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Géminis estaba con su novia Sagitario (M) entrando a la última clase de el primer viernes del año escolar. Ya llevaban dos años juntas, pero, desde el primer día de clases, la chica de aire se dio cuenta de que su novia actuaba extraño. Miraba hacia todos lados, como si estuviera buscando a alguien. Ya casi ni le hablaba, solo asentía y murmuraba monosílabos, cosa rara en ella. Ya no le robaba esos pequeños besos que tanto le gustaban. Ya no le tapaba los ojos y le decía que adivinara quien era. Ya no le mandaba mensajes antes de irse a dormir, y no respondía los de Géminis, a pesar de que ella podía ver que estaba en línea. Ya no salían juntas a ningún lado, porque Sagitario (M) estaba ocupada.
A penas se sentaron, la chica de fuego tomó su celular. Su novia, harta de que hiciera eso todo el día, intentó llamar su atención, ya que el profesor no había llegado.
–Amor –dijo, pero Sagitario ni se inmutó. –Sagi –de vuelta, nada –¡¡SAGITARIO!!
–¿Que? –preguntó esta, sin levantar la mirada de su celular.
–Me cansó esa mierda.
Géminis tomó el celular de Sagitario (M) y corrió tan rápido como pudo. Una vez que estuvo a salvo sobre la rama de un árbol, desbloqueó el celular y revisó los mensajes. Sabía que estaba mal, pero necesitaba saber quién le estaba robando a su novia, necesitaba saber el porqué.
Temiendo lo que vería, entró a WhatsApp. Todavía tenía mensajes sin leer del primer chat, y seguían llegando. Lo tenía agrandado como "Alma gemela aka Sagitario (H) ❤️" la chica pudo jurar que escuchó su corazón romperse en el instante en el que empezó a leer los mensajes. Todo el tiempo, todos los días durante esa semana. Se quedaban hablando hasta las tres de la mañana, y el siguiente mensaje era a penas se levantaban. El le decía princesa. Ella enviaba una carita sonrojada y le recordaba que tenía novia. El repetía que eso no le impedía llamarla princesa. La carita sonrojada de nuevo. Géminis ya no sabía si reír o llorar, si destrozar el celular o devolvérselo a Sagitario (M) como si nada.
¿A quién pretendía engañar? Era obvio que su novia ya no estaba enamorada de ella, sino de un chico que probablemente había conocido en ese estúpido campamento de verano. Y ese idiota la estaba reemplazando, y ella no se había dado cuenta. O tal vez estaba indecisa. "Si alguna vez te enamoras de dos personas, quédate con la segunda, porque nunca te habrías enamorado de ella si de verdad amaras a la primera" las palabras de su abuela resonaron en su cabeza. Ella era la primera persona. El la segunda.
Desmoronándose por dentro, bajó del árbol al escuchar la campana que marcaba el final de las clases por ese día. Fue a buscar a su novia y, sorpresa sorpresa, ese chico había ido a buscarla. Lo sabía por la foto del perfil de WhatsApp.
Sin importarle nada, se metió entre los dos.
–Ten –le dijo a Sagitario (M), dandole su celular –La próxima vez que estés con alguien y ya no sientas lo mismo, no lo ignores, decilo. Que no se entere como me enteré yo. –se giró hacia Sagitario (H) –La lastimas, y te mato. Le pasa cualquier cosa, y te mato ¿entendiste?
El muchacho asintió, sin entender del todo la situación. Hasta que conectó todo. Esa era la novia de Sagitario (M).
–Gem...
–Casi no me hablaste por una semana, agradecería que siguieras así por el resto de nuestras vidas. Pero, ahora pueden estar juntos. Yo ya no voy a ser un estorbo.
–No eras un...
–No mientas ¿Quién soy yo para meterme entre una princesa y su alma gemela? Te desearía lo mejor, pero ya me perdiste, por lo que solo digo que espero que sean felices. No eres mala, mereces alguien que te quiera, solo espero que él pueda ser mejor novio que yo.
Y se fue, con el corazón en la garganta y las lágrimas amenazando con salir, pero con la cabeza en alto.
Sagitario (M) sentía que le habían arrancado una parte de ella. Sabía que le tendría que decir en algún momento, pero no esperaba que fuera tan pronto. No estaba lista para dejarla ir. No todavía. Pero, otra parte de ella estaba feliz, ahora podría estar con Sagitario (H).
*Diez años después*
Sagitario (M) y Sagitario (H) acababan de casarse. Era hora del brindis. Se suponía que Piscis, la hermana de el novio daría el discurso, pero ella decidió cedérselo a otra persona a último minuto.
Una fotógrafa mundialmente famosa que viajaba por todo el mundo y a penas había tenido tiempo para asistir a la boda se levantó de una de las sillas.
–Hola. Soy Géminis. Hace muchos años, yo estuve con Sagitario (M) y debo decir que es una de las personas más maravillosas del mundo. No tuve el – "horror" pensó –honor de conocer bien a Sagitario (H), pero debe ser un buen hombre si ella lo eligió. Ahora que los veo acá, me alegro de haberme quitado del camino –"quiero vomitar" –Verlos juntos me llena de –"un odio inmenso y unas ganas maniáticas de asesinarlos a todos por arruinar mi vida" –alegría. Un brindis por los novios.
Todos brindaron y ella volvió a sentarse. No conocía a nadie de ahí. Sabía nombres y reconocía caras, pero, después de terminar la secundaria, se asiló de todo. Eran solo ella y su cámara. Estaba feliz por Sagitario (M), pero envidiaba al novio, que tendría la oportunidad de pasar el resto de su vida con ella. Pensó en la nota que le había dejado a su ex-novia "Si alguna vez se divorcian, yo voy a seguir acá" sabía que eso nunca pasaría. Se amaban demasiado, podía verlos del otro lado del salón, felices. Ella en su hermoso vestido blanco, riendo, él en su traje negro, haciéndola reír. Sagitario (M) tenía razón, eran almas gemelas.
Este capítulo es para @YamiMari040615 esperan que te haya gustado 💜
