HotLine 【Doppio/Diavolo】

Sólo él confia en mi

El negocio cerró temprano sus puertas debido al incidente, Diavolo decidió entonces no ir a su otro trabajo para poder ayudar a Doppio y al señor Kira.

—Y pensar que él mismo se encargó de barrer y trapear el piso en la mañana—dijo Kira mientras batallaba con la pequeña mancha roja en el suelo.

—Lamento lo que ocurrió, en cierta parte fue mi culpa y ahora su negocio tuvo pérdida de clientela.—respondió Diavolo, colocó a el inconsciente Doppio en una silla.

—Oh, no. No se preocupe por eso. De hecho antes de que Doppio llegara aquí, nosotros solo atendíamos diez pedidos diarios. Una vez que llegó, incrementaron a treinta o treinta y cinco.—señaló al desmayado—Ese niño tiene algo que llama la atención y ha servido mucho para hacer crecer las ventas ¡en tan solo dos días!

—Impresionante.

Terminó de tallar y la mancha desapareció.

—Iré por alcohol para despertarlo. ¿Podría quedarse un poco, Diavolo? Debo ir hasta la farmacia.—Yoshikage le puso la correa a su gato.

El de cabellos rosados le respondió que sí, entonces Kira salió del local dejando solos a su empleado y a Diavolo.

—Bien, parece que estamos solos tú y yo.—se acercó peligrosamente a Doppio, que si hubiera estado en sus cinco sentidos probablemente habría escapado de ahí. El mayor lo observó con atención. No había duda que era él. La descripción física que le había dado cuadraba a la perfección con lo que sus ojos estaban viendo en ese momento y se reafirmaba aún más con su comportamiento tímido e inseguro hasta cierto punto. Pensó que quizá era difícil para él hacer ese tipo de trabajo, ya que diario veía a muchísimas personas y, lo que más odiaba Doppio después de él mismo eran las personas.

No pensaba mucho en lo que estaba haciendo, simplemente sintió la necesidad de acariciar una de las regordetas mejillas de el muchacho. Lo tocó con la punta de sus dedos, su piel nívea era tan suave como la de un bebé. Era tan lindo, por dentro Diavolo gritaba emocionado cual fangirl al ver al objeto de su admiración.

Pensó en aprovecharse un poco de él mientras aún seguía "dormido", pues sabía que no volvería a tener esa oportunidad de verlo y tocarlo o al menos tenerlo tan de cerca, entonces se sentó en otra silla junto a él, a decir verdad demasiado cerca, tanto que incluso pudo oler su perfume, un aroma fresco pero con un toque dulzón medio empalagoso.

—Hueles muy bien—comentó. Obviamente no recibió respuesta alguna.
Tomó entre sus dedos un mechón violeta claro, su cabello era muy suave y no tenía ni caspa ni puntas abiertas.

—¿Sabes? Es muy bonito ¿Puedo saber que champú usas? Mi cabello empieza a sufrir daño debido a que le paso la tenaza muy seguido.

—...

—Ya veo, es tu secreto para mantenerlo hermoso y suave.

—...

—Adoro a los hombres de pocas palabras.

—...

—¿Quieres tomarte una foto conmigo? Sé que te gustará, la compartiré en instagram y a todo el mundo le gustará.

—...

Sacó su teléfono y colocó su brazo al rededor de los hombros del joven. Click, click, click,click. Diavolo quería guardar aquel momento para recordarlo siempre en caso de que no viera de nuevo a Doppio.