Bragas de encaje

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Diavolo se quedó observándolo un rato, le parecía muy muy sexy ver a su hombre llevando esas provocativas prendas y le parecía aún más excitante tenerlo así, temblando, con el rostro sonrojado y con la mirada puesta en él.

—¿Y bien?

—¿Qué?—preguntó el de largos cabellos algo distraído y perdido en la belleza de su pecoso amante.

—¿Te gusta o no?—preguntó sin más, sentí al el calor subir por su cuerpo depositándose en su pecho y en su cara.

—Me encanta, te ves hermoso mi amor.

Doppio murió por dos segundos, le encantaba que su hombre le dijera cosas así.

—Ven aquí, lindo... Quiero hacerte el amor ahora.—Diavolo le indicó que se sentara sobre sus piernas. El pecoso de acercó a él y obedeció, con mucho cuidado se posicionó donde el mayor le había indicado.

—No...¿No te estoy lastimando? Soy muy pesado... Quizá mis 50 kilos están haciendo mierda tus piernas y yo...

—Shhhh.—puso su índice sobre la boquita de Doppio haciendo que éste se callara—No es así, mi dulce Doppio. No pesas tanto, puedo soportarlo. —el mayor inició un recorrido de caricias por las suaves piernas de su chico, acarició estás con mucho cariño, realmente adoraba a ese chico pecoso. Sus manos continuaron hasta las nalgas de Doppio y al toparse con estas de igual forma repartió caricias en ellas, aunque después las apretó un poco.

—Ahhh. Papi...—Se sintió avergonzado.

—Dime jefe por favor.—le dio una nalgada que sonó fuerte por toda la habitación.

—Ahhh...—volvió a gemir antes de que el mayor le diera un salvaje beso que lo hizo erizarse por completo, el tacto de su piel tan sensible y el calor de la lengua de su amante danzando con la suya eran demasiado para él. Doppio sentía que se derretía por dentro, su cuerpo estaba ardiendo como nunca antes lo había hecho.

Por su parte, Diavolo dejó a un lado las nalgas de su amante para concentrarse en esa erección que levantaba la lencería de encaje que Doppio llevaba puesta. Lo calentaba mucho el hecho de que ese día su novio lo sorprendiera usando esas prendas y a decir verdad le fascinaba como se le veían a él, mejor que a cualquier mujer. Entonces con los dedos hizo a un lado esa delicada prenda que cubría los genitales de su novio, liberando así a su pene erecto. Era bastante grande pues Doppio estaba demasiado excitado.

—Vaya, parece que alguien realmente está desesperado.

El menor no dijo nada, solo se limitó a asentir con la cabeza y en seguida mordió la oreja de Diavolo.

—Tranquilo, no comas ansias. Te daré lo que deseas, solo sígueme seduciendo así... Te gustará tanto que aunque estés muriendo de placer, suplicarás por más.—en seguida hizo que el menor levantara su cuello un poco, para así besarlo y aprovechar para dejarle ligeras marcas de sus dientes y un pequeño chupetón que se tornó de un rojo intenso.

—Ahhhh, jefe... Me lastima.—dijo el menor, más que una queja era un aviso, aunque ese dolor le producía cierto placer.

Diavolo lo empezó a masturbar, moviendo su mano lentamente arriba y abajo, movimientos simples pero que causaban en el chico de las pecas las más placenteras sensaciones que lo hacían elevarse hasta las nubes.

—Ahhhh, me quiero venir...—dijo el menor, lo cual Diavolo tomó como una señal para detenerse, su intención no era hacerlo sufrir retrasando el orgasmo, en realidad lo que deseaba era hacerlo disfrutar más tiempo, después de todo ellos dos tenían mucho tiempo libre para aprovecharlo juntos.

Soltó entonces la caliente erección el pecoso, la cual estaba muy sensible y lista para la eyaculación, dirigió su boca hasta uno de los pequeños pezones del pecoso, los cuales estaban escondidos bajo esa sensual tela transparente que no dejaba nada a la imaginación. Con ternura besó su pezón izquierdo, Doppio gimió. Empezó a lamer por encima de la tela ese pequeño botón café claro que saludaba al sol, estaba muy duro y muy sensible, lamía y mordía suavemente pues sabía que a Doppio le encantaba que lo hiciera así.

—Ahhhh, mierda... Ahhhh.–el menor no pudo hacer otra cosa más que jalar un poco sus cabellos violetas.—me encanta si lo haces así.—a Diavolo por supuesto también le fascinaba.

—Nghh... Detente ahhhh, no aguanto... Haaa, ahhhh.—los agudos gemidos que salían de la boquita del menor ponían aún más caliente a Diavolo, quien no dejó en paz a esa sensible tetilla y siguió estimulando hasta que Doppio terminó por arquearse y soltó un sonoro gemido.—¡AAAAAHHH!

—Tranquilo, amor mío... Molestaras a los vecinos.

Doppio estaba que no podía más, solo se quedó ahí sentado en una de las piernas de su amante, intentando regular su agitada respiración mientras con su mano se quitaba el sudor de la cara.

—Te ves muy lindo sonrojado.—le dio un tierno besito.

—Por favor...

—Dime...

—N-no... Me da vergüenza.—respondió el pequeño Doppio.

—Si no me dices que quieres, el jefe no te dará nada.—sonrío maliciosamente.

—No lo haré... Me da pena.—se levantó y quedó de pie frente a su amante.

–Bien, entonces no te daré nada.—respondió divertido el otro.

Así, Doppio se dio la vuelta y se inclinó ligeramente, remarcando aún más la silueta de su trasero. Colocó sus manos en sus nalgas y las separó un poco mientras veía de reojo a Diavolo.

—Fo... Follame duro.—dijo con un hilo de voz.

—Eso quería escuchar, Vinegar. Justo eso era lo que quería escuchar.—el mayor se puso de pie justo detrás del pecoso y le dio un cálido abrazo. El sentir las nalgas de su amante rozando su ya doloroso pene erecto le prendía mucho. Sujetó las caderas de Doppio y las pegó a su cuerpo, incrementando así el roce.

—NGHHH... Esto es muy rico...

—Así es, y lo será más cuando te lo meta todo.

Diavolo bajó el elástico de los bóxers que llevaba puestos, y en seguida retiró dota la prenda. Volvió a tomar las caderas de Doppio y las acercó a su cuerpo, frotando así su enorme erección entre las nalgas del pecoso.

—No puedo... No puedo esperar más.—dijo Doppio.

—Paciencia, cariño... Que ya viene lo mejor.

Pues... Les contaré un pedo... Soy cobarde y fingiré enfermedad para no ir a la escuela mañana. Deséenme suerte, espero no se les ocurra hacer examen a los locos de los doctores xd

En fin, capítulo re porno para ustedes, espero les guste, la siguiente parte va a estar bien intensa pero llena de love, hasta ustedes se van a derretir uwu 💞

HotLine 【Doppio/Diavolo】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora