Y como siempre cuando menos lo espero Christopher me llama por teléfono, ese día había salido de la Fundación a almorzar, necesitaba estar luego de horas de operaciones sentarme en mi restaurante favorito "El Navegante", un restaurante de estilo Español que me fascina.
Ese día almorcé tardísimo, pero lo ventajoso que había realizado todas las operaciones programadas para ese día, así que luego de almorzar me iría a casa a descansar. Ya no vivía en el piso a tres calles de la fundación con Paco compramos una hermosa casa en las afueras de la Ciudad de México así que mi viaje era mas largo pero la casa lo valía., estaba situada en un barrio privado llamado "villalobos" eran 700 metros cuadrados y el fondo de la casa da a una laguna hermosa, un lugar paradisíaco y calmo, mi refugio era el jardín que había pedido realizar y que solía mantener en el fondo. Un camino sin fin de flores de "no me olvides"...
Luego de que Christopher me regalara aquella pulsera de flores, me hice fanática de las mismas y al momento de armar mi jardín no dudé. Tal vez no entiendan por qué elegí esas flores, pero de alguna forma era mi manera de demostrar que siempre íbamos a estar conectados y que sería una linda forma de dar explicaciones cuando llegue el momento de decir "verdades".
Volviendo a aquella tarde, me dispuse a almorzar en el primer piso del restaurante, pedí un delicioso plato de paella, mi comida favorita española.
Comí disfrutando, mirando a la gente pasando a las corridas, contemplando el entorno que uno por el trajín de su día no se detiene a mirar. Me dispuse a leer un libro de unos conferencistas Argentinos Agustín Laje y Nicolás Marquez llamado "El libro negro de la nueva izquierda" donde habla de como el feminismo es utilizado para movimientos políticos de izquierda y que en realidad lo que menos hacen es luchar por los verdaderos derechos de las mujeres... Como sufrí violencia de género es algo que siempre me interesó y me sigue interesando, es importante tomar conciencia, porque es común que sino te recuperas de la violencia que recibiste sigas teniendo parejas toxicas a tu lado.
En un momento suena mi móvil, número desconocido, no suelo tomar este tipo de llamadas pero por extraño que parezca lo hice, dije ¿bueno?
Se escuchaba ruido del otro lado y hubo un breve momento de silencio...
Christopher: Bueno, Dulce?
Dulce: Sí, ¿quien habla?
Christopher: Dulce!, soy yo Christopher, ¿Cómo estas?
Dulce: Bien y ¿tu?
Christopher: Bien, de vuelta en México aunque de visita nada más.
Dulce: Oh, ¡que bien!, bueno espero que disfrutes mucho tu estadía aquí
Christopher: La verdad que mucho no ha cambiado desde la época que estudiaba en la universidad. Oye, me enteré que eres la Directora de la Fundación Puente Espinoza, ¡es increíble todo lo que han logrado junto con Anahí!, ¡Te felicito!
Dulce: ¡Muchas gracias!, la verdad que hemos trabajado bien duro, pero todo tuvo sus frutos y hoy seguimos buscando nuevos desafíos para mejorar el centro de investigación e incentivar a los alumnos a seguir adelante.
Christopher: La verdad que son brillantes, pero de ti era fácil de suponer. Oye ¿que haces ahorita?
Dulce: Pues Ahorita mismo estoy trabajando, en realidad ya terminé de trabajar por el día de hoy y me vine al restaurante que está en la esquina de la fundación a almorzar, un poco tarde, pero preferí comer y relajarme.
Christopher: Claro, te entiendo, oye, ¿podríamos vernos en algún momento?
Dulce: Pues claro, no va a faltar oportunidad. La semana que viene viajo a Chiapas, pero luego no habría inconveniente, si es que aún estas por supuesto.
Christopher: Pues a lo sumo me quedaré un mes, así que sí supongo que sería posible que nos encontráramos.
Dulce: Bueno, excelente, Christopher te dejo, se me enfrió la comida y ahora voy a tener que pedirle al camarero que me la caliente. En otro momento seguimos la platica, ¿sale?
Christopher: Si claro, disculpa Dulce, Nos vemos.
Christopher colgó y yo me dispuse a seguir almorzando previo a pedirle al camarero que me caliente la comida. No me gusta que me calienten la paella, pero ni modo.
Me encontraba comiendo un delicioso postre flan con dulce de cajeta y de repente veo una imagen que pensé que no iba a ver, una imagen de un hombre parado sobre la escalera buscando una mesa en particular...
Ese hombre era muy apuesto, lastimosamente apuesto, un hombre y no un niño como lo recordaba. .. Ese hombre fijó su mirada en mi mesa, caminó hacia ella y me dijo:
Hola, Dulce, ¿puedo sentarme?
Casi me atraganto con el flan al responder, solo asentí y se sentó a mi lado.
Sí, .... era Christopher....
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Bastó con mirarte
RomanceDicen que la mirada es el reflejo del alma, de aquello que realmente sentimos. mi corazón late cada vez mas lento pero sigue ardiendo por él