Mi hijo cumple años y es la primera vez que puedo compartir con el este día tan especial...
Estoy ancioso, nervioso... Dulce me dijo que le íbamos a decirle la verdad... finalmente.
Ale y yo hemos conectado desde el primer momento, esa conexión siempre estuvo, solamente estaba dormida... Durante todo este tiempo donde iba a verlo a sus partidos de fútbol, algunas visitas en su escuela junto con Ani y hasta incluso los momentos que hemos compartido en la oficina han sido únicos, porque pareciera que lo conozco de toda la vida y el pareciera que siente lo mismo también conmigo. Lo amo.
Sé que nunca voy a recuperar el tiempo que perdí con él, su infancia, sus dientes de leche, sus primeros pasos, sus primeras palabras... ¿Puedo culpar a Dulce por esto? Tal vez. Tal vez es por eso que desde que ella volvió yo me he mantenido distante, no lo sé.
Lo que sí estoy decidido es a dar vuelta de página y no perderme un segundo más de la vida de mi hijo... Sí, mi hijo, lo veo y me veo. Me pregunto que habrá sentido Dulce durante todos estos años al ver a Ale tan parecido a mi, porque realmente es obvio! y ahora entiendo también por qué ella me lo ocultó y ni siquiera una vez en mi vida pude ver una fotografía de él... Si la hubiera visto jamás hubiera vuelto a Estados Unidos.
Todo estaba listo, tenía tiempo de sobra y hasta incluso le había comprado un equipo original de la selección de México. Estoy seguro que nuevamente recibiré reprimendas de Ani quien me acusa de malcriarlo. Yo pienso que si el anduviera mal en la escuela o fuera un niño mal educado pues sí no le haría bonitos obsequios pero este niño tiene una fortaleza única y nos ha demostrado a Dulce y a mí que por más que el se parezca a nosotros sin dudas el es único e irrepetible.
Me miro en el espejo y comienzo a ensayar aquello que le quiero decir a Alejandro:
Oye, yo sé que has tenido un gran padre, ese padre ha sido tu padre del corazón y estoy eternamente agradecido de que él haya sido parte de tu vida ...
¡Maldición! Mis tics están imparables, me cuesta controlarlos...
Tomé el regalo y junto a él una carta, una carta...
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Querido Ale:
¡Felicidades! Un año más de vuelta a este día que está marcado en el calendario con luces y fuegos de artificio. Un día grabado a fuego en el corazón de tu madre y, por supuesto, en el tuyo. El mundo gira, es verdad, y aún así, ¡qué bueno para todos que hoy celebremos que estés aquí, que hayas nacido, que sigas creciendo! El mundo es mejor contigo.
Hay muchas cosas que tal vez no entiendas pero sí quiero que sepas que el primer regalo que te hicimos tu madre y yo fue precisamente el amor con el que te concebimos. A veces las cosas no son fáciles en la vida, ya lo sabes. A estas alturas de tu vida has visto los que pocos han visto a tu edad... No sé si te fuimos buscando o no. Creo que los hijos no se van a buscar como si fueran tesoros escondidos. Creo que los hijos son más bien premios, regalos que uno recibe sin pedirlo por el mero hecho de vivir amando a otro, a otra, y consumar ese amor hasta las últimas consecuencias. Has sido querido. Eres querido. Y lo seguirás siendo. Porque aquí no cobramos por amar ni exigimos contraprestaciones a cambio. Ten por seguro que nunca se cuestionó ni un miligramo el amor que te tenemos, inamovible, inquebrantable, eterno.
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Bastó con mirarte
RomanceDicen que la mirada es el reflejo del alma, de aquello que realmente sentimos. mi corazón late cada vez mas lento pero sigue ardiendo por él