A Piscis le gustaba Escorpio desde hacía tiempo. Y en algún momento a él también le había gustado al pisciana, pero se olvidó de ella cuando, cada vez que intentaba invitarla a salir, ella lo paraba, diciéndole que era ella la que quería hacerlo. A Escorpio no le molestaba eso, lo que si lo había hartado era esperarla. Hacía meses que ella, supuestamente, estaba a punto de decirle que sean novios.
Como se cansó de esperar, se alejó lo más que pudo de ella, lo que solo hizo que la chica perdiera la confianza que había ganado para invitarlo a salir.
La mejor amiga de Piscis, Aries, también estaba cansada de toda la situación, porque siempre tenía que soportar a su amiga quejándose de como él se estaba alejando de ella.
–¡¿Pero y si ya no le gusto?! –solía decir la pisciana, y ahí su mejor amiga tenía que respirar profundo para no pegarle una piña y recordarle que si no eran novios era porque ella quería ser la que se declarara.
Aquel día era el primer día de clases. Cuando Piscis y Aries entraron al aula, Escorpio ya estaba ahí con su amiga Tauro, sentados en la primera fila, como siempre. Ambos tenían las mejores notas de la clase y a penas hablaban con otras personas, a excepción de Piscis, quien, a pesar de no estar ni cerca de tener tantos dieces como ellos, le caía bien a la taurina. Al principio creyó que Escorpio la odiaba, hasta que él le confesó que estaba enamorado de ella. Y Piscis salió corriendo.
Las amigas se sentaron del otro lado del salón para evitar encuentros incómodos. La pisciana podía sentir la mirada del escorpión analizándola. Eso siempre la ponía nerviosa. El tendía a mirar a la gente de una forma tan profunda que parecía que estaba descubriendo cada uno de tus secretos. Aparentemente, se dio cuenta de que ella no le hablaría, así que volvió a prestar atención a lo que Tauro decía.
Ya estaba por comenzar la clase y Piscis casi ni se había dado cuenta, hasta que escuchó a Aries bufar. Alzó la vista y vio como un grupo de chicos entraban, riendo. Uno de ellos era el gemelo de la Ariana, Leo. Ellos siempre se la pasaban molestando a todos.
Escorpio los ignoró. Estaba harto de las estupideces de sus compañeros, en especial porque tenían una pequeña obsesión por lograr encontrarle un punto débil. Al principio era divertido jugar con sus mentes para hacerlos enojar, pero el escorpión se había aburrido a los pocos días. No tenían ninguna reacción interesante, reaccionaban como cualquier persona normal. Enojo. Gritos. Intento de burla patético. Nada especial.
Piscis había devuelto la mirada a su cuaderno. No estaba tomando notas, sino haciendo pequeños dibujos en los bordes. No era la mejor dibujante del mundo, pero estaba aburrida y hacer pequeñas estrellas, planetas y lunas alrededor de su cuaderno era más interesante que la clase. Se sobresaltó cuando una bola de papel cayó en su mesa.
La abrió con cuidado para que el profesor no se diera cuenta y la leyó.
"Te ves bien te gustaría ir a tomar algo conmigo?? hoy -Leo"
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One-Shots Zodiacales (PEDIDOS CERRADOS)
RomansaEl título lo dice todo, estas son historias de un capítulo sobre los signos del zodiaco. YA NO SE ACEPTAN MÁS PEDIDOS