CAPITULO 22

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8 años antes.........................

Los días transcurrieron vertiginosamente, entre mis dobles turnos y mi posgrado fue imposible coordinar un tiempo con Christopher, además el también estaba ocupado, no coincidíamos ningún día. Algún llamado y uno que otro mensaje, así fueron estos últimos días.

Christopher se irá mañana y sé que necesito despedirme de él pero me cuesta, me cuesta decirle adiós y me cuesta darle un último beso, un último abrazo, un último todo.

Hoy, por la noche sería el día, Ani no estaba en México, había viajado a un congreso de Traumatología en Boston, así que Christopher vendría al depa (nos merecemos una noche así).

Era nuestra última noche y quería que fuera especial, por todas aquellas noches que no fueron nada especiales pero llenas de pasión y deseo.

A las 9 de la noche en punto Christopher llega, le abro y al verme vestida así se dirige hacia mi boca para comerla salvajemente, traté de detenerlo, pero estaba frenético, hasta que pude interrumpir el beso y decirle que cenáramos que todo estaba listo. Christopher sonrió y me dijo perdón pero casi casi comienzo por el postre. Reímos fugazmente y la noche transcurrió casi con normalidad, no parecía ser nuestra última noche pero hice el mayor esfuerzo posible para que no se sienta así.

Christopher: Dulce, sé que te debo una explicación y la verdad es que supe de esta oportunidad en Harvard el mismo día que fuí a buscarte al depa. Estaré un tiempo viviendo en el extranjero y quisiera que...

Dulce: Christopher!, -interrumpo- ¡te felicito! Tienes una gran oportunidad que no debes perder por nada del mundo, realmente te deseo lo mejor en esta nueva etapa que vas a comenzar.

Christopher: Gracias Dulce, lo que quería pedirte sobre lo nuestro....tú sabes ....

Dulce: Christopher, no, por favor, nosotros sabemos las reglas del juego que hay entre nosotros, no es necesario aclarar lo que siempre estuvo aclarado, no es necesario decirnos nada, permitamosnos despedirnos como dos adultos que tuvieron excelente sexo pero que en algún momento se iba a terminar.

Christopher: Está bien Dulce.... Su rostro se tornó serio y algo distante, como si algo quisiera decirme pero me temo que tengo demasiado miedo de escuchar lo que el quiera decirme.

No sé por qué ese dolor en el pecho se sentía cada vez mas fuerte, pero nunca mas angustioso como aquella noche que tuvimos sexo por última vez.

Si bien Christopher me dejaba subirme encima de él su posición favorita era estar encima mío, recuerdo que al estar unidos por última vez, su intensidad me desbordaba, mis ojos se mantenían cerrados pero al abrirlos pude ver los suyos, su intensa mirada observándome gemir ante sus embestidas, su mirada seria y profunda recuerdo el momento exacto de sentirlo llegar al éxtasis junto conmigo y mientras lo hizo me preguntó:

¿Me amas?

Mi respuesta fue un silencio largo, un silencio de quedarme sin respuesta, un silencio que cualquier afirmación o negación sería doloroso para ambos, solo acaricié su rostro y volví a besarlo suavemente aunque mis labios ya estaban hinchados de tanto comernos la boca, ese beso era la mejor respuesta para aquel momento.

Christopher se acostó desnudo a mi lado y me dijo:

Ven

Y así me puso contra su pecho sintiendo los latidos de su corazón mientras me desvanecía del sueño...

La luz de la ventana de mi habitación me despertó y al abrir mis ojos veo que Christopher se había ido...

Sentí que el dolor en mi pecho se hacía mas agudo, sentí el vacío de su ausencia y dolió pero tal vez era mejor así, después de todo las palabras sobraban entre nosotros dos.

Bastó con mirarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora