El silencio inundaba la vieja y oscura habitación motel, cosa que no era muy normal con Sagitario ahí, pero los nervios habían callado hasta a la charlatana pelirroja. Lo que pasara esa noche era decisivo para los dos. Sus vidas dependían de como terminara esa misión.
Virgo y Sagitario habían trabajado para la Organización desde que tenían memoria. El Jefe los había adoptado y los entrenó todas sus vidas para ser los espías perfectos, como hacía con todos los demás. Cuando cumplieron catorce, comenzaron las misiones. Desde ese momento, se convirtieron en los mejores, y, al darse cuenta de lo bien que trabajaban juntos, El Jefe los empezó a mandar juntos a todas sus misiones. Eventualmente se hicieron mejores amigos, y, con el paso de los años, comenzaron a gustarse.
En ese momento, tenían diecisiete años, y todavía no habían confesado sus sentimientos. Virgo estaba planeando hacerlo después de la misión, ya que no quería distraerse. Era el último día, y no podían tirar los últimos meses de trabajo por la borda. No había espacio para errores, no podían fallar. Si lo hacían, nunca encontrarían sus cuerpos.
Se estaban preparando para una gala donde se harían negocios importantes entre diferentes mafias. Les había tardado meses lograr que los invitaran. No se suponía que fuera una misión violenta, ya que solo irían a recolectar información y salir, pero de todas formas estaban listos para lo que fuera.
–¿Nerviosa? –le preguntó Virgo.
–Si, un poco.
Estaba batallando para ponerse un delicado collar dorado, con un dije que se parecía al gira tiempo de Hermione Granger. Virgo se acercó para ayudarla. Le parecía que Sagitario se veía preciosa. Llevaba un vestido turquesa ajustado en la parte de arriba y con una falda amplia que le llegaba hasta las rodillas, y su cabello rojo estaba peinado en ondas hacia un lado, lo único que tal vez desentonaba un poco era que sus botitas blancas con encaje no tenían tacón, pero, gracias a su altura, no eran necesarios.
–Te ves bien –le dijo ella, mientras le acomodaba la corbata.
Lo había visto con traje innumerables veces, pero nunca había perdido el encanto.
–Vos también –dijo Virgo, algo nervioso, y no por la misión.
Salieron de la habitación que habían compartido en las últimas semanas y subieron a la camioneta Mercedes que El Jefe les había prestado para la misión. Viajaron escuchando música, pero sin conversar. Sagitario cantaba en voz baja y Virgo se dedicó a conducir. Aunque se suponía que no pelearían, tenían miedo. En ninguna misión habían estado expuestos a un número tan grande de enemigos. Habrían alrededor de quinientas personas dispuestos a matarlos si se daban cuenta de quienes eran. No saldrían vivos si los descubrían.
Cuando llegaron, Virgo estacionó, pero no bajaron del auto. Necesitaban unos segundos para tranquilizarse y repasar el plan mentalmente. No era muy complejo, pero tenía que salir perfecto. Pero había algo que les impedía entrar.
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One-Shots Zodiacales (PEDIDOS CERRADOS)
RomantizmEl título lo dice todo, estas son historias de un capítulo sobre los signos del zodiaco. YA NO SE ACEPTAN MÁS PEDIDOS