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Era el cumpleaños del novio de Libra, y como él se sentía mal y no quería hacer una fiesta, ella decidió ir a la casa del chico y sorprenderlo. Cuando llegó, la madre de la chica le dijo que estaba en su habitación. Ella subió y abrió la puerta sin tocar. Se arrepintió a penas lo hizo. Ahí estaba su novio, besando a otra.
–Libra... –dijo él, sorprendido. –Puedo explicarlo... –intentó acercarse a ella, pero Libra le pegó una patada en sus partes y se fue corriendo.
Cuando se fue de la casa del chico, empezó a caminar y no paró hasta que se perdió totalmente. La casa de su novio quedaba bastante lejos de la suya, por lo que no conocía mucho el lugar. Se sentó en un banco de un parque. A penas dejó de correr, empezó a llorar. No podía creer que él le había hecho eso.
Virgo estaba saliendo de su casa para ir a correr, cuando vio a alguien llorando. Se acercó, y notó que era Libra, una compañera suya de la escuela. No hablaban mucho, pero tampoco se llevaban mal y la virginiana tenía que admitir que era bastante bonita.
–Hola –dijo, sentándose a su lado.
–Hola... –la castaña intentó secarse las lágrimas.
–¿Por qué lloras?
Entre sollozos, Libra le explicó como había encontrado a su novio con otra chica. Virgo se sintió muy mal por la chica, que no paraba de llorar.
–¿Que hoy a hacer ahora? –preguntó, intentando regular su respiración.
–Ignorarlo –respondió Virgo, observándola. Tenía que ayudarla, pero no sabía por qué. Se levantó del banco –Vamos.
–¿A donde? –preguntó la castaña, confundida.
–A correr. Necesitas distraerte un poco.
Libra pensaba que ver una película o algo por el estilo sería una mejor distracción, pero no discutió con Virgo. Las dos empezaron a dar vueltas por el parque, mientras el signo de tierra le hacía preguntas al azar para distraerse.
Siguieron hablando por un par de días. Se llevaban bastante bien, y Libra se olvidaba totalmente de su novio cuando estaba con Virgo.
Un día, ambas estaban viendo una película en la casa de el signo de aire, cuando la virgniniana se le quedó mirando unos segundos más de lo normal. Ella ya sabía que le gustaba la castaña, pero siempre se cuidaba de que no lo notara.
–¿Que pasa? –preguntó Libra.
Obligándose a no pensar, Virgo le robó un beso a la chica. Creyó que ella se enojaría y la apartaría inmediatamente, pero Libra la abrazó. En algún momento de esa semana en la que habían pasado tanto tiempo juntas, le había empezado a gustar la virginiana, solo que no se había dado cuenta hasta ese momento.
Desde entonces, fueron algo más que amigas y para cuando empezaron las clases, dos semanas después, ya eran novias.
A penas llegó a clases el primer día, lo primero que Libra hizo fue buscar a Virgo. Cuando la encontró, estaba en su casillero, guardando sus cosas. Estaban hablando, cuando se les acercó el ex de Libra, que intentó besarla.
–¿Que te pasa? –preguntó ella, alejándolo. Virgo pasó un brazo por sobre los hombros de la chica.
–¿Seguís enojada por eso? –dijo él, sonando como si estuviera harto de ella –Sabía que eras perra...
Libra vio como Virgo alzó una ceja, y logró alejarse del chico lo más rápido posible antes de que su novia dijera algo que podría empezar una discusión. Sabía que el signo de tierra podía ser muy sarcástica cuando quería.
El signo de aire pasó el resto de la semana intentando mantener a su novia lejos de su ex. Y lo logró, hasta que llegó el viernes.
Ya era de noche y las dos estaban en la casa de la virginiana estudiando. Los padres de la chica se habían ido porque la abuela de Virgo se había enfermado y tenían que cuidar de ella, así que estaban solas. De repente, escuchan que alguien toca la puerta.
–Es tu ex –dijo el signo de tierra –Y parece borracho.
–¡Voy a entrar y las voy a matar! –gritaba él. Pudieron ver por al ventana que tenía un bate en la mano.
Por la expresión de Libra, Virgo supo que él era capaz de eso, pero decidió preguntarle después. Primero, tenían que cerrar bien la casa. Se encargaron de trabar cada puerta y ventana del primer piso.
–Listo, no hay forma de que entre así. No a menos que... –se escuchó el ruido de vidrio rompiéndose en La Cocina –rompa una ventana. –tomó la mano de Libra y subieron las escaleras tan rápido como pudieron.
Virgo se detuvo ante un armario, y sacó cera de piso.
–¿Que haces? –susurró Libra, para no delatar donde estaban.
–Con esto no va a poder subir si esta borracho –respondió su novia, mientras vaciaba el envase en las escaleras. Cuando terminó, escuchó los pasos del chico abajo.
Ambas se encerraron en la habitación de Virgo. La dueña de la casa puso la traba y movió su cómoda para trabar la puerta. Después, apagó La Luz y se sentó en la cama, junto a Libra.
–¿Deberíamos llamar a la policía? –preguntó la castaña.
–Nos va a escuchar –susurró Virgo, prendiendo su celular –Le voy a pedir a Escorpio y Capricornio que los llamen.
Pero, antes de que la chica pudiera mandarle el mensaje a sus mejores amigas, su celular se quedó sin batería.
–Mierda... –murmuró –¿Tenés el tuyo? –preguntó mientras lo ponía a cargar.
–No, quedó abajo.
Libra se sobresaltó cuando escuchó un ruido. El chico se había caído por las escaleras gracias a la trampa de Virgo, pero, a juzgar por como maldecía a los gritos y como estos cada vez se escuchaban más cerca, estaba lo suficientemente bien como para subir lentamente.
El chico tocó la puerta y el signo de aire contuvo un sollozo.
–Sé que están ahí adentro, y voy a encontrar la forma de entrar... –empezó a golpear la puerta con su bate.
Como era de madera, Virgo sabía que en cualquier momento se rompería, así que abrió su ventana y le susurró a Libra que la siguiera. Lograron trepar al techo y entrar al ático por una ventana. Bajaron de ahí por las escaleras. Por suerte, estas daban directamente al primer piso, así que no tuvieron que pasar cerca del ex de Libra.
–¿A donde vamos ahora? –preguntó el signo de aire.
–La casa de Capricornio está a unas cuadras –explicó Virgo –Vamos ahí y le pedimos su celular para llamar a la policía.
Medía hora después, ya estaban contandole todo lo que había pasado a un oficial. Cuando terminaron, Libra abrazó a su novia. Estaba demasiado cansada, había sido una noche muy larga. Pero todo ya había terminado.
Este capítulo es para @elisa_brudels espero que te haya gustado 💙
