Tauro y Libra se conocieron en un campamento de verano. Ambos eran consejeros de dos cabañas diferentes, por lo que no hablaban mucho, pero, en las últimas dos semanas del campamento, a los dueños se les ocurrió que las cabañas deberían unirse, para que no hubiera tanta diferencia ente chicos y chicas.
Desde entonces, los dos tuvieron que empezar a hablar más. Al principio, Tauro era bastante frío. Lo ponía un poco bastante nervioso el buen humor constante de Libra, no entendía como alguien podía sonreír tanto. Pero, después de unos días, se empezaron a llevar cada vez mejor.
–Le gustas a Libra –le dijo Acuario a su co-consejero de cabaña, Tauro. –Es demasiado obvio.
–Hace unas semanas ni siquiera hablábamos ¿Como pensas que le voy a gustar?
–Si le prestaras un poco de atención te darías cuenta –dijo el signo de aire, antes de agarrar su pistola de agua y empezar a perseguir a los pequeños pro todo el patio.
Tauro decidió ir a dar un paseo por el bosque, mientras pensaba en lo que le había dicho el chico. Tal vez si le gustaba Libra, pero ¿A él le gustaba ella? Si, era bonita, pero no sabía mucho de su personalidad.
–¿Tauro?
El giró al escuchar eso, pero no dejó de caminar y se tropezó con una raíz, cayendo. Libra corrió a su lado y lo ayudó a levantarse, pero a él le dolía demasiado el tobillo.
–Creo que me lo torcí –dijo él.
–Siéntate –ordenó ella Tengo vendas en mi mochila.
Ella sacó las vendas y empezó a trabajar. Estaban en el medio del bosque, así que nadie los escucharía ahí. La única forma de salir era logrando que Tauro caminara.
–¿Por qué tenés eso en tu mochila?
–Tengo de todo, estamos en un campamento rodeados de niños que se viven lastimados. –dijo ella –Así que siempre guardo esto.
Cuando terminó de vendarlo, se sentó junto al chico y le explicó que sería mejor esperar un poco para que se le pasara el dolor antes de seguir caminando, ya que se habían alejado bastante del campamento.
–¿Crees que los niños se den cuenta de que no estamos? –preguntó él.
–No, están muy ocupados con Acuario y Leo –dijo Libra. Estaba bastante segura de que no notarían su ausencia. –¿Venís muy seguido a pasear por el bosque?
–No, la verdad no –respondió él –¿Vos que hacías acá?
–Me gusta el bosque. En especial trepar árboles –dijo ella –Pero no le digas a los niños, o van a querer subir conmigo –dijo, medio en broma.
Se quedaron en silencio un rato, hasta que Tauro decidió que estaba lo suficientemente bien como para seguir. Ambos se pararon y empezaron a caminar lentamente. Para cuando llegaron, ya era hora de la cena.
Cada uno cenó con su cabaña, pero no podían evitar mirarse de vez en cuando. Libra sabía desde hacía tiempo que le gustaba Tauro, y él recién en ese momento se estaba dando cuenta.
Después de la cena, todos los niños fueron a asar malvaviscos a la fogata, mientras escuchaban las historias que Acuario y Leo les contaban. Los otros dos consejeros se mantenían lejos, ya que tenían demasiado calor como para acercarse al fuego.
–Tauro –dijo Libra –¿Podemos hablar?
El asintió y se alejaron un poco más para asegurarse que nadie los escucharía. Ella suspiró antes de hablar. Estaba segura de que lo que estaba por hacer era una locura, todavía no sabía como había hecho Leo para convencerla.
–Me gustas –soltó ella de repente –Y desde hace tiempo, pero no me animaba a decirlo.
Se preparó para una respuesta negativa y perdió la poca esperanza que tenía cuando Tauro tardó demasiado en contestar. La verdad era que él no estaba muy seguro de que decir, pero al final se decidió.
–También me gustas –admitió, tomando la mano de la chica.
Estaban a punto de besarse, cuando varios niños, Acuario, Leo y otros consejeros aparecieron entre los árboles y los levantaron mientras gritaban "Al lago, Al lago" al unísono. La pareja no podía evitar reírse.
Salieron del lago totalmente empapados y riendo a carcajadas. A penas salieron del agua, Tauro besó a Libra suavemente y la abrazó. Acuario chifló y los niños empezaron a gritar cosas como "que asco" o "Yo nunca voy a besar a nadie", causando la risa de los mayores.
Gracias a eso, Libra pasó las últimas semanas del campamento resfriada, por lo que Tauro se encargó de cuidarla. No dejaba que pasara frío ni que los niños la molestaran mucho, aunque le daba todos y cada uno de los dibujos que le hacían para que se mejorara. Ella sabía que todos esos cuidados no eran necesarios, pero también era consciente de que él se sentía bien cuidándola, así que no le dijo nada.
Por desgracia, el verano terminó, y junto con él, el campamento. Ya no volverían el año siguiente, ya que empezarían la universidad. No vivían muy lejos, pero de todas formas sabían que no se verían tan seguido como en esas dos semanas.
Todos los niños ya se habían ido, solo faltaba que los pasaran a buscar a ellos dos. Libra tomó sus cosas al ver el auto de su familia, pero antes, dio media vuelta para despedirse de Tauro.
–Podríamos hacer algo el fin de semana... –propuso ella. El asintió y el padre de la chica tocó bocina para que se apurara.
El taurino la besó, levantándola del piso. Ella correspondió el beso rápidamente y no se separaron hasta que volvieron a escuchar la bocina.
–Avísame cuando llegues –dijo él.
Ella asintió y salió corriendo para subir al auto.
Este capítulo es para @karimecastro29 espero que te haya gustado 💙
Hola! Se que no estoy publicando tan seguido como antes, y es por dos razones.
1) empecé las clases. Si, se que es la típica excusa, pero vuelvo muy cansada y a penas tengo tiempo para hacer cosas
2) Estoy trabajando en otras historias (de las cuales dos son del zodiaco, así que creo que les van a gustar bastante)
De todas formas voy a intentar actualizar lo más seguido posible.
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One-Shots Zodiacales (PEDIDOS CERRADOS)
RomanceEl título lo dice todo, estas son historias de un capítulo sobre los signos del zodiaco. YA NO SE ACEPTAN MÁS PEDIDOS