Capítulo 30 - El apoyo

12 1 0
                                    


Capítulo 30

EL APOYO

Raúl estaba consciente del riesgo al que se exponía si delataba su posición. Un mal movimiento y era presa fácil.

Desde su terruño natal, en la costera ciudad de Cumana, el moreno hacia contacto con su viejo camarada y compañero de oficio por varios años, Walter. No era una trivial conversación entre colegas. Era una misión.

El silencio al otro lado de la línea era devastador.

-¿Viejo, sigues allí? – Preguntó Raúl.

-Si, disculpa que no hable, pero lo que me has contado me sorprendió. ¿Yo, en Italia?- Para Walter un retirado policía venezolano, que se entregó de lleno al modesto oficio de arreglar autos no era común recibir este tipo de invitación.

-Como lo oyes. Vicente te necesita, es la hora de mostrar fidelidad ¿Te animas?

-¡Carajo, no se! Es en Venezuela donde tengo los contactos. Aquí es donde pretendía saldar mi cuenta pendiente. ¿A que está jugando nuestro amigo? – Walter no estaba siendo receptivo con la propuesta. Raúl tendría que ser ingenioso para motivarlo a acceder.

-Vicente me aseguró que los gastos los asumiría el en su totalidad, y que te ayudaría en tu venganza...por cierto ¿De qué venganza está hablando el Galán? – A Raúl se le había encomendado una tarea, pero no se le explicó el trasfondo de la historia subyacente.

-Eso es entre Vicente y yo. Voy a revisar el estatus de mi pasaporte. Tengo años sin salir del país. ¿Y quién hará el papeleo? – Recelo en la voz de Walter era lo único claro.

-¿Se te olvida que mi esposa es la asistente de Gulliana y Vicente? Ella se encargara de todo.

-Supongo que es ultra secreto y que Gulliana Santamaría no sabe nada de los planes de Vicente. Lo digo porque veo a diario la cara de José y su hija, desde que arribaron al pueblo. No quiero meter la pata, diciendo lo que no debo. – A Walter también se le instó a esconderse. Su primera y única opción, volver a su pueblo de origen. Al igual que Raúl, se resguardaba del peligro.

-Supones bien. Cero comentarios a nadie.- De nuevo el silencio. Walter meditaba su respuesta final.

-Dile a Vicente que estoy dentro...

Si con ello conseguía la gloria de su propia venganza personal, no había razón para negarse a participar.

ENTRE LA VIDA Y LA MUERTE (TERCERA PARTE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora