Me tienes

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Continuó recorriendo su delicado cuerpo hasta llegar a su trasero, apretó un poco las nalgas del menor sacándole así un delicioso gemido que interrumpió el intenso beso.

El de cabellos rosados se separó un momento para tomar un poco de aire, su corazón estaba tan acelerado y sus manos comenzaron a sudar. Nunca creyó ponerse nervioso en un momento como ese. Más que nada esperaba no decir o hacer algo que incomodara a Doppio, quería hacerlo suyo pero al mismo tiempo sentía que debía cuidar de él.

El más bajo respiraba con rapidez, su rostro rosado estaba genuinamente iluminado con una expresión distinta a la que comúnmente solía mostrar. Con un poco de más tranquilidad pasó sus pequeños dedos por su cara, tocando su boquita, daba la impresión que no podía creer lo que había pasado pero que sin duda le había encantado.

—Ahhh ¿te gustó?

—Si, me gustó mucho.—respondió Doppio, intentando poner su mente en orden nuevamente.

—Entonces... ¿Quieres hacerlo de nuevo?—por dentro el ya había mandado al demonio la terapia, lo único que deseaba era tener a ese hombre, solo quería tirárselo ahí mismo.

Dippio no respondió, solo se acercó un poco más a Diavolo para morder su cuello con suavidad. Lo cual tomó como una señal de que no se detuviera. Esa actitud infantil pero salvaje lo hizo despertar sus deseos más ocultos. Le atraía demasiado, consideraba todo en él tan delicado y bello, como un poema romántico o una bella pintura de un paisaje otoñal, sólo él le causaba tantas emociones con tan solo mirarle o escuchar su voz masculina con un toque de dulzor. Detrás de esa apariencia poderosa y hasta cierto punto intimidante, se hallaba un hombre sensible que solo quería tener a alguien cercano.

El pecoso sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, no era algo desagradable, sino algo que le causaba felicidad. No podía evitar sonreír al aplicar ese inocente coqueteo que solo provocaba al contrario, cada pequeño beso que repartía en el pálido cuello de su amante llenaba lentamente aquel espacio vacío en su corazón.

—Pequeño Doppio no me beses así...

—¿Por qué? ¿A-acaso no te gusta?—preguntó. Sin embargo el mayor no respondió a su cuestionamiento, simplemente lo recargó violentamente contra la fría pared, abrió con cuidado las piernas del menor y se colocó en medio, rozando con suavidad su miembro que se marcaba en sus pantalones.

—Ahhh.—su carita sonrojada y suplicante fue atrapada con las manos de su amante durante un beso si no tan intenso como el otro igual de lleno de lujuria.—Nnn...

Diavolo continuó frotando su erección contra el pene de Doppio, el cual estaba ya bastante duro bajo la tela de su ropa. El roce de ese gran pedazo de carne le hizo perder un poco el pudor, por primera vez en mucho tiempo sintió deseo sexual hacia otra persona, no podía esperar, comenzaba a impacientarse mientras los extraños jadeos que salían de su boca inundaban la habitación. Por su parte Diavolo consideró esos extraños sonidos de placer como un tesoro que solo él tenía la fortuna de escuchar, eran tan suaves, tan dulces, se percibía la desesperación y el terrible deseo en ellos, disfrazados claro de un sublime timbre masculino.

—Ahhhh, vamos... Apresúrate, me gusta el juego pero ya no puedo esperar más— ocultó su carita tras sus manos, moría de vergüenza.

Aquella expresión le prendió al mayor, quien sin delicadeza alguna le arrancó esa camisa de cuadros y bajó sus pantalones junto con la ropa interior, dejándole sin nada que cubriera su encanto natural. Lo miró con atención de arriba a abajo un total de ocho veces, su pequeño cuerpo era más hermoso y estilizado de lo que había imaginado y la descripción que le había dado el pecoso se quedaba corta, cada sentí metro de su pálida y tersa piel, cada pequeña peca e incluso cada uno de los vellos que le cubrían eran en conjunto pequeños detalles que le hacían la persona más bella ante los ojos de Diavolo.

—N...no me mires.— puso sus manos en los ojos de su amante para que este no pudiera observarle.—soy horrible, doy asco...—se cruzó de brazos y enterró las uñas (un poco largas) en su piel, causándose a sí mismo rasguños notorios.

Diavolo lo detuvo.—No te lastimes. Solo relájate, cuidaré de ti. Siéntete hermoso así como eres.

Doppio ni siquiera pudo mirarle, quería desaparecer. Estaba desnudo, excitado, asustado y fuera de sí. Diavolo procedió a desnudarse frente a su pecoso amante, quien no pudo hacer más que abrir los ojos como platos.

—¡Dios mío!

Aquel cuerpo estético y bien formado, digno de un cuadro erótico le causó gran impacto, era perfecto.

—¿Impresionado? Cariño tienes al diablo a tu entera disposición y no lo aprovechas.

El de cabellos violetas bajó la mirada.

—Me tienes. Todo yo soy todo tuyo.—puso la pequeña mano de su amante en su pecho. —Mira, podrás pensar que debido al tipo de trabajo que tengo le entrego mi cuerpo a cualquiera, pero no es verdad, hace años que no he sentido ganas de hacer esto con alguien, solo me conformaba con pajearme viendo una revista o un catálogo de avon o que se yo. Pero desde que te abriste a mi, sentí la necesidad de follart... ¡Entregarme a ti! Mi Doppio tan puro y transparente...

—¿Lo dices en serio?

—¿Te cuento un secreto? Tu serias la tercera persona a la que me follaré en mi vida.

—No quería saber ese detalle.—comentó un poco más divertido, ya sin tanta pena.

—Si tú no puedes amarte, yo te ayudaré haciéndolo el doble.— lo cargó sin dificultad hasta un pequeño catre que se encontraba en la esquina de la habitación y con cuidado depositó su delicado cuerpo. Se colocó entre sus piernas y comenzó a repartir pequeñas mordidas y algunos besos en su abdomen mientras el pecoso solo se retorcía de placer. Continuó así durante algunos segundos, bajando lento hasta su pene, el cual ya pedía ser atendido.

—¿Listo, lindo?

El de cabellos violetas asintió tapando su sonrojado rostro. Diavolo le echó una seductora mirada desde la posición que se encontraba e introdujo el pene en su boca. Con tan solo verlo chupándosela, Doppio sentía que se venía...

Jelou mai frens :( ahora ando publicando más temprano, si si si si. Espero les haya gustado, el siguiente capítulo se va a poner chido porque ahora sí viene lo intenso xd. Me puse a pensar y concluí que no tengo novia porque soy una basura de persona, pero después me cayó el veinte que realmente es porque soy bien apegado al pasado :v la puta madre en fin, es una tragedia cochina, hablando de tragedias cochinas a ver tus nalgas bb 7u7

Perdón estoy pendejito porque ya tengo sueño. Descansen, señoritas.

HotLine 【Doppio/Diavolo】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora