía no se lo iba a negar porque era una estrategia que implementaba desde que era un niño pequeño. 

–Lo haré, hijo. Todo sea por ti.- respondió el sacerdote.

–Doppio ¿por qué tardas tanto?– Diavolo se asomó en la habitación.

–Querido yerno.

El de cabello rosado se sacó de onda acá machín. 

–¿Disculpe?

–A ti también te debo una disculpa. Lamento haber sido tan grosero contigo desde un principio pero ya sabes, como Doppio es mi único hijo no pude evitar querer protegerlo y creo que me puse demasiado celoso. Lamento todo lo ocurrido y si te incomodé, por favor acepta mis disculpas. Les daré mi bendición.

Diavolo sonrió y Doppio corrió a sus brazos.

- está bien.- dijo finalmente.

Después de eso, todo había mejorado, a pesar de llevar apenas unas horas en Cerdaeña el viaje ya había sido bastante satisfactorio pues esa misma tarde, fueron a la iglesia y Diavolo se quedó maravillado con la belleza del lugar, era la primera vez que entraba a una y aunque Doppio ya estuviera más que familiarizado con la catedral donde hacía las labores su padre, visitar ese sitio de nuevo lo hizo sentirse sorprendido como la primera vez.




¿qué pedo? me quiero morir ajajaj pero creo que este capítulo lo hice para distraerme de la mierda que es mi vida, mañana regreso al infierno y espero ser un buen estudiante de medicina y no morir en el intento. En fin espero les haya gustado y el siguiente capítulo tiene una advertencia: pueden odiarlo o amarlo. Quizá de un poco de cringe y se parezca a la trama de "romance en cerdeña" pero prometo que les va a gustar harto aaahhhh... se lo lavan bai. 


HotLine 【Doppio/Diavolo】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora