Virgo y Escorpio habían estado esperando aquel viaje todo el año. Irían a las montañas con su escuela por un viaje de estudios, y prometía ser una de las mejores semanas del año. Pero discutieron una semana antes.
Llevaban poco tiempo juntos, a penas dos meses, pero su relación había sido bastante estable. Hasta que Virgo comenzó a desconfiar. Varias chicas andaban detrás de Escorpio, siempre había sido así, y había creído que no le molestaría, hasta que su ex novia volvió a acercarse a él. Y entonces comenzaron los celos. A Escorpio le cayó muy mal que Virgo desconfiara tanto de él, y, entonces, una semana antes del viaje, cortaron.
Y ahí estaban, caminando por la montaña, manteniéndose lo más lejos posible, pero cuidando no perder al otro de vista. Escorpio tenía a una chica bajita y rubia prácticamente colgada de su brazo; Cancer, su ex novia. Habían rumores de que estaban saliendo otra vez, y comenzaron el día en el que Leo dejó un chocolate en la mesa de Virgo. El y Escorpio nunca se habían llevado bien, y las cosas habían empeorado últimamente.
–Hola –dijo Leo, acercándose a Virgo.
–Hola –respondió ella, cortante. No le caía muy bien, le parecía algo estúpido. Era como un enorme mural; se tenía que mirar de lejos.
–¿No te parece que todo esto es un poco aburrido? –preguntó Leo.
Pero Virgo no le estaba prestando atención, sino que estaba mirando hacia atrás. Un par de hipnóticos ojos azules habían captado su mirada. Escorpio los observaba fijamente. Virgo apartó la mirada. Así era él. Podía ser reservado, pero no fingía. Cuando no le gustaba algo, se notaba.
–No –respondió Virgo.
Comenzó a apretar el paso. No sabía si se estaba alejando de Leo o de Escorpio, pero tampoco le importaba mucho. Solo necesitaba estar sola un rato y poder pensar en todo. Por suerte, el paisaje a su alrededor la ayudó a despejarse. Desde ahí arriba todo parecía muy pequeño, e imaginó como el viento se llevaba lo que la preocupaba. No funcionó al cien por ciento, pero al menos ayudó un poco.
Escorpio tampoco estaba muy feliz. Cancer ya lo estaba molestando y extrañaba a Virgo, pero él no había hecho nada mal, así que no sería él quien se disculpara. Además, por una vez, quería que fuera Virgo la que hiciera el primer movimiento.
Pero no hablaron hasta el quinto día del viaje. Volvían de una excursión particularmente cantadora, y todos estaban subiendo al micro. Virgo solo quería dormir, pero Leo se había sentado a su lado en la ida, así que probablemente haría lo mismos en la vuelta, así que no tenía muchas chances de poder descansar.
Pero, cuando llegó a su asiento, vio que Cancer estaba ahí, conversando alegremente con Leo. Sorprendida, Virgo se quedó quieta en el pasillo, esperando que explicara o que se moviera.
–¡Virgo! ¿Te molesta si me quedo acá? –preguntó Cancer, con una sonrisa impecable–Podes sentarte ahí, con Escorpio –señaló a unos asientos que estaban más adelante–, Leo me quería mostrar un par de canciones.
Virgo iba a discutir, pero notó que el micro estaba por arrancar, así que no le quedó otra opción. Con el corazón en la garganta, se acercó a Escorpio y ocupó el asiento libre a su lado. El ni siquiera la miró. Ella no dijo nada. Iba a ser un viaje largo.
Estaba comenzando a perder la esperanza de reconciliarse, cuando lo notó. Vio que llevaba la pulsera de cuero que le había regalado en su primer mes juntos. El había dicho que la usaría siempre y, por alguna razón, el que todavía la tuviera le dio esperanzas.
–Todavía tienes la pulsera –murmuró Virgo.
Escorpio esbozó una sonrisa. No sabía que esperaba que ella le dijera ¿Un "te extraño"? ¿"Te quiero"? Pero él sabía que Virgo no era así, ella no hacía ese tipo de cosas.
–Yo... –dijo ella, apartando la mirada– yo no quería... siento... –no sabía como decirlo, y se sintió como una estúpida, no podía olvidarse de como hablar.
Quería decirle que lo sentía, que lo extrañaba, pero su ego interfería en cada palabra. Generalmente, Escorpio no perdonaba fácil, menos sin una disculpa medianamente decente, pero esa vez de verdad se sintió mal por ella. Y la extrañaba a horrores.
Pasó un brazo por sobre los hombros de Virgo y ella se apoyó en su hombro, el alivio era casi abrumador. Había estado muy cerca de perderlo. Sintió como Escorpio le daba un dulce beso en la frente y cerró los ojos, intentando disfrutar el momento lo más posible.
–Te quiero –murmuró Virgo, dibujando espirales en el pecho de Escorpio.
El la tomó del mentón e hizo que ella alzara la cabeza para robarle un beso de esos que te hacen olvidar hasta tu propio nombre.
–Te quiero –dijo él, cuando se alejaron, mirándola directamente a los ojos su característica intensidad.
Vigro se volvió a apoyar en su hombro, intentando ocultar lo roja que estaba y, después de un rato, finalmente se quedó dormida. Pareció solo un segundo, pero, cuando volvió a abrir los ojos, ya habían llegado y todos estaban bajando del micro.
Bajó tomando la mano de Escorpio. Por alguna razón miró hacia atrás, y vio que Cancer le sonreía, aunque también le pareció ver una lágrima en su mejilla.
Este capítulo es para @oriochocolate espero que te haya gustado 💙 Este One Shot me hizo acordar demasiado a una saga de libros que me encanta (Nacidas, estoy bastante segura de que ya hablé de esta saga pero voy a hablar otra vez jasj), lo del viaje escolar, los celos, el Escorpio X Signo de tierra. Deberían leer esta saga, 100% recomendable, muy entretenida, habla mucho de astrología, personajes bien hechos, me encantó. Por ahora solo están los libros de Tauro, Aries y Acuario, aunque el de Piscis debería salir a fines de año.
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One-Shots Zodiacales (PEDIDOS CERRADOS)
RomanceEl título lo dice todo, estas son historias de un capítulo sobre los signos del zodiaco. YA NO SE ACEPTAN MÁS PEDIDOS