CAPITULO 30

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Caminamos y corrimos, corrimos y caminamos...Así fue nuestro trayecto hacia el infinito.

Esta vez nuestras almas se reencontraban, nuestros corazones también...

Reíamos bajo el agua, era este nuestro pequeño presente, donde no existía nadie, solo nosotros ...y la lluvia.

Dulce: Espera Christopher, ¡refugiemosnos por aquí!

Christopher sonrió y en aquella cortada nos metimos en búsqueda de un refugio, nos miramos y volvimos a sonreír...

El silencio nos invadió ....

Christopher: Te veo y eres una mujer tan pero tan hermosa, veo a la joven profesional que conocí a la que amé y te veo y recuerdo esa manera de besar tan tuya...
Recuerdo la miel de tus labios pegada en los míos mientras me comía tu boca 

Christopher se acerca lentamente hacia mí lo cual me altera, me siento nerviosa, no puedo...no puedo...Tomó mi mano y con la suya comenzó a acariciarla, mi cuerpo temblaba porque sentía que en esa caricia saboreaba mi alma...Siento aún sus caricias y el golpeteo de la lluvia...

Se acercó aun más y estrechó sus brazos alrededor de mi cintura  y así los dos juntos abrazados, sin importar cuan mojados estábamos acercó su boca a mi frente, besándola, como si mi alma estuviera allí...Cerrábamos los ojos porque esta conexión era demasiado grande, demasiado fuerte... Su nariz acaricio la mía y las gotas por labios se encontraron y las gotas por besos nos dimos...

Nos besamos, nos besamos una vez más de manera interminable, acariciándonos sintiéndonos  presentes en toda la extensión de nuestra piel saturandonos mutuamente, adentrándonos en cada poro....

La lluvia mojaba nuestros cuerpos y supe que temblaba..por error pensé que era de frío pero ¡estábamos temblando de amor..!

¡ Cuando nos abrazamos todo cambió! ¡Nos dimos calor mutuo!

¡Su boca se apoderó de la mía y sus dulces besos bajo la lluvia  me hicieron volver a la vida!

Christopher: Estamos frente a frente, ¿sientes miedo?

Dulce: No siento miedo, ya no de tí o de mí, es que siento que en tus besos estás entregándome tu amor y que en este beso lo has sellado...Nuestras almas están mojadas y entre gotitas de agua yo suspiro sumergida en un diluvio de felicidad...No es miedo, es felicidad lo que me hace temblar....

y, bajo la lluvia cayada esa que tanto nos mojo en suspiros muy profundos nos entregamos los dos...Como olvidar esa entrega estrecha fue la pasión de sus besos que el fuego la lluvia mermo.

Una tenue y cálida llovizna nos empapa abrazados muy juntos uno aferrado al otro sintiendo nuestros tibios cuerpos mojados suavemente unimos nuestros labios  en ardientes besos bajo la lluvia.

Y llovía...y llovía...y estábamos abrazados, y llovía...y llovía...
¿cuánto tiempo nos amamos..? horas, minutos, no sé
sólo sé que nos miramos entre lágrimas de amor y lluvia fresca en los labios que besaban con pasión.

Besos húmedos que aroman mi alma, besos que detienen el tiempo más no la lluvia, besos que aun me estremecen al son de la lluvia, besos interminables bajo los manantiales divinos,besos bajo la lluvia que mojan los rincones de mi alma... 

De sus labios bebo gota a gota la resbaladiza lluvia. Cristales que caen. Sus manos alcanzan la frescura de la lluvia a mis labios ávidos de su ternura. Una confusión de almas ... Son nuestros cuerpos húmedos entrelazados. Christopher me arropa con su corazón en llamas.

Su piel acercándose a mi piel, sus labios sobre los míos, sentir que puedo tenerte con un beso decir más que palabras...

Nuestras miradas se perdían en el infinito de la otra, me detuve, lo observé  y le dije: 

"Quiero encapsular este momento y empalagarme con la dulzura de estos besos de lluvia".

Y así sonreimos  hasta que luego de correr 200 metros Christopher se detiene y me dice:

Ven, hemos llegado...

Dulce: ¿A donde?

Christopher: A mi apartamento...

Gotas de lluvia, que caen y caen  llenando el silencio con ritmo, música, melancolía...

Pensé que saldría corriendo, y estuve a punto de hacerlo, me dí vuelta y él me estrechó entre sus brazos, me dió vuelta y unió nuevamente sus labios contra los míos...

Tomó mi mano y así, caminamos hacia el elevador, en silencio, extasiados el uno con el otro...¿Qué nos sucede?...

Abrió la puerta del apartamento, era un espacio muy amplio, moderno, tal vez algo frío...Observé todo el lugar, no había fotos, no había nada que lo hacía llamar hogar...

Dulce: ¿Aquí vives?

Christopher: Solo por ahora, este apartamento me lo rentaron y mientras esté en México viviré aquí. Dulce....

Se acerca y nuevamente me besa, pero yo bajo la cabeza, algo avergonzada, algo timida...Christopher lo percibió y se alejó..

Christopher: Dulce, ¿quieres bañarte?

Dulce: No, Christopher, me voy..

Christopher: Esta lloviendo con todo, te ofrezco que te bañes porque estas empapada y puedes enfermarte, te juro Dulce, te juro que no es mal intencionadamente...Puedes bañarte que no voy a verte ni meterme ni nada..aunque me muera de ganas de hacerlo, primero soy un caballero.

Dulce: Está bien...

Ingreso al baño y cuando estaba a punto de sacarme la ropa mojada siento un golpe en la puerta y esta que se abre...

Christopher: Disculpa Dulce, te dejo aquí las toallas y una franela lo suficientemente grande como para que puedas darme tu ropa y así la pongo a secar...

Dulce: está bien, gracias...

Otro tipo de lluvia me caía, era cálida, de agua caliente y mientras lo hacía pensaba...¿como le diré?




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