CAPITULO 53

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Los días transcurrían y Francisco se lo notaba cada vez más débil, no tenía apetito y a duras penas probaba bocado.  Había mejorado muchísimo en la semana anterior y hasta incluso con Hernán habíamos planificado el traslado de Francisco a la Fundación donde recibiría toda la atención para su pronta mejoría, pero esta última semana Francisco ha comenzado a mostrar signos de debilitamiento físico y me mantengo positiva pero no quiero pensar que algo está sucediendo en su organismo y lo está afectando.

Me dirijo como todos los días para atenderlo, para arroparlo y poder acompañarlo...Ingreso a la habitación y Francisco se encuentra dormido, se lo nota cansado... Tomo una cobija para cambiarle la que tiene y cubrirlo con una nueva que se encuentra sobre la silla de acompañantes.

Francisco abre apenas sus ojos y me observa, con una mirada que es mezcla de calidez y melancolía. Noto como me observa y no puedo evitar sonreirle, a mi compañero, a mi amigo...

Dulce: Hola amor.

Francisco sonríe levemente y acerca su mano tomando la mía suavemente.  Detiene mi quehacer para decirme...

Francisco: Dulce, mi amor, todos estos años contigo han sido mi mayor felicidad.  Te amo con todo mi corazón.

Lo observo y siento que me enfurezco, se está rindiendo y es algo que no puedo permitir.

Dulce: Lo sé y viviremos muchos años más juntos. Te amo y lo sabes.

Francisco: Sí lo sé, me has dado todo y más. Me has dado la oportunidad de ser padre, eso no tiene precio, pude experimentar este sentimiento que me ha colmado de felicidad, nuestro muchacho será un gran político.

Dulce: ¿Político?

Francisco: Sí Dulce, el será político lo lleva adentro, lo tiene marcado.  Quiero que siempre cuentes con el diario que sé que lo van a ayudar.  Necesito que lo apoyes.

Dulce: Pues tú también te encargarás de apoyarlo!... 

Siento que estoy a punto de llorar, siento que se está despidiendo de mí y me dice sus últimos mandatos, esto no puede estar sucediendo.

Francisco: Dul, me siento cansado y no sé si este es mi momento o no, pero por lo menos dame la oportunidad de decirte lo que siento.  Te empecinas y te niegas  y la muerte es parte de la vida, la vida no existe sin muerte y la muerte no existe sin vida.  

Dulce: Francisco, tienes que luchar amor.

Francisco: y lo haré, es solo que quiero decirte lo que siento, ¿me permites Dulce?

Asiento con resignación, pues como puedo impedirle que me hable con el corazón.

Francisco: Como tú y yo estamos legalmente casados tú y solo tú eres mi heredera.  Alejandro al no tener mi apellido no hereda pero he hecho un testamento para que el herede como si lo hubiese adoptado legalmente.  ¿Puedes aceptarlo?

Dulce: Nunca me interesó tu dinero Francisco. Haré lo que me pidas, sé que es inútil convencerte de que no hables de estos temas.

Detesto que esté hablándome de esto, detesto profundamente que lo haga, no lo soporto, no soporto la idea de perder a mi familia, no puedo.

Francisco: Que su padrino político sea Manuel, el sabe como manejarse, debes hacer que esté con él, que lo aconseje, Alejandro va a lograr cumplir con sus sueños y metas.

Dulce: ¿Tú crees que el debe ser político?

Francisco: Pues contigo no lo ha hablado, supongo que es porque es tu niño mimado, pero hemos tenido largas pláticas donde él tiene muy en claro su objetivo.  Por eso se concentra en jugar al ajedrez, es un niño cuya inteligencia sobrepasa lo normal y sino lo canalizas toda esa energía será malgastada.

Dulce: Está bien.

Francisco: Quisiera que tú también puedas rearmarte y algún día rehacer tu vida.

Dulce: ¿De qué hablas?

Francisco: Que eres joven, hermosa e inteligente, podrás rehacer tu vida y encontrar al hombre que te acompañe por el resto de la tuya así como tú me acompañaste por el resto de la mía.

No puedo evitar llorar, este hombre me está matando, literal, me está matando.

Francisco: Quien sabe, tal vez esa sea la misión de Christopher acompañarlos por el resto de su vidas.

Dulce: Me vas a hacer enojar.

Francisco: No es mi intención.  

Dulce: Entonces no me hables así de Christopher.

Francisco: Solo quiero que abras tu corazoncito y puedas hablar con él y aclarar todo y seguir adelante, prometemelo.

Dulce: No me hagas prometer lo que no sé si puedo cumplir.

Francisco: Además debes decirle la verdad de Alejandro y que se conozcan, es su padre biológico.

Dulce: Me estás pidiendo demasiado.

Francisco todos los días ha intentado hablarme de Christopher y Alejandro, tema que no deseo tratar pero él se empecinaba.

Francisco: Tú eres mas fuerte de lo que tú crees y se que podrás resolver este embrollo. Ahora se buena y prometemelo.

Dulce: Peroo.....

Francisco: Pero nada.

Dulce: Está bien, está bien, te lo prometo.  ¿quieres mirar una pelicula?

Francisco: Gracias mi amor, sí, ven acuéstate a mi lado...

Y mientras disfrutábamos de "Sensatez y Sentimientos" una frase repercutía en mi mente:


"No es amor un amor...que siempre cambia por momentos,o a distanciarse en la distancia tiende. 

 Oh! no, es un faro imperturbableque contempla las tempestades y nunca se estremece..." 

 William Shakespeare, Soneto 116.


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