165- Leo x Escorpio

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Leo (m) x Escorpio (m) amigas que se van enamorando (centrarse en Escorpio)   Leo estaba demasiado borracha

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Leo (m) x Escorpio (m) amigas que se van enamorando (centrarse en Escorpio)
   Leo estaba demasiado borracha. Tanto, que a penas podía dar dos pasos sin caerse.

   Había ido a una fiesta con su mejor amiga, Escorpio, y se había pasado con los tragos. Por lo general sabía controlarse y tenía bastante resistencia, pero esa vez se pasó a propósito. La idea había sido tomarse nada más una copa para tener el valor de declarársele a Escorpio, ya que llevaba mucho tiempo enamorada de ella.

   Pero una copa no le bastó. No sabía porqué, pero estaba mucho más nerviosa de lo normal, aunque por lo general no le costaba decirlo cuando le gustaba alguien. Tal vez temía más arruinar la amistad que el rechazo. Y, en lo que fue a buscarse otra copa, Escorpio comenzó a hablar con un chico que le parecía lindo. Para cuando Leo volvió, los vio juntos, y ahí fue cuando dejó de contar los tragos.

   Al ver a su amiga tropezando hacia la salida, Escorpio la siguió hacia afuera de la casa donde era la fiesta para asegurarse de que no se matara por accidente.

  —¿A donde vas? —preguntó, intentando tomar el brazo de su amiga, quien la alejó, herida.

   —Yo... mi casa —murmuró Leo, entre incoherencias.

   —Si vas a tu casa así tu mamá te mata —le recordó Escorpio—, vamos a la mía.

   Quejándose y resistiéndose un poco, Leo caminó hacia el auto de su amiga, y se quedó dormida en el camino hacia su casa. Todavía no estaba despierta del todo cuando Escorpio la llevó a su habitación y se tiró en la cama para volver a dormirse.

   Como buena amiga, Escorpio se aseguró de que se acostara de lado, en caso de que vomitara, antes de ir a darse una ducha rápida.

   Ya que la cama de Escorpio era doble, las dos siempre dormían ahí. Tratando de no despertar a Leo, se acostó a su lado, y se sorprendió cuando la leonina la abrazó, dormida.

   Hacía días que Escorpio venía esquivando la idea, pero en ese momento no podía pensar en otra cosa ¿Se estaba enamorando de Leo? Lo venía sospechado desde hacía semanas, pero simplemente se decía excusas a si misma para a evitar tener que aceptarlo. Pero, sin poder moverse gracias al brazo de Leo, y con ella a su lado, no pudo evitar considerarlo.

   Siempre había sabido que Leo le parecía bonita. Envidiaba su cabello castaño claro lacio, y le encantaban sus ojos verdes. Pero lo que más le gustaba era su confianza, como siempre creía que podía lograr lo que fuera. Definitivamente se había enamorado de ella.

   Al final, el sueño venció a Escorpio, quien se quedó dormida.

   Escorpio fue la primera en despertar, y no pudo evitar esbozar una sonrisa al ver a Leo a su lado. No supo cuánto tiempo pasó así, sin moverse, pero fue hasta que Leo habló.

   —Me siento para el orto —dijo.

   Algo adormilada, Escorpio bajó a prepararse café y buscarle agua y algún medicamento a Leo. Podía estar enamorada de ella, pero tenía que admitir que era bastante insoportable cuando estaba de mal humor, ni hablar de cuando tenía resaca.

   El mal humor de Leo le duró todo el día, por lo que Escorpio creyó que sería mejor que también pasara esa noche allí, ya que Leo solía discutir mucho con su madre, y que tuviera resaca solo empeoraría todo.

   Pasaron el día viendo películas en la habitación de Escorpio, aunque Leo se la pasó durmiendo. No fue hasta la mañana siguiente que le dejó de doler la cabeza y ya no le fastidiaba la respiración de las personas. Y, en ese momento, notó que Escorpio se había dormido abrazándola.

   Sin importar cuánto intentara evitarlo, sus expectativas iban en aumento. No quería salir herida, pero de verdad creía que Escorpio podía gustar de ella. Pero no hizo ningún movimiento hasta el mediodía.

   Mientras Escorpio intentaba cocinar algo para las dos, Leo se sentó en la mesada y la observó por unos segundos. Estaba peligrosamente cerca de las hornallas, pero también de Escorpio.

   —Te vas a quemar ahí —le advirtió Escorpio.

   Leo aprovechó que la estaba mirando para acercarse y robarle un beso. Cuando se alejó, Escorpio todavía no entendía completamente lo que acababa de pasar. Había sido un segundo de contacto, pero había sido suficiente para dejar a la escorpiana confundida por unos segundos.

   Cuando su cerebro se recuperó de su estado de estupor y recordó cual era su nombre, Escorpio se acercó a Leo. Sus manos se deslizaron por los muslos de la leonina, y se acercó para besarla otra vez. Este beso fue más largo e intenso. Leo sintió como si fuera a derretirse, mientras sus brazos abrazaban el cuello de Escorpio y sus piernas rodeaban su cintura. Por lo general a Escorpio le costaba encontrar personas que siguieran su ritmo, pero Leo no parecía tener problema.

   —Se me va a quemar la comida —dijo Escorpio, recuperando un poco de autocontrol.

   Sólo porque tenía hambre, Leo la dejó ir. Pero ese fue el único momento en el que se despegó de ella. Comió sentada sobre el regazo de Escorpio, y, cuando fueron a los sillones para comer helado y ver una película, prácticamente se recostó sobre ella. Llevaba demasiado tiempo escondiendo sus sentimientos, y, como que sabía que eran correspondidos, quería compensar todo ese tiempo de nada. Y a Escorpio no le molestaba en lo más mínimo.

Este capítulo es para @chori36 espero que te haya gustado 💙

One-Shots Zodiacales (PEDIDOS CERRADOS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora