CAPITULO 82

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En mi cabeza solo se escuchan la tétrica palabra de Maite: LEUCEMIA...

Leucemia, una enfermedad que puede curarse mediante quimioterapia pero que sería mortal para el hijo que llevo dentro de mi vientre y sino la hago será mortal para mí...

Salgo de la clínica camino lentamente mirando a mí alrededor perdida, confundida, buscándole un sentido a este dolor... Tomo un taxi...

Dulce: A la Plaza Coyoacan, me siento en una de las bancas y no puedo evitar quebrarme y llorar, llorar como una condenada, por qué en estos momentos en el que todo estaba bien, donde finalmente podemos formar una familia con Christopher y Ale pasa esto. No lo entiendo y lo peor de todo es que me atendió una ginecóloga y un hematólogo, fueron simplemente siniestros.

Dra. Padilla: Dulce, aun es un feto, sino te tratas puedes morir antes de que se desarrolle lo suficiente.

Dr. Herrera: Los análisis de sangre muestran que avanza la enfermedad, no tenemos mucho tiempo para perder...

Dulce: ¿De qué tiempo me está hablando?

Dr. Herrera: De programar un ILE.

Dra. Padilla: Tengo fecha para el próximo viernes.

Dulce: No me vengan con estupideses de la palabrita ILE! ustedes lo que quieren es que aborte a mi bebe!

Dra. Padilla: Dulce, corren riesgo ambas vidas y es sin tratamiento se mueren ambos!

Dulce: tal vez podría llamarlos colegas pero realmente me dá vergüenza que hablen así. Soy Dra. y juré defender la vida desde la concepción, me enseñaron a salvar vidas y no a matarlas. Estamos hablando de mi hijo!, si no estudié para ser verduga mucho menos para asesinar a mi propio hijo!. Me retiro de aquí.

Recordar ese momento donde tomé fuerza para responderles a esos verdugos hace que en ese momento sea la más fuerte de todas pero en la plaza lloré como una niña, lloré porque no sé como se lo diré a Christopher y a Ale. 

Observo unos niños jugando, una hermosa niñita de risos dorados se me acerca y me entrega una flor...

Niña: No lloles, ten.

Dulce: Gra...gracias.

Esa niña me robó una pequeña sonrisa, esa niña ha sentido más empatía que esos dos médicos de mala muerte.

Suspiro al ver la flor celeste de "no me olvides".

Tengo en claro algo este bebé va a vivir cueste lo que cueste, no soy quien para quitarle la vida y tal vez exista la posibilidad que Christopher se convierta en padre de tiempo completo...pues será su misión en esta vida. 

Tengo la plena seguridad de que todos tenemos una misión y yo no voy a quitarle la posibilidad de cumplir con esta misión a este bebé. Lo amo como amé a Ale, de ninguna manera puedo matarlo.

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Los días transcurren...y finalmente he tomado una decisión...

La puerta del apartamento se abre, un niño corre a mi encuentro, es Ale quien finalmente viajo a Disney con su padre... claramente ambos están enloquecidos con su paseo, ambos con remeras de mickey y con coloridos atuendos... Seguramente Christopher lo ha concentido por demás...

Ale: ¡Mamááá!

Dulce: Hola mi bebe!!!

Ale: Em no, mamá quitate, ya no soy un bebe...

Dulce: Perrrrdónnnnn señor Alejandro...

Christopher: Hola Dul...

Dulce: Hola Chris... (este hombre aun me sigue poniendo nerviosa, tantos años y aun siento esas cosquillas en mi estomago)

Ale: Mamá tengo mucho para contarte pero primero tengo que hablar con mis amigos...

Ale se fue corriendo una a la cocina una vez que dejó las maletas en su habitación y prepararse un sandwich y un zumo de naranja...

Dulce: Ale quieres algo más que te prepare?

Ale: No no, solo necesito privacidad...

Ale prácticamente nos hecha de la cocina y resignada invito a Christopher al living. Lo observo mientras nos quedamos como dos tontos mirándonos.

Dulce: Hola mi amor! ... Lo abrazo, lo abrazo fuerte, necesitaba sentir su calor, su perfume, lo necesitaba...

Christopher: Hola mi amorcito... Yo también te extrañé mucho... (Dando cuenta de que era obvio que lo había extrañado ante semejante abrazo).

Nos besamos con los ojos bien cerrados, buscando intensificar el encuentro, buscando esa proximidad de almas y no de cuerpos, vaya que lo extrañaba!. Al cabo de unos minutos interrumpí los besos porque temía que se fueran de nivel...

Christopher: mi amor, he estado a pan y agua por un largo tiempo, creo que tengo derecho a disfrutarte un poco más.

Sonrío al percibir su deseo por mí, tan latente como siempre fue...

Dulce: Ya tendremos tiempo amor, pero ven cuéntame ¿como les ha ido?

Christopher: Pues muy bien!, hemos disfrutado a más no poder, recorrido hasta el cansancio.

Dulce: Me alegro tanto Chris, te lo mereces y en realidad pues ambos se lo merecen.

Christopher: Gracias mi amor, gracias...Sabes que te amo ¿verdad?...

 Acerca su rostro contra el mío... Besa mi frente con un profundo cariño...Apoyé mi cabeza sobre su pecho, sentía los latidos de su corazón acelerarse ante mi presencia, necesitaba refugiarme en esos brazos y en esos latidos... No importa lo que suceda, estos momentos son únicos y los disfrutaré todo el tiempo que pueda hacerlo...una rebelde lágrima se resbala de mis pupilas, una lágrima ante tanto dolor e injusticia...Una lágrima por lo que fue, por lo que es y por lo que será...una lágrima infinita como mi amor por Chris.




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