CAPITULO 5

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Solamente respondì: Ok.

Me puse de pie y me fui al baño a arreglarme un poco, mi cara ya tenia el maquillaje algo corrido, así me me lave la cara y me volví a maquillar, mas a mi estilo y no el de Anahì. Me miraba al espejo mientras me maquillaba y pensaba "esto no puede ser"

Adentro mío existía una sensación extraña, como si me negara a bajar pero a la vez no podía evitarlo, mi cuerpo se movía en modo automático. Tomè mi chaqueta y muy cuidadosamente abrì la puerta del dormitorio de Ani quien dormìa como un oso, hice algunos ruidos haber si se despertaba pero nada. Salì del depa y bajè por las escaleras para evitar hacer màs ruido. 

Abajo estaba èl apoyando su cuerpo contra la pared que daba a la calle y mirando hacia dentro del hall de entrada. Abro la puerta y Christopher dice:

Christopher: ¿por qué te demoraste tanto?

Dulce: Es que fui al baño, discúlpame. Igual no fue mucho tiempo.

Christopher: Pues para mì si. ¿vamos?

Dulce: ¿A donde?

Christopher: A dar una vuelta con el auto y mientras tanto platicamos.

Ambos nos dirigimos hacia su auto, como podía ser que me estuviera subiendo al auto de un casi desconocido para mía. Pensaba todo el tiempo que asì no era yo, pero también ser yo me ha llevado a estar sola y sin tiempo para divertirme, tal vez lo que quedaba de esta noche seria una oportunidad para hacer algo "no muy yo" y ello incluía subirme al auto con Christopher.

Cuando nos subimos al auto, Christopher en vez de arrancar se diò vuelta a mi lado, me mirò intensamente como si quisiera hablarme a través de su mirada, se acercó lentamente acariciò mi mano y acercó sus labios contra los miòs... El beso era lento pero sentido, su boca encajaba perfectamente con la mía, me gustaba, asì que correspondì su beso el cual al ser perceptido por él esta correspondencia comenzó a intensificarlo haciendo que nuestras bocas se descontrolaran, su lengua se acercó a tocar la mía y asì estuvimos unos minutos, sin decir nada pero besándonos como hacìa mucho no lo hacìa. Sus besos no eran de un niño, màs bien eran de un hombre.

Cuando Christopher corta el beso, se sienta derecho se coloca su cinturón de seguridad y con un pequeño suspiro encendió su auto.  Un silencio incomodo silencio nos invadió, yo miraba por la ventanilla del auto, creo que no entendía exactamente que estaba sucediendo. Las calles estaban vacías, solo la noche era testigo de lo que nos sucedía.

Christopher rompió el silencio y comenzó a preguntarme de mi carrera y lo que hacìa en mi dìa a dìa, a lo cual le respondía cómodamente.  Había algo en el que a la vez se hacia fácil mantener una larga platica.

Interactuabamos normalmente, como si nos conociéramos de toda la vida, cuando él hablaba de su carrera y sus sueños realmente se lo notaba seguro, no parecía de 22 años depues de todo.

Pero a pesar de todo ello debía saber que està diferencia existía, yo le llevaba 9 años y esos años se notaban, mientras el realizaba una carrera de grado yo hacìa una de pos grado, se notaba o por lo menos yo quería notarlo y tenerlo bien presente en mi mente.

De repente detiene el auto, observo el lugar donde se detiene, no había puesto atención hacia donde nos dirigíamos...Veo un cartel led con un corazón, una puerta marrón con vidrios espejados, paredes color gris y un lugar con media luz, lo miro desconcertada aunque me habìa dado cuenta que intentaba decirme. Me mirò y solamente dijo: ¿Entramos?.

Si mi respuesta hubiera sido no, tal vez esta historia hubiera tomado otro giro, pero la realidad es que pensé podría dejarme llevar, total era un chiquillo, nada podría complicarse. Asì que respondì: Sì.

Christopher hizo una especie de mueca de sonrisa y acelerò el auto para perdernos en el garage del motel para luego  perdernos en la noche... juntos...

Bastó con mirarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora