Escorpio no estaba feliz. Cuando sus padres le avisaron que le habían arreglado un compromiso con la hija de sus amigos más cercanos, no le gustó una mierda la idea. Recordaba un poco a Libra, solían ser amigos cuando eran niños, pero no se veían desde que tenían como diez ¿Por qué se casaría con ella?
–Ya llegaron –dijo la madre de Escorpio, después de abrir la puerta de su habitación sin tocar. El no tenía ninguna intención de bajar–, no va a ser tan malo. Probablemente nosotras hablemos de la boda y ustedes de negocios –él no dijo nada, ni se movió, solo la miró con una de esas miradas que te dan ganas de salir corriendo lo más rápido posible–. Hace un esfuerzo por nosotros, Libra es buena ¿Ni siquiera vas a intentar conocerla?
Al final, terminó convenciéndolo. Pero no tenía ninguna intención de hablar con Libra. Tenía que haber una forma de romper el compromiso sin que sus padres lo desheredaran. Solo iría a comer con todos para recolectar información y poder armar un plan.
Cuando bajó, se encontró con la familia de Libra en la sala. Su madre se veía igual de exagerada que siempre, trataba tanto de ser elegante que llegaba a ser ridículo, aunque tenía unos diez años más y más o menos la mima cantidad de cirugías. El padre no había cambiado casi nada, aunque Escorpio notó que había ganado un par de quilos. La que había cambiado mucho era Libra. Era bastante alta (aunque no más que Escorpio), tenía más pecas y su cabello, que antes le llegaba por los hombros, estaba más largo.
Justo cuando Escorpio estaba por sentarse, a su madre se le ocurrió una increíble idea.
–¿Por qué no van a pasear por el patio? –les dijo a Escorpio y Libra– La comida va a tardar en venir y nosotros vamos a hablar de cosas aburridas de adultos.
–Yo no tengo problema –dijo Libra, y Escorpio tuvo que respirar profundo para no matar a todos.
Comenzaron a caminar alrededor del enorme patio que rodeaba la mansión en la que vivía Escorpio. Él no tenía ninguna intención de comenzar la conversación. Ya de por si ni siquiera quería estar ahí ¿Por qué se esforzaría porque los otros la pasaran bien?
–No nos vemos hace tiempo –comentó Libra, intentando llenar el silencio incómodo.
–Diez años –especificó Escorpio, sin dar pie a seguir la conversación.
A ella le molestó un poco que él se comportara así ¿Tanto le costaba al menos intentar ser amable? Sabía que no era la mejor situación, pero sería mejor sacar lo mejor posible, no quedarse con cara de enojado como un niño encaprichado.
–A mi tampoco me gusta la idea del compromiso –dijo Libra, intentando que no le temblara la voz–, pero de todas formas me estoy esforzando por al menos fingir que no me gustó una mierda.
–¿Por qué? –preguntó Escorpio, algo confundido ¿Quién hacía eso?
–Porque sé que va a pasar sin importar lo que hagamos. Nuestros padres siempre ganan, solo estoy intentando no perder tanto.
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One-Shots Zodiacales (PEDIDOS CERRADOS)
RomanceEl título lo dice todo, estas son historias de un capítulo sobre los signos del zodiaco. YA NO SE ACEPTAN MÁS PEDIDOS