Leo estaba en el medio del pasillo de su escuela. No había nadie y las luces estaban más tenues de lo normal. "¿Qué hago acá?" Se preguntó, mientras avanzaba, buscando a alguien. Llegó al final del pasillo y dobló hacia el gimnasio, intentando entender lo que estaba pasando.
No recordaba como había llegado hasta ahí. Hacía algo de frío, y ahí notó que todavía llevaba puesto el pijama.
Miró hacia atrás, y el pasillo parecía infinito. "Es imposible que sea tan largo" pensó, confundida. Siguió avanzando, pero nada a su alrededor se movía por más que ella estuviera caminando. Comenzó a asustarse y a correr.
Escuchó pasos detrás de ella. Giró para ver a un chico. Era un poco más alto que ella y su cabello era azabache. Corría detrás de ella, pero a Leo no le pareció que la estuviera siguiendo, sino más bien que estaban escapando de lo mismo.
Y ahí Leo vio de lo que estaban escapando. Era un hombre, alto, vestido totalmente de negro, con un arma en la mano. El corazón de Leo le dio un vuelco y, sin pensarlo, tomó la mano de aquel desconocido para arrastrarlo hacia un aula.
A penas lo tocó, se despertó. Estaba en su cama, empapada en sudor frío. Todavía era de noche. Las tres de la mañana, según el reloj que estaba en su mesita de luz. Se pasó las manos por la cara, intentando recordar el sueño. "¿Quién era ese chico?" se preguntó.
Pasó el resto de las vacaciones de verano preguntándoselo, pero no logró descubrirlo. Ninguno de sus amigos conocía a nadie que se viera así, y le decían que nada más había sido un sueño, que lo dejara ir. Al final, ella también lo creyó. "Fue solo un sueño" se decía " No tengo que darle importancia".
Hasta que llegó el primer día de clases. Un escalofrío recorrió la espalda de Leo al encontrarse de vuelta en aquel pasillo. El sueño se había sentido tan real. Pero no podía serlo.
Caminó hacia su salón, y se sentó junto a Aries, su mejor amiga. Aries era una chica de piel morena un poco más baja que Leo. Habían sido mejores amigas desde que tenían memoria.
–...entonces yo estaba en la playa, y... –decía Aries, cuando Leo lo vio.
Era el chico de su sueño. Alto, de cabello azabache desordenado y ojos verdes. Entró al salón con la mirada clavada en el piso y auriculares puestos. No parecía muy feliz de estar ahí.
No vio a Leo hasta que pasó junto a ella, e hicieron contacto visual por unos segundos. Ella habría jurado que él la había reconocido.
"Es igual a ella" pensó Virgo, sacando su cuaderno de dibujo. Comenzó a pasar las páginas hasta que encontró un dibujo de una chica de rostro redondo y nariz respingona. Usaba lentes y sus ojos eran almendrados. Era igual a Leo. "Pero no puede ser" pensó "Fue solo un sueño, y nunca la vi en mi vida".
Durante los siguientes días, Leo y Virgo se ignoraron completamente. Pero, de vez en cuando, sus miradas se cruzaban en el medio del pasillo, y era como si todo a su alrededor se esfumara.
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One-Shots Zodiacales (PEDIDOS CERRADOS)
RomanceEl título lo dice todo, estas son historias de un capítulo sobre los signos del zodiaco. YA NO SE ACEPTAN MÁS PEDIDOS