¿Como lleguè hasta aca? No sè.
¿Què me està pasando? Tampoco sè
¿Importa que sepa? Ahorita creo que no.
Bajamos del auto y Christopher se acercó a mì y me tomò de la mano. Entramos a la habitación, dándome paso para que ingrese primero seguida por èl. No pude evitar no mirar a todo a mi alrededor, la habitación era bonita, tenìa un espejo en el techo y debajo la cama.
Estoy asustada, hace mil años que no estoy con nadie, me siento una puberta, cuando debería ser yo quien maneje esta situación, pero no puedo evitarlo, tengo miedo y tengo miedo en serio.
Christopher camina lentamente, me mira pero nota mi nerviosismo asì que se dirige a la cama para dejar las llaves del auto y el móvil sobre la mesita de luz. Yo lo observaba, pensaba que movimiento iba a hacer el, se me iba a acercar y me asustaba, lo único que me aliviaba era que era un niño por ende no esperaría demasiado de mì si siempre anduvo con niñas de su edad.
Caminò lentamente hacia mì, me tomò suavemente por la cintura y me atrajo hacia su cuerpo, comenzó a besarme intensamente, sus besos hacían que mi cuerpo se llenara de calor, no podíamos parar de besarnos, nuestras lenguas danzaban dentro de mi boca como anticipándose a lo que luego sucedería...
Comenzó a besarme el cuello sentía como gruñía de deseo al sentir mi perfume para luego lentamente llevarme hacia la cama y sin parar de besarnos nos acostamos en ella.
De repente interrumpo la situación, salgo de la cama y me levanto de ella. Christopher no entendía nada mi actitud, su rostro lo delataba era increíble como las expresiones de sus facciones se marcaban ante mis acciones.
Dulce: Oye, disculpa pero yo no soy asì. Ni siquiera tuvimos una cita y ya estamos aquí a punto de follar. Como te dije yo no soy asì.
Christopher: Y como eres Dulce?
Dulce: una mujer seria, una profesional yo no hago estas cosas. Yo no soy una mujer fácil que se va a la cama con cualquiera.
Christopher se levantò de la cama inmediatamente y se acercó y me dijo:
Christopher: primero y que nada yo no pienso que eres fácil y que andas con todos simplemente te deseo desde el primer momento que te vì.
Se acercó nuevamente acariciò mi pelo tomo con sus manos mi rostro y me volvió a besar. Me dejè llevar por su beso, pero luego lo interrumpì.
Dulce: Es que tu no entiendes, yo no soy asì.
Christopher: Dulce me gustas, yo te gusto?
Dulce: mmm sì. -dudè mi respuesta-.
Christopher: ¿Me tienes miedo? No voy a hacerte daño, es màs no sè por qué siento que el que debería temblar soy yo.
Dulce: Es que tu no sabes, yo hace mucho que no hago esto.
Christopher: Dulce no te voy a lastimar, lo prometo, si tu quieres nos vamos ya. No voy a forzarte a hacer algo que no quieres.
Se acercó a la mesita de luz para tomar sus cosas mientras yo miraba lo que hacìa, pero cuando se diò vuelta para mirarme, me acerqué y lo besè, esta vez el ritmo lo puse yo, era intenso y él se dejaba llevar por mi intensidad. Chistopher tirò las cosas al piso para tomarme de la cintura y apretarme junto a su cuerpo. Yo apoyaba mis manos sobre sus hombros y poco a poco sentía de su jean su bulto duro que se apoyaba sobre mi pelvis.
Mientras nos besamos nos fuimos sacando la ropa, yo a el y el a mì al punto de quedar ambos en ropa interior. Nos acostamos, el encima mío, mis ojos se cerraban para sentir la suavidad de sus caricias sobre mi cuerpo, y mientras lo hacìa, me quitò el sostén para librar mis pechos y acariciarlos suavemente, causándome un cosquilleo interno que me agradaba. Tomò uno de mis pechos y acercò su boca para devorarlo, mientras to acariciaba su abundante cabellera...
Luego volvió a tomar mi boca devorándola y, aunque sabìa que mis labios quedarían hinchados no me importaba nada...Recorrì con la punta de mis dedos su contorneada espalda lo cual le hacìa que se le escapara suaves gemidos dentro de mi boca, realmente era fuego lo que sentíamos y era claro que había solo una forma de apagarlo.
Quitò mi pantaleta y tomò un condón que tenìa en su billetera y se quito su ropa interior rompió con la boca el envoltorio del condón y se lo colocó...Su mano acariciò mi humedad a lo cual lo sorprendió lo empapada que estaba. Esto no tenìa vuelta atrás.
Se acostó encima mío y me penetrò suavemente y, aunque fue suavemente sentí un ardor terrible, me dolía y mi rostro lo reflejò. Creo que Christopher sintió el tirón.
Christopher: ¿estas bien?
Dulce: Si, solo hazlo despacio, me duele.
Y asì comenzó a moverse lentamente dentro miò, unidos, con un deseo voraz...
Su ritmo comenzó a acelerarse y yo comenzaba a acostumbrarme a su cuerpo. Sentía placer y deseo. Ambos terminamos al mismo tiempo, Christopher se desplomò encima mío y, aunque me pesara, me gustaba sentirlo asì dentro mío y con su cuerpo pegado al mío.
Una vez que terminamos, me mirò y me beso suavemente y me dijo:
Christopher: me voy a bañar.
Dulce: Esta bien.
Christopher se levantò y se dirigió a la ducha mientras yo lo miraba irse. Levantè mi mirada y vi mi cuerpo desnudo a través del espejo, inmediatamente me cubrì con la sabana ni siquiera podía mirarme. Christopher sale del baño envuelto en una toalla y secando su cabello con otra y me dice:
Christopher: ¿por que te tapas?
Yo no le respondo, tomo la sabana y envuelvo mi cuerpo con ella.
Christopher: no deberías taparte, tu cuerpo desnudo es hermoso Dulce.
Seguí sin responderle y caminè hacia el baño para darme una ducha.
Cuando salì Christopher se estaba cambiando y yo hice lo mismo. No nos hablábamos, solo nos mirábamos lo que hacìa el otro. Se acercó me besò nuevamente y tomò mi mano para salir juntos de la habitación y subir al auto. La luz del día comenzaba a dar sus primeros destellos, las calles seguían vacías y yo no podía creer lo que habíamos hecho. Christopher condujo hasta el apartamento y nos despedimos ahí mismo, no sin antes darnos un beso ya no tan apasionado pero si muy Dulce.
Dulce: Hasta luego Christopher.
Christopher: Hasta luego Dulce, oye, quiero repetir.
Y asì fueron nuestras ultimas palabras de aquella primera noche, subì por el ascensor en estado de shock, creo que no salgo de mi asombro. Por suerte Ani seguía dormidisima, me quitè la ropa y me puse mi camisolìn y mientras cerraba los ojos pensè:
"Esta vez no me usaràn, esta vez serà diferente"...
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Bastó con mirarte
RomansaDicen que la mirada es el reflejo del alma, de aquello que realmente sentimos. mi corazón late cada vez mas lento pero sigue ardiendo por él