Capítulo 37 - La hipótesis

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Capítulo 37

LA HIPÓTESIS

Braulio tenía un centenar de preocupaciones en su entorno laboral como para sumar otro a la lista. Abrigarse en el cálido rincón de su descanso era su derecho natural, allí en la soledad de su habitación gozaba de impunidad por el crimen de desenterrar los huesos de una vieja historia ocurrida en un pequeño pueblo fronterizo llamado Ureña.

¿Tenia miedo?

Bastante.

Evelyn, comenzó la conversación telefónica comentando trivialidades sin importancia de los niños, de su trabajo, del hogar, y en ninguna ocasión mencionó la dichosa prueba.

Braulio hizo lo mismo, se encajonó en el notición del día, en como esa muchacha en apariencia indefensa se transformaba en una domadora de leones frente a una cámara, y de cómo su dulce amado le prodigaba amor desde otro punto de trinchera.

Cuando se gastaron los otros temas, no quedó más remedio que asumir el de rigor...

-¿Lo buscaste?- Inició Braulio, tímidamente.

-A primera hora – respondió Evelyn.

-¿Por casualidad, leíste el resultado?

Evelyn titubeó, de haber podido negarlo lo hubiera hecho.

-Me ganó la curiosidad- Postergar, postergar y postergar lo inevitable.

-No es nada bueno, si lo fuera me habrías dicho- La mano sudorosa que sostenía el aparato telefónico se puso fría.

-No se lo que significa todo esto. Deberíamos parar la investigación, amor.- Ya era tarde para retractarse.

-Evelyn, simplemente dime si Augusto Corona es el padre de Vicente o no...- Decir que era el padre de su hermano era lo mismo que aceptar que hace años hubo una traición.- ¿O es que Augusto Corona no es mi padre?

-Augusto es el padre de ambos. Ya lo dije.- Después de la confirmación vino el silencio.

No es igual sospechar, que tener la certeza...

-¡Carajo! ¿En que extraño lio me metí?- Braulio dejó el móvil en la cama, necesitaba ambas manos para restregar su rostro y aceptar la realidad. ¿Cómo decirle a Vicente el extraño giro de la historia? Agarró nuevamente el teléfono y continuó – Sigo aquí, no me he ido.

-Braulio, no entiendo nada. Elena Chang, huye con tu tío Edgardo para tener el hijo de otro, que es casualmente su hermano... entonces a nada de dar a luz muere ¿Qué significa eso? ¿Qué tu padre es un asesino?

-Es una seria acusación que destruye la intachable moral del candidato a la presidencia. Por favor, averigüemos primero.- Lo que no dijo era que estaba refiriéndose a su amado padre, su héroe silencioso.

-Lo siento, miles de teorías se aglomeran en mi cabeza, por eso hablo sin pensar. ¿Qué le dirás a Vicente?

-De momento, nada. Es una verdad cruda, difícil de digerir, necesito hacer contacto a tierra, estamos hablando de mi padre. Mi padre – La verdad es dolorosa y el destino cruel. Puedes huir pero no escapar. Braulio reflexionó esa noche acerca de la valedera teoría de su esposa. ¿Era su padre el causante de ese crimen? ¿Sabia, si acaso, que en el vientre de aquella hermosa mujer estaba creciendo un hijo suyo? Y sobre todo, ¿Edgardo Corona estuvo implicado en narcotráfico, o fue la coartada para culminar con la investigación?

De cualquier manera ya había develado el secreto de la identidad de los padres de Vicente Angarita, el único inocente de esa sórdida historia.

ENTRE LA VIDA Y LA MUERTE (TERCERA PARTE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora