—¿Que te ocurre, lindo?—preguntó Naso—¿Acaso no puedes hablar o por qué Diavolo tiene que pedir por ti?
—Es que...
—No puede hacerlo solo. Y yo no tengo problema en ordenarle su comida.—respondió Diavolo al instante.
—Ya veo, sigues siendo tan inseguro como siempre.—respondió.
Doppio no pudo hacer nada mas que quedarse callado y bajar la cabeza como siempre lo había hecho. Diavolo se dio cuenta y acaricio la rodilla de Doppio por debajo de la mesa.
El pecoso miró a su novio, Diavolo tenía una mirada dulce.
—Tranquilo, Doppio. Vas muy bien. Pronto podrás hacer estas cosas por tu cuenta, no dejes que mi hermanito te presione.
—S-sí.—respondió Doppio.
—No lo hago.—se defendió Sólido Naso—Es solo que me sorprende cómo puedes querer casarte con alguien a quien le da vergüenza hablar en público o pedir una simple servilleta. Hermanito, tú necesitas a alguien a tu altura.—dijo.
Otra vez Doppio se sintió como una basura. Pensaba que Naso tenía toda la razón.
—El día en que tú te enamores me vas a comprender. No importan los defectos que pueda tener Doppio, para mí es el hombre perfecto, fue hecho a mi medida.—respondió Diavolo.
Su hermano no hizo más que rodar los ojos.
—Agh, bueno. Allá tú si quieres casarte con esa cosa tan inútil.
—Lo siento.—dijo Doppio en voz baja—Debo ir al baño.—se levanto y dejó solos a Diavolo y a su antiguo jefe. Entonces se dirigió al baño del establecimiento y se encerró a llorar.
—¿Doppio? Ábreme, soy yo.–Diavolo tocó la puerta para que Doppio le abriera. El pecoso abrió y se lanzó a los fuertes brazos de su amado para así llorar en su pecho.
—¿por qué me odia?—cuestionó el pecoso entre lágrimas.
—No te odia, es solo que él siempre habla sin pensar las cosas. Es algo molesto al principio pero ya veréis que cuando convivan un poco más van a llevarse mejor.
Doppio sabía que eso no era verdad, por culpa de ese hombre había sufrido demasiado. Sólido Naso era un tirano en el trabajo, además de que era una mierda de persona para con Doppio. Se burlaba de su inseguridad, de su forma de vestir, de su timidez y muchas otras cosas más, incluso de Donatella. "Yo también hubiera preferido morirme a tener un hijo con alguien como tú, jajajaja". Todas esas palabras, habían hecho a Doppio sentirse peor. Creerse el papel. Pero en ese entonces, solo Diavolo había podido salvarlo.
Diavolo tampoco era del todo una persona buena o ejemplar o perfecta. Solo era él, a veces un aprovechado, a veces un traidor, otras más una cosa realmente despreciables. Pero desde que Doppio llegó a su vida, todo había cambiado, se había vuelto alguien comprensivo y dulce.
—Doppio... Tranquilo.–lo abrazo con fuerza y el menor se soltó a llorar aún más fuerte mientras correspondía al abrazo de su amante.
Como el mayor notó que su pecoso no se detenía, procedió a invadir sus pensamientos como solía hacerlo siempre. Su mano se deslizó bajo la camisa de Doppio y recorrió suavemente hasta su pecosa espalda repartiendo agradables y cálidas caricias. Entonces empezó a besarlo, como de costumbre primero de forma lenta, para después transformar ese beso en un beso salvaje y lleno de deseo. En pocos segundos, la lengua de Diavolo se encontraba danzando con la de Doppio mientras que los gemidos del pecoso (apenas audibles) se hacían presentes.
Doppio se había calentado, de modo que por instinto quitó aquella prenda que cubría su tórax dejando la parte superior de su cuerpo desnuda. Luego procedió a bajarse los pantalones y sacarse la ropa interior.
—Oye era solo un beso para que dejaras de llorar. No para que te pusieras así.—dijo divertido Diavolo al verle ya sin ropa.
—Tu me provocaste, ahora hazte responsable de esto.—ya se había olvidado del asunto que lo hizo llorar al principio.
—Adoro que te pongas así...—le dio la vuelta y empezó a masajear sus nalgas, luego mordió con suavidad los hombros pecosos y finalmente acercó su erección al trasero de su Doppio.
El menor abrió las piernas como pudo, para así recibir el gran paquete de su amado.
Los dos intentaron ser silenciosos, era un lugar público. Nunca lo habían hecho en un sitio así. Bueno, solo Doppio en su juventud al lado de Donatella ya había hecho esa clase de locuras, pero como era su primera vez haciendo eso con Diavolo parecía disfrutarlo también.
La escena era bastante erótica. Dos hombres follando como animales en el baño de un restaurante de comida japonesa.
El activo se encontraba sentado en el retrete, haciendo que el cuerpo del menor subiera y bajara rítmicamente.
Por su parte el pecoso de encontraba con las piernas muy abiertas, disfrutando de ser penetrado hasta el fondo. Arañaba las piernas de Diavolo y se mordía los labios para evitar gemir, pero su cuerpo ya pedía liberar todo ese placer que se acumulaba en su interior. Su piel pálida estaba toda sudorosa, su carita estaba completamente enrojecida y sus ojos lloraban de placer, con los pezones efectos y las extremidades temblorosas. Después de algunos movimientos sumamente deliciosos en su interior, Doppio sintió el semen de Diavolo llenarlo por dentro. Se había corrido mucho. Después de unos segundos, él también terminó eyaculando y todo su semen ahora ensuciaba el piso.—Oiga, ¿que tanto hace ahí adentro? Nosotros también queremos orinar.
Luego de un rato, la pareja regresó donde el hermano de Diavolo. El hombre se veía impaciente.
—Veinte minutos en el baño... ¿Qué tanto hacían?
–Doppio estaba triste y fui a hablar con él.—respondió Diavolo,
—Mhh, bueno. ¿Tú por qué tan despeinado, pecosito?
Doppio se sonrojó mucho, pero no respondió y solo tomó asiento en su sitio correspondiente y empezó a comer.
–Oye basura, te estoy hablando. No me ignores.—insistió Naso.
—No lo molestes, hermanito. Déjalo comer tranquilamente.
—Esta bien, lo haré por ti.—empezó a comer también, pero siguió mirando con odio al prometido de su hermano mayor.
Hola, tengo un putero de sueño y eso que dormí un chingo xdxdxd
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HotLine 【Doppio/Diavolo】
FanfictionDoppio tiene algunos problemas que le impiden seguir con su vida cotidiana, es entonces que un amigo le recomienda que hable sobre sus problemas en una línea de ayuda psicológica pero por error termina llamando a una línea erótica. Finalizada: 25...