—Trish, ve a tu habitación y haz tu tarea. En un rato te la revisaré ¿de acuerdo?—dijo Diavolo apenas llego a casa con Trish.
—Si papi.—la niña subió rápidamente hacia su cuarto, dejando solos a Diavolo y a su hermano.
—Veo que ya llegaste.—dijo Naso con cierta calma, era bueno actuando.
—No finjas que eres inocente, idiota. Sé lo que le hiciste a Doppio.—lo tomó por el cuello de la camisa.
—Hey, tranquilo. No sé de qué estás hablando, hermanito. ¿Pasó algo con Vinegar?—cuestionó como si realmente no tuviera idea.
–¿Qué dices? Tu perfectamente sabes qué pasó. Las ataduras, la herida... Las quemaduras en su piel.
—Oh qué terrible.—fingió sorpresa.
—Cállate.—perdiendo toda la paciencia lanzó al menor contra el suelo y el cuerpo de Naso rebotó fuertemente contra el piso de mármol.
—¡Oye eso dolió!—dijo mientras sobaba su cabeza intentando incorporarse nuevamente.
—¿Y crees que a mí Doppio no le dolió lo que le hiciste?—se sentó sobre Naso para inmovilizarle.
—No sé de qué mierda estás hablando...Haaa—Naso sintió como el aire se le cortaba en cuanto las manos de su hermano apretaron su cuello.
—Pensé que era una cuestión tonta e infantil y que con el tiempo tú y él iban a llevarse bien. Pero no fue así, eres un maldito enfermo.
–Ha...Ahhh...—el menor estaba poniéndose morado.
—Si no fueras mi hermano, te torturaría hasta matarte.—lo soltó y el más joven comenzó a tomar aire de forma desesperada. Una vez que sus mejillas se tornaron rosadas otra vez miró con odio a su hermano.
—Es que siempre has sido perfecto y has tenido lo mejor...—dijo amargamente.
Diavolo rió ante tal comentario tan pendejo ajaja perdón xd
—¿Yo tuve todo lo mejor? Dime ¿quién de los dos tuvo que sacrificar sus estudios para que pudieras tener un buen futuro? ¿Quién recibió la mayor parte de la herencia de nuestro padre? ¿Quién fue a las mejores escuelas? ¿A quién nunca se le negó nada? ¿A quién se le protegió desde que nació?... ¿No tuviste lo mejor? Vamos, no me vengas con esas idioteces, hermano mío.
—es que...—estaba furioso.
—Nada, pinche inútil. El problema que tienes es que eres un envidioso metiche. Y por eso nadie te quiere.—aquella verdad le dolió más que cualquier golpe.
Naso se zafó del agarre de su hermano y estaba dispuesto a golpearlo, sin embargo Diavolo fue más rápido y lo hizo perder el equilibrio. Entonces comenzó a patearlo en el suelo.
—¡Para! ¡Me romperás las costillas!—suplicó entre lágrimas.
—Tengo enormes ganas de hacerte mierda... Mejor, de cortarte los testículos. Pero eres mi hermano y debo ser suave contigo...–de una patada lo hizo vomitar.
—A...alto... Por favor.—estaba adolorido y lleno de sus propios fluidos.
—Ahora vete antes de que cometa un asesinato. ¡Lárgate de mi puta casa y no vuelvas!—lo arrastró de los cabellos hasta la salida y sin piedad alguna le dio el último golpe, haciéndolo sangrar.
—Hermanito...—lo miró como un perro. Pero Diavolo no hizo más que escupirle y cerrarle la puerta en la cara.
—Papito... ¿Qué fue todo ese escándalo?—Trish bajó a la sala de estar al escuchar el alboroto.
–No es nada, cariño. Te ayudaré con tu tarea.
Los días pasaron y nada más se supo de Sólido Naso. Por su parte, la salud de Doppio mejoró. Y de aquel terrible maltrato que sufrió solo quedó una casi invisible cicatriz de una sutura y una pequeña mancha en la piel por las quemaduras, nada de gravedad pues no se notaba tanto a simple vista.
Cuando le dieron el alta y volvió a casa, el pecoso sintió tranquilidad y alegría. Las cosas iban a ser diferentes. Lo sentía, lo sabía... Faltaban exactamente 24 horas para el gran día.
—Papi, que bueno que estás bien.—Trish se acercó a darle un beso.
—Es bueno estar en casa. —dijo el pecoso con el rostro iluminado con gran alegría.
—Mañana será un gran día... Por ahora es tiempo de descansar, vamos cariño, acompáñame a llevar a papi a su habitación.
Trish tomó la manita de Doppio y juntos fueron ala habitación de este para que pudiera descansar. Al quedarse solo, Diavolo se quedó admirando el anillo que brillaba en su dedo.
—Por fin... Después de tantos años podrás ser feliz.—dijo para sí mismo y sonrío. No tenía nada de qué preocuparse, en menos de un día, aquel pecoso y él por fin iban a estar casados.
Viene el final ¿listos?
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HotLine 【Doppio/Diavolo】
FanfictionDoppio tiene algunos problemas que le impiden seguir con su vida cotidiana, es entonces que un amigo le recomienda que hable sobre sus problemas en una línea de ayuda psicológica pero por error termina llamando a una línea erótica. Finalizada: 25...