Bastó con mirarte

CAPITULO 21

Dulce: Mira Christopher, sé que fui yo quien te dijo de verte pero no es para lo que tú crees que es.  

Christopher: y se puede saber ¿para que es lo que creo que tú me quieres ver?

Dulce: ¡Vamos Christopher!, tu crees que sigo siendo la misma de hace 8 años, segura en mi profesión e insegura en la cama. Pero no mas, ¡no mas!

Christopher: Que yo recuerde no eras nada insegura a la hora chupármela, la verdad es que yo no te recuerdo nada insegura, yo en realidad te noto ahora temblorosa ante mi presencia, como si solo estar cerca mío te asusta.  No entiendo por qué pero esperaré a que me lo digas.

Dulce: ¡Yo no tengo nada de miedo ante tu presencia!. Lo que hemos tenido sea lo que haya sido se ha terminado!, es parte del pasado, un pasado que se quedó ahí, ese pasado Christopher ¡está muerto!

Christopher: ¿Así? cuando te besé después de 8 años, tu cuerpo, tu lengua y tu boca respondieron como la primera vez, hasta te podría decir que todo tu ser me pide a gritos que repita esos besos, pero tú, tú te encargas de hacerlo todo más difícil. Quisiera saber por qué tienes esa habilidad de complicarlo todo, antes porque era un jovencito y ¿ahora? Ahora ¿cual es el motivo?.

Christopher se acerca y está a punto de besarme, pero recupero fuerzas y entonces....

Dulce: ¡El motivo se llama Francisco!....

Christopher: ¿Francisco?, ¿quien es Francisco?

Dulce: Francisco es mi esposo Christopher.

Christopher: ¿Esposo? ¡que dices!

Christopher comienza a temblar, sus tics son evidentes, nervios sin duda...

Dulce: Si Chris, Francisco es mi esposo, estamos casados hace años.

Christopher me mira fijamente, se distancia de mí.

Christopher: ¿Por qué no me lo dijiste el día que nos vimos?

Dulce: Porque no pude!, lo siento tanto, perdóname, pero he venido a decirte la verdad creo que es lo que corresponde.

Christopher: ¿y quien es este tal Francisco?, ¿Un medico prestigioso?

Dulce: Eh... no, el es periodista, actualmente Director de un Diario, es un buen hombre, quiero que entiendas que el otro día no supe como reaccionar y sí es verdad todavía me dejo llevar por tí pero no puede ser, ni siquiera podemos ser amigos por esta razón.  Yo no quiero confundirnos y sobre todo te mereces una mujer que no tenga historia, que no tenga pasado y que quiera formar una familia contigo.

Christopher: Dulce tu y yo somos el uno para el otro, no puedo creer lo que has hecho!.  No puedo creer que hayas arruinado nuestras vidas con tus decisiones!. 

Dulce: Christopher, yo me despedí de tí hace 8 años en el aeropuerto, te fuí a buscar pero no pude alcanzarte, te fuiste y te dejé ir, yo creo que lo que no fue ya no será.  Solo quiero que sepas que te amé, con miedos, pero te amé mucho mas de lo que tu crees.

Christopher me mira, está pasmado, su mirada refleja perturbación, confusión...

Christopher: ¿Hace cuanto estás casada?

Dulce: hace casi 5 años

Christopher: Me dijiste que yo me merecía una mujer que no tenga historia, que no tenga pasado y que quiera formar una familia conmigo...y ¿si no quiero una familia? 

Dulce: Christopher, lo siento tanto, pero yo sí tengo una familia, tengo un hijo, se llama Alejandro y el es...

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¡MAMIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!!!, ¡MAMIIIIIIIIIIIIIIIIIII! Despertate!

Dulce: Hijito!, que pasa? (¡Ay por Dios! ¡que pesadilla tan horrible!)

Alejandro: ¿Mami por que ponías cara seria?

Dulce: ¿Seria?

Alejandro: ¡Sí, como si estuvieras enojada!. ¡Mami quiero tomar la leche!

Dulce: Bueno hijo, ya te la preparo.

Realizo mis actividades en modo automático, pero pienso en este encuentro que tendremos, mi mente se concentra en las miles de formas en que le diré la verdad, miles de modos para evitar no lastimarlo o por lo menos que pueda comprenderme y poder seguir adelante cada uno con su vida, pero sin dudas lo más difícil de todo será cuando le cuente que tengo un hijo, que Alejandro existe y es el dueño de mi vida y mi corazón incluso mucho mas dueño de mi corazón que su padre.

Porque si hay algo que Alejandro tiene es el poder inmenso de recordarme con sus sonrisas cautivantes, sus rizos claros, su mirada de vivaz café es el amor que le tuve y le tengo a su padre.

Verlo es recordarlo una y otra vez y tal vez por eso no lo busqué ... En el fondo la sola existencia de Alejandro hacía que una parte de Christopher se quedara conmigo siempre...

Porque a pesar de que jamás tendríamos un recuerdo de nuestro amor de juventud, Alejandro era el fruto de ese amor que tanto sentí y que por miedo no dije...porque Alejandro era esa foto que tanto quise, es ese amor que existió y existe y que jamás se apagó... Jamás.