CAPITULO 36

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El tiempo transcurrió entre momentos de alegría, lucha y servicio.  El tiempo se convirtieron en años...Mi pequeño Ale hoy es un hermoso preadolescente, un jovencito inteligentisimo.

Siempre le he enseñado que el posee dos tareas fundamentales, estudiar y ordenar sus cosas. Todos estos años, disfruté su crecimiento, cuando perdió cada uno de sus dientes de leche, sus triunfos en futboll americano y sus altas calificaciones. Es un muchachito hermoso por donde lo mires pero tengo que constantemente advertirle que lo que tiene es un privilegio y que debe usarlo para el servicio de los demás y no para ser una estrella...inalcanzable.

He notado que Ale tiene claras sus metas, su deseo más grande es estudiar en Harvard...Me pregunto de ¿donde saca todo esto?. Es obvio...lo lleva en la sangre.  

Con mucho esfuerzo he podido enviarlo a la  American School Foundation, AC es una escuela académica, internacional, preparatoria para la universidad, que ofrece a estudiantes de diversos orígenes lo mejor de la educación independiente estadounidense. En todos los aspectos de la vida escolar, se alienta a los estudiantes a amar el aprendizaje, a vivir con un propósito ya convertirse en ciudadanos responsables y contribuyentes del mundo.

Ale: Mamá tu sabes en qué universidad quiero estudiar...

Dulce: Harvard, hijo me lo dices  casi todos los días desde que tienes 10 años.

 Ale: Te he dicho que es mi sueño.

Francisco: Hijo, tú tienes que estudiar mucho y ser el mejor alumno para lograr semejante objetivo!

Ale: Lo haré!

Dulce: Mi amor, yo estoy orgullosa de ti, vayas a Harvard o no, lo importante es que disfrutes esta etapa que vas a comenzar.  Terminas la primaria y empiezas la secundaria es un gran cambio.

Ale: Mamá tú me has dicho siempre que lo que tengo es un priviligio pues bien, quiero utilizarlo ese privilegio.

Francisco: Ale, te prometo que con el esfuerzo de nosotros tres como familia irás a Harvard, pero ahora permitite disfrutar y  te llevamos a la piyamada con tus amigos.

Ale: ¿Me dejan ir??

Francisco: Claro tienes nuestro permiso.

Dulce: ¿Que van a hacerr?

Ale: tenemos maratón de pelis!

Dulce: Cuales? 

Ale: Star wars

Mi mirada se fija en la carita de  Ale pero mi mente viaja a través del tiempo...

Se hizo la noche y realmente lo único que quería era mirar una película y comer una pizza. Así que me dispuse a llamar a la pizzería y hacer el pedido, revisé la nevera y había cerveza bien fría para acompañarla, así que no era necesario ir al mercado.

Anahí: Dul!, va a venir a visitarme un amigo, fan de star wars como tu así nos reímos un rato y nos distraemos que te parece? tiene 22 años es inofensivo.

Dulce: Sabía que algo te tramabas! que dijimos de las reglas? no quiero a tus sex toys!, me voy de Maite. - le dije muy enojada-

El timbre suena y seguro que no era el delivery, seguro es el niño inofensivo, imposible que el delivery llegue tan rápido.

Dulce: En cuanto note alguna jugarreta tuya me voy!.

Anahí: tú relájate Dul.

Ani se acerca al portero y dice ¿Quién es? Hola! si ya te abro, pudiste? subí.

Unos minutos después tocan el timbre de la puerta, Ani corre a abrir sonriendo como una adolescente y yo seria seguía sentada en el sillón mirando Star Wars episodio Vi.

Bastó con mirarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora