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–Conquistar personas es un arte –le dijo Leo a su mejor amiga, Sagitario.
–No puede ser tan complicado –dijo la castaña.
–Hagamos una apuesta –propuso la leonina –Si logras conquistar a Escorpio para el final del mes, te debo un helado, pero si no lo logras, me vas a pasar el número de tu primo ¿Trato?
Sagitario estrechó su mano. No sabía en lo que se estaba metiendo, a penas conocía a Escorpio, pero solo era un chico ¿Que tan difícilmente podía ser? Solo tenía que pensar en na forma de empezar una conversación.
Encontró la oportunidad perfecta durante el almuerzo. El estaba sentado en una mesa al fondo de la cafetería. Ella se acercó, intentando ignorar su instinto, que le gritaba que corriera en la dirección contraria. Todos sabían que Escorpio era el típico "chico malo". Tenía tatuajes, siempre vestía de negro, andaba en motocicleta y tenía a todas las chicas babeando.
El no pareció notar la presencia de Sagitario hasta que ella se sentó a su lado.
–Hola –dijo la chica, sonriendo –¿Te molesta si me siento acá?
–Ya estás sentada –dijo el escorpión, frío –¿Necesitas algo?
El chico no sabía mucho de Sagitario, ya que solo se cruzaban de vez en cuando en los pasillos y había notado que ella siempre estaba riendo y hablando con alguien. Nunca la había visto sola.
–No, solo quería hablar –"y ganarle la apuesta a Leo".
Escorpio frunció el ceño, dudoso. Sabía que ella amaba hablar (nunca la había visto callada) pero nunca creyó que se le acercaría. En especial porque sabía que no se veía como alguien muy conversador.
–Preferiría que no mientas –dijo él –nos ahorraría tiempo a los dos.
Ella se quedó callada por unos segundos. No contaba con que él la descubriera. Al final, decidió contarle sobre la apuesta con la esperanza de que no se lo tomara a mal y la ayudara.
–¿Podrías fingir que te intereso hasta que termine el mes? –preguntó ella, cuando terminó de explicarle todo.
–No. –respondió él –No deberías haber aceptado esa apuesta en primer lugar.
–Por favooooooooooor –insistió ella –No voy a dejarte tranquilo hasta que aceptes ayudarme.
Después de eso, empezó a repetir "por favor" una y otra haz, hasta que Escorpio se cansó de escucharla y terminó cediendo.
–Esta bien, voy a ayudarte, pero callate.
Durante las siguientes semanas, él empezó a actuar como si le gustara Sagitario, pero no salieron a ningún lado juntos hasta la última semana, cuando pasaron todas las tardes en la casa de Escorpio jugando videojuegos y viendo películas.
En esa semana, él se dio cuneta de que ella no era tan insoportable. No se dio cuneta de que estaba enamorado de ella hasta que la vio riéndose a carcajadas mientras veían Brooklyn 99. En ese momento, él supo que ya no necesitaría fingir interés.
Ella no estaba segura desde cuando le gustaba Escorpio. Tal vez era desde que le había empezado a dejar flores en su casillero, o quizá se había dado cuenta cuando se quedó dormido mientras miraban "Orgullo y prejuicio" (sugerencia de la hermanita del chico). Ella nunca lo había visto tan relajado, se veía totalmente inofensivo mientras dormía.
Pero la fecha se acercaba. El mes estaba por terminar y Leo ya había aceptado que había perdido la apuesta. El problema era que ni Sagitario ni Escorpio estaban listos para dejar de "fingir".
El último día del mes fue uno bastante lluvioso y frío. Escorpio estuvo de mal humor desde que despertó, y ese fue el primer día que no vio a Sagitario sonreír ni una sola vez.
A la hora del almuerzo, se sentaron en la misma mesa donde ella le había hablado por primera vez, alejados del resto. Sabían que tenían que hablar sobre lo que estaba pasando, pero ambos temían ser rechazados. Ella pensaba que Escorpio solo se comportaba así para que Leo creyera todo, y él pensaba que Sagitario solo lo quería para ganar la apuesta.
–Hoy es el último día –comentó él, esperando a que ella dijera algo.
Sagitario solo asintió, jugando con su comida. El mes se le había pasado demasiado rápido, necesitaba una maquina del tiempo para volver atrás.
Ninguno dijo nada más y no volvieron a hablar por el resto del día. Leo aceptó la derrota y le compró un helado a su amiga, pero Sagitario ni siquiera tenía las ganas de festejar su victoria.
Sagitario estaba casi lista para irse a dormir, cuando agarró su celular. No estaba cansada y quería hablar con alguien, así que le mandó un mensaje a la primera persona que se le ocurrió. Escorpio.
Sagitario 22:35
Hola
Escorpio 23:01
Hola, pasa algo?
Sagitario 23:02
No, solo quería hablar un rato
Escorpio 23:02
De que?
Sagitario 23:03
El mes se me pasó demasiado rápido.
Escorpio 23:05
A mi también
Sagitario 23:06
Desearía que la relación falsa no hubiera terminado.
Estaba a punto de mandarle algo más a Escorpio porque él tardó demasiado en responderle, pero alguien justo tocó el timbre. Sagitario bajó corriendo las escaleras, preguntándose quien podía ser a esas horas. El signo de fuego se llevó una gran sorpresa al ver al chico castaño, totalmente empapado gracias a la lluvia.
–No tiene porqué terminar –fue lo primero que dijo.
–¿Que haces acá? –preguntó ella, sonriendo.
Escorpio se acercó y la besó suavemente, logrando que su sonrisa se ensanchara el cuádruple.
–No podía robarte un beso por mensaje.
Ella lo abrazó, sin importarle lo empapado que estaba. El rodeó su cintura con sus brazos y la levantó del piso por unos segundos, hacienda reír.
–¿Quieres ser mi novia? –preguntó él, una vez que la volvió a dejar en el piso.
Sagitario asintió. Estaba a punto de besarlo, cuando escucharon pasos viniendo de la habitación de los padres de la chica. Ella se despidió rápidamente y prácticamente le cerró la puerta en la cara a su novio justo antes de que su padre bajara por las escaleras.
–¿Estabas hablando con alguien?
–No –mintió ella. –Solo estaba estudiando en voz alta.
Este capítulo es para @Pazita-yolo espero que te haya gustado 💙
