156- Aries x Capricornio

942 31 4
                                    

   La había cagado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La había cagado. Aries lo supo cuando despertó en la cama de su mejor amigo, Capricornio. Flashes de la noche anterior la asaltaron. La fiesta, el alcohol, como habían llegado hasta la casa de Capricornio...

Justo cuando estaba a punto de levantarse para escapar antes de que Capricornio despertara, él la abrazó, todavía dormido, impidiendo que se moviera. No le quedó de otra que quedarse ahí y esperar a que él se levantara.

Lo observó por unos segundos, ya que no podía hacer otra cosa. "¿Como puede tener las pestañas tan largas?" pensó, aunque en realidad estaba tratando de no pensar en lo lindo que era. Desde hacía semanas que había estado algo confundida sobre lo que quería con Capricornio, porque, aunque fuera lindo, no sabía si valía la pena arruinar la amistad. Si hubiera sido cualquier otra persona, tal vez después de esa noche todo podría seguir igual, pero Aries conocía a su mejor amigo, y las cosas no volverían a ser como antes.

Después de lo que pareció una eternidad (aunque probablemente fueron solo cinco minutos), Aires decidió arriesgarse a despertar a Capricornio, porque 1) se estaba muriendo del aburrimiento y 2) tenía que ir al baño. Con cuidado, movió el brazo de Capricornio que estaba sobre su cintura y se sorprendió al notar que seguía dormido.

Haciendo la menor cantidad de ruido posible, fue al baño a hacer sus necesidades. Cuando terminó, se miró en el espejo por unos segundos. Debería haberle agarrado frío en algún punto de la noche, porque estaba usando la camiseta de Capricornio. Se recogió el cabello y, a falta de un cepillo de dientes, hizo un par de buches con el enjuague dental de Capricornio.

"Vas a ir a su habitación, te vas a vestir y te vas a ir sin despertarlo. Cuando llegues a tu casa le mandas un mensaje para que no se pregunte donde estás. Buena suerte, soldado" se dijo, mirándose fijamente al espejo. Decidida, salió del baño. A penas lo hizo, le dieron ganas de volver a entrar. Su plan acababa de arruinarse. Capricornio estaba ahí, en el pasillo, usando solamente unos joggihns. "Está bueno" fue lo único que pensó Aries, después de superar las ganas de escapar.

–Hola –dijo él, notablemente incómodo– ¿Lo de anoche...? ¿Pasó de verdad?

No pudo evitar pensar en lo bien que se veía Aries con su camiseta. Nunca la había visto como algo más que una amiga, pero no era ciego, sabía que era linda. Simplemente no se le había cruzado por la cabeza ser algo más, no hasta la noche anterior.

–Sep –dijo Aries, intentando disimular un poco más su incomodidad. No era muy común en ella sentirse así, por lo general no le importara mucho lo que la gente pensara y decía lo primero que se le pasara por la cabeza, pero esa situación era mucho más complicada.

Capricornio asintió, pensativo.

–¿Querés café?

Ocultando lo aliviada que estaba de que hubiera cambiado de tema, Aries asintió, y los dos se dirigieron hacia La Cocina del departamento de Capricornio. Era un lindo departamento, algo pequeño, pero estaba más que bien para una sola persona. Todo estaba perfectamente ordenado y limpio.

Mientras Capricornio preparaba el café, Aries se sentó, intentando no pensar mucho en la noche anterior. Ya había pasado y no podía hacer nada para revertirlo, así que solo quedaba esperar a que no afectara su relación.

Ambos se quedaron callados mientras bebían el café. Ninguno estaba muy seguro sobre qué decir.

–Esto... –comenzó a decir Capricornio– Lo que pasó ayer no tiene porqué afectar nuestra amistad ¿No?

–No, no –aseguró Aries, aunque no sonó muy segura.

Les tomó un par de días, pero al fin lograron recuperar esa confianza de mejores amigos y superar la incomodidad. Había momentos algo incómodos de vez en cuando, pero siempre buscaban alguna forma de ignorarlos y fingir que nada había pasado. Según ellos, ya lo habían superado totalmente. Pero se equivocaban.

Un mes después, Aries comenzó a hablar con un chico. Se podría decir que era su tipo; alto, marcado, gracioso y algo idiota, pero había algo que no encajaba. No podía dejar de compararlo con Capricornio, y eso la estaba volviendo loca. Logró ingeniárselas para ocultarlo, pero lo que más le preocupaba era el enamorarse de Capricornio. Si el haberlo hecho no había arruinado su amistad, el que ella sintiera algo por él definitivamente lo haría. "El que no arriesga no gana" pensó.

A Capricornio no le gustó mucho la idea de que Aries hablara con este chico. No estaba del todo seguro de porqué, pero simplemente no le gustaba. Le daba náuseas verlos juntos. Sabía que Aries no sentía nada por él, se lo había dicho varias veces, pero de todas formas le molestaba. Pero sabía que era algo estúpido y que ella podía hacer lo que quisiera, así que no dijo nada.

Era un viernes por la tarde, cuando Aries se cansó del chico. Habían ido a tomar un café, y la idiotez del chico la sorprendió, le tuvo que explicar que las estaciones eran diferentes dependiendo del hemisferio. "¿Como hizo para terminar la secundaria?" pensó Aries.

–¿A donde vas? –preguntó él, cuando ella se levantó de la nada.

–A mi casa, vine a una cita, no a escuchar tu monologo sobre... ni siquiera sé de qué estabas hablando.

Antes de que el chico pudiera responder, ella ya se había ido. Miró su celular y vio su fondo de pantalla, donde estaban ella y Capricornio en un festival de música al que habían asistido el año anterior.

Cuando le llegó un mensaje de Aries diciéndole que vaya a una tienda de ropa, Capricornio se sorprendió, pero fue de todas formas. De vez en cuando, Aries hacía ese tipo de cosas, y ya había aprendido que era mejor simplemente ir y ver que quería.

La encontró esperándolo en la puerta, se notaba que estaba ansiosa por la forma en la que miraba para todos lados y movía la pierna. Capricornio estaba a punto de preguntarle que pasaba, pero no pudo, ya que ella lo tomó por el cuello de la camiseta y lo besó. El se quedó helado por unos segundos, por lo que no fue capaz de devolverle el beso. Recién reaccionó cuando ella se alejó.

–Lo siento, pero tenía que... –comenzó a decir Aries, pero esta vez fue Capricornio la que no la dejó terminar.

Intentando no pensar mucho, la tomó de la barbilla y la besó. Aries pasó sus brazos alrededor del cuello de Capricornio y él la tomó de la cintura para acercarla más. Era una combinación extraña, ella era intensa y explosiva, mientras que él era tranquilo y más romántico, pero, de alguna forma, encajaban bien.

–Supongo que ya no vamos a poder ser amigos ¿No? –dijo Aries cuando se alejaron un poco, aunque seguían abrazados. No podía evitar sonreír.

–No quiero que seamos amigos –dijo él, serio.

La sonrisa de Aries se ensanchó mientras se acercaba para volver a besarlo.

Este capítulo es para @DanaNuez3 espero que te haya gustado 💙

One-Shots Zodiacales (PEDIDOS CERRADOS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora