–Ay, no... –murmuró Géminis 1, al ver a su novia entrar a la fiesta.
Le había dicho que se sentía mal para que ella no insistiera en acompañarla. Escorpio era muy celosa, pero, a pesar de que al signo de agua si le gustaba coquetear, nunca la engañaría. Ella no parecía entender eso, por lo que cada vez que salían juntas, estaba pendiente de con quien hablaba en cada momento e interrumpía cualquier conversación que la pusiera celosa.
–¿Que pasa? –preguntó Géminis 2.
Las dos geminanas se habían conocido hacía poco gracias a Sagitario, una amiga en común y se habían llevado muy bien, eran buenas amigas. Escorpio detestaba eso. Si se enteraba de que su novia había estado con la otra geminiana, se ponía como loca.
Géminis 2 giró para ver a donde Géminis 1 miraba. Cuando vio a la novia de su amiga, intentó alejarse lentamente, pero supo por la mirada de la escorpiana que no funcionaría. Ya estaba enojada porque su novia le había mentido, seguramente estaría furiosa al darse cuenta de que encima estaba hablando con ella.
–¿Podemos hablar a solas? –preguntó.
Géminis 1 asintió y salieron de la casa de Sagitario, alejándose de la música y la gente bailando. Afuera hacía frío, y el signo de aire sintió más frío todavía al ver la mirada de Escorpio.
–¿Por qué me mentiste? –fue lo único que preguntó.
–Porque siempre estás controlando todo lo que hago, y esta era la única forma de ver a mis amigas en paz. Además, siempre te pones como loca ¿No pensaste en que si fueras un poco menos controladora no tendría que mentirte? ¿No, verdad? Bueno, ahora no me reproches nada, porque yo...
Y siguió hablando y hablando hasta que se dio cuenta de que Escorpio había dejado de prestarle atención.
–...tal vez deberíamos terminar... –eso definitivamente captó la atención del signo de agua.
–¡¿Que?! –casi gritó, sorprendida. De todo lo que decía Géminis 1 todos los días, nunca se había imaginado que diría esas palabras.
–Si, no me gusta esto. Nos vemos –volvió a la fiesta tan rápido como pudo. No quería seguir con esa conversación.
Buscó entre la multitud a Géminis 2. No estaba por ningún lado. Ni en la barra, ni en el patio, ni en la pista de baile. Subió las escaleras, donde se encontró con un pasillo lleno de puertas cerradas. Caminó hasta que vio como un poco de luz escapaba por la parte de abajo de una puerta blanca. Tocó la puerta.
–Ocupado. –dijo una voz conocida.
–¿Gem? ¿Podemos hablar? –de verdad necesitaba charlar con su amiga.
Géminis 2 salió del baño. Tenía su bolso de maquillaje en una mano. Guardó el rímel antes de responder.
–Si, pero en tu casa.
Ambas dejaron la fiesta y se dirigieron hacia la casa de Géminis 1, que no estaba muy lejos. Una vez ahí, se pusieron pijamas y se sentaron en la cama de la dueña de la casa con mascarillas, listas para charlar hasta la mañana.
Géminis 1 le contó a su amiga todo lo que había pasado con Escorpio. Le dijo que había terminado con ella. Por alguna razón, eso alegró un poco a Géminis 2.
–Esta bien –dijo –Ya se estaba volviendo medio rara la relación. Hiciste bien al terminar con ella.
Siguieron hablando de su vida amorosa, o de la falta de ella por tanto tiempo que ya se habían sacado las mascarillas y acostado para dormir y seguían hablando.
Como la cama de Géminis 1 era enorme, las dos dormirían ahí. Ambas estaban a punto de dormirse, pero querían seguir hablando. Les gustaba estar juntas, se sentían cómodas, sabía que la otra no la juzgaría demasiado.
–¿Y no te gusta nadie? –preguntó la castaña, bostezando.
–Tal vez. –murmuró.
–¿Quien? –Géminis 1 se acomodó, lista para escucharlo todo, a pesar de que a una parte de ella le molestaba un poco que a su amiga le gustara alguien.
–No me vas a creer si te lo digo.
Géminis 2 no quería decirle que esa persona era ella. Que le gustaba desde hacía tiempo y que su ruptura con Escorpio era una gran oportunidad para ella.
–Decime –insistió –No le voy a decir a nadie, en serio.
–¿Y por qué te interesa tanto?
La castaña no quiso decirle el por qué, en especial porque no lo sabía. Según ella, era solo por curiosa, pero las dos sabían que no preguntaba solo por querer saber. Había algo más que la llevaba a insistir tanto.
–Soy tu amiga. Se supone que me lo digas.
La rubia no dijo nada, solo se sentó en la cama y se inclinó para besar suavemente a Géminis 1.
–Buenas noches –dijo sonriendo.
La castaña sonrió y abrazó a la otra geminiana. Ese beso se había sentido muy bien.
Este capítulo es para @Lulimellia espero que te haya gustado 💙 (Creo que este es el one shot que más tiempo me tomó escribir, pero no se me ocurría nada xd)
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One-Shots Zodiacales (PEDIDOS CERRADOS)
Storie d'amoreEl título lo dice todo, estas son historias de un capítulo sobre los signos del zodiaco. YA NO SE ACEPTAN MÁS PEDIDOS