–Solo tenés que hablarle. –dijo Leo –Pero no de esa forma sabelotodo de siempre, sino más... coqueta. Acordate lo que te enseñé, vas a tener que usar todos mis trucos.
Virgo asintió, intentando procesar los consejos de su mejor amiga. Escorpio estaba a unos metros, leyendo un libro. Ella no estaba acostumbrada a verlo en la biblioteca, pero últimamente, él pasaba mucho tiempo ahí.
La pelirroja se acercó a la mesa del muchacho, en la que solo estaba él. Tras una última mirada a su mejor amiga, se sentó a su lado, dudosa. El ni siquiera se inmutó.
–Hola –dijo Virgo, rogando porque su voz no estuviera tan temblorosa como ella.
–¿Te puedo ayudar? –preguntó él, en un tono que dejaba claro que quería terminar con esa conversación lo más rápido posible para volver a su libro.
"Si, solo quería saber si querías ser mi novio y casarte conmigo, pero parece que no estas de humor para propuestas de matrimonio".
–Solo quería saber que estabas leyendo –mintió ella.
El alzó una ceja. Sabía que no era cierto, Virgo era una horrible mentirosa y él era un detector de mentiras humano, no había forma de que se hubiera tragado eso, pero de todas formas le contó de que trataba el libro, con la esperanza de ver que era lo que planeaba la pelirroja.
Ella ya lo había leído y estaba a punto de explayarse sobre su opinión al respecto, algo que probablemente serían unos cinco minutos de monologo. Recordó lo que le había dicho Leo "No seas una sabelotodo".
–Nunca lo leí. –mintió de vuelta.
Escorpio no cayó. La había visto leyendo ese mismo libro la semana anterior, con la nariz pegada a las páginas. Algo estaba mal, ella no solía ser así, él estaba acostumbrado a que ella hubiera leído cada libro en la polvorienta biblioteca y que tuviera una opinión bien formada sobre cada uno y, en la mayoría de los casos, inamovible, pero no dijo nada.
Virgo pasó una mano por su cabello como Leo le había enseñado, y él tuvo que contener una risa al ver lo despeinada que había quedado, y también tuvo que resistir el impulso de acomodárselo. Escorpio no tenía idea de que era lo que ella planeaba hacer, pero había logrado captar toda su atención, a pesar de que no lo parecía.
–¿Estudiaste para el examen de mañana? –preguntó él, para probarla.
"Si, empecé la semana pasada" pensó ella, pero después recordó que eso sonaría demasiado Hermione, así que cambió su respuesta por una más... Leo.
–No, todavía no. Voy a empezar hoy.
–Son muchos temas –insistió él, viendo que tan lejos podía llegar ella con sus mentiras.
"Dieciséis, claro, sin contar los sub-temas" y su sabelotodosidad volvía a atacar. Por suerte, no lo había dicho en voz alta, tenía resolución.
–¿Ah, si? –dijo, frunciendo levemente el ceño, como Leo le había dicho que hiciera.
Escorpio ya tenía que esforzarse mucho para no echarse a reír. La situación era muy ridícula, él sabía que Virgo no era así, pero tenía que dejar que ella siguiera, la situación le divertía mucho. Además, todos sabían que él no iba a la biblioteca (donde la pelirroja prácticamente vivía) solamente para leer. No, él quería conquistarla, y lo estaba consiguiendo.
–Si ¿Estas bien? –preguntó él, después de un intento de guiño de Virgo.
"Yo no sirvo para esto, yo me voy a morir sola" se dijo ella. Los consejos de Leo no parecían estar ayudando, pero no podía escapar de la situación, o al menos no en ese momento.
–Y... ¿Que vas a hacer este fin de semana? –preguntó la pelirroja, enroscando un mechón de su pelo en su indice, intentando cambiar de tema.
Escorpio ya no pudo contenerse y estalló a carcajadas, dejando a Virgo muy confundida. "¿Que es lo que le causa tanta risa?" se preguntaba ella al verlo.
–Perdón –dijo él –pero es que no pude aguantar más ¿Que te pasó? Esta nueva versión tuya es... rara. Me gustabas antes.
–Leo dijo que...
–Creo que ya tenés suficiente edad como para saber que no hay que confiar en Leo para este tipo de cosas.
En su momento, hacer lo que su mejor amiga le decía había parecido una buena idea, pero, mientras más lo pensaba, más se arrepentía. Mejor se iba antes de morir de la vergüenza definitivamente.
–¿A donde vas? –preguntó Escorpio, al ver que Virgo se levantaba para irse.
–Emm...
Antes de que ella pudiese formular una respuesta coherente, él la besó. En serio le gustaba la Virgo anterior. La nueva era graciosa, pero no era lo mismo. El quería a la chica que pasaba horas discutiendo los pros y contras de las sagas largas, la que leyó cada libro de Stephen King y se sabe de memoria todo lo que escribió Edgar Alan Poe. El quería alguien inteligente con quien hablar y discutir, pero también alguien tranquilo. Si, era complicado, pero Virgo reunía la mayoría de los requisitos.
–Me gustas mucho –dijo él –Y quiero que seas mi novia, pero, por favor, ya no actúes así. A mi me gusta Virgo, no la copia pelirroja de Leo.
Ella sonrió. A él le gustaba ella. Y le había pedido que fuese su novia. Y ella estaba ahí parada como idiota. "Genial, ahora va a pensar que soy estúpida" se dijo ella.
Por suerte, él no esperó a que ella dijera algo, solo la abrazó por lo que pareció una eternidad. Después de un mes yendo siempre a la biblioteca para acercarse a ella habían funcionado. No como él había pensado, pero el resultado era el mismo.
Este capítulo es para @Aristoteles_Bell espero que te haya gustado 💙
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One-Shots Zodiacales (PEDIDOS CERRADOS)
RomansEl título lo dice todo, estas son historias de un capítulo sobre los signos del zodiaco. YA NO SE ACEPTAN MÁS PEDIDOS