154- Leo x Capricornio 5/5

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   ESPECIAL 100k: 5/5

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   ESPECIAL 100k: 5/5

   Leo tenía mucho sueño. Estaba en su departamento y era un viernes a eso de las tres de la mañana. Se había despertado temprano aquella mañana para ir a la universidad y lo único que quería hacer era dormir, pero no podía. No podría dormir si no se aseguraba de que Capricornio se durmiera primero.

   Al principio de su relación no lo había notado, pero, en el momento en el que se mudaron juntos, Leo notó que Capricornio tenía la mala costumbre de dormir mucho menos de lo que era sano para ella, y se había convencido de que era su trabajo asegurarse de cambiar eso. Pero le estaba costando horrores, y ella no lo ayudaba mucho. 

   –Anda a dormir –le dijo Capricornio–, yo termino esto, acomodo un poco y voy.

   –Si, eso va a ser cuando sea de día –dijo Leo, quien ya la conocía. 

   Ambos estaban sentados en la mesa de su pequeño comedor, y Capricornio tenía papeles y libros desparramados por todo el escritorio. Todo era una mezcla de números, letras y gráficos que Leo estaba muy cansado como para intentar comprender. 

   –Tenés todo el fin de semana –le dijo él–. Vamos a dormir. 

   –Voy en un rato. 

   Si no se estuviera quedando dormido sentado, Leo habría discutido más, pero su día había sido largo y ya no tenía energías para seguir. La besó y se fue a su habitación, donde se quedó dormido al instante. 

   Eran más o menos las doce del mediodía cuando Capricornio despertó en su cama. No recordaba como había llegado hasta ahí, solo recordaba haber estado estudiando. Pero eso no fue lo que más le preocupó, sino que se sentía mal. Se sentía algo mareada y con pesadez, como si estuviera resfriada. 

   Resistiendo el impulso de cubrirse con las mantas otra vez y volver a dormir, Capricornio salió de la habitación, y se encontró con Leo, quien estaba viendo algo en su celular mientras tomaba café. 

   –Buenos días –dijo él, para después acercarse y darle un beso en la mejilla– ¿Querés un café? 

   –Si, por favor.

   Capricornio se sentó y Leo le llevó un café. 

   –¿Cómo hiciste para quedarte dormida sin caerte de la silla? –preguntó él, después de un rato.

   –¿Qué?

   –Si, ayer. Te quedaste dormida en la silla y yo te llevé a la cama como a las cinco de la mañana. Te conozco, sabía que no había forma de que terminaras temprano. Pero, en serio, no es sano. Además, hacía un frío... creo que dejaste abierta la ventana.

   El estornudo de Capricornio pareció querer afirmar eso. "Mierda" pensó ella, al notar que era muy probable que estuviera enferma. 

   –¿Estás bien? –preguntó Leo. 

   A pesar de que ella asintió, Leo no le creyó y se acercó para tomarle la temperatura. Se sorprendió al notar que tenía fiebre, aunque era de esperarse, la sala de verdad estaba fría cuando él la había ido a buscar.

   –Tenés que hacer reposo –decidió él.

   –Pero tengo que...

   –Noup.

   Testarudo como siempre, Leo no escuchó objeciones. Prácticamente levantó a Capricornio de su silla y la llevó a su cama, para después alcanzarle su café. 

   –Leo, no hace falta...

   –Si, hace falta, por eso soy tu nuevo asistente –dijo él, sonriente–. Pero, en serio, tenés que descansar ¿Qué tan malo puede ser tener un día libre para pasar con tu novio?

   Cómo sabía que no tenía sentido discutir, terminó cediendo. Tal vez él tenía razón y no le vendría mal descansar un poco, pero una parte de ella se sentía culpable. Habían tantas cosas que tenía que hacer...

   A sugerencia de Leo, alquilaron una película que Capricornio eligió. No era exactamente el tipo de película que a Leo le gustaba, pero no dijo nada. Solo la abrazó e intentó no quedarse dormido. La mayor parte del tiempo se la pasó jugando con los rizos de Capricornio, siempre le habían gustado. Ella siempre había detestado que tocaran su cabello, pero, por alguna razón, no le molestaba si era Leo. Había algo en él que la calmaba. 

   Eventualmente, el aburrimiento lo venció y Leo se quedó dormido, con sus brazos alrededor de Capricornio. Cuando la película terminó, ella se levantó, cuidando no despertarlo, para preparar el almuerzo. El no se despertó hasta unos minutos después, cuando ella no estaba. 

   –Deberías estar haciendo reposo –dijo, mientras la abrazaba por detrás. Ella estaba preparando fideos. 

   –Tenía hambre. 

   –Me hubieras despertado y te preparaba algo –besó la mejilla de Capricornio.

   –Solo porque me sienta un poco mal no significa que sea totalmente inútil –dijo ella, girando para abrazarlo, aunque sabía que él no quería insinuar eso. 

   –Sos la única persona en este planeta a la que nadie puede llamar inútil. 

   Capricornio esbozó una sonrisa. Le gustaba cuando él decía ese tipo de cosas, aunque sabía que no era cierto. Había muchas cosas para las que no era buena y podría considerarse totalmente inútil, pero también sabía que no tenía sentido decírselo, porque él no le creería de todas formas. 

   Se apoyó en Leo para no tener que mirarlo a los ojos cuando dijo;

   –Te quiero. 

   Una calidez se extendió por el pecho de Leo al escuchar esto. A pesar de que llevaban mucho tiempo juntos, a Capricornio siempre le había costado decirle que lo quería y, aunque él ya lo sabía, le encantaba escucharlo, hacía que sonriera como idiota por horas. 

   –Yo también te quiero –murmuró él, acariciando la espalda de Capricornio.

Este capítulo es para @dark_billie espero que te haya gustado 💙 Sé que no me quedó tan bien y que lo publiqué dos días después de cuando debería haber publicado, pero últimamente estuve un poco distraída con otras historias (una de las cuales es del zodiaco y voy a publicar dentro de poco, así que estén atentos a mi segunda cuenta)

One-Shots Zodiacales (PEDIDOS CERRADOS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora