Escorpio y Capricornio llevaban siete años juntos. Se conocían desde los diez y habían comenzado a salir a los diecisiete. Su relación era bastante estable, por lo que el signo de tierra decidió que ya era hora de pedirle matrimonio. Solo le faltaba pensar cómo.
Al no tener ninguna idea, decidió buscar ayuda de sus mejores amigos. Diez minutos después, Cancer y Piscis (las mejores amigas de Escorpio) llegaron junto con Tauro y Sagitario (los mejores amigos de Capricornio).
–¡Al fin! –exclamó el sagitariano, al escuchar lo que su amigo quería hacer. El era el que lo había ayudado a que se pusiera de novio con la escorpiana.
–Tenés que hacer algo muy especial –dijo Cancer, quien sonreía de oreja a oreja, ya que sabía lo enamorada que estaba su amiga. Ella y Escorpio se conocían desde que tenían memoria.
–¡Una cena! –propuso Piscis. A ella la habían conocido hacía a penas dos años, pero parecía que había estado ahí siempre.
–Podrías hacerlo en la casa de campo de mis abuelos –sugirió Tauro, quien, además de ser amigo de Capricornio, era su primo. –Tienen un patio enorme y no van a estar ahí este fin de semana.
El sábado por la tarde, el capricorniano y sus amigos se encargaron de preparar todo, mientras que las chicas se encargaban de que Escorpio no se enterara de absolutamente nada. La novia de Capricornio ya estaba comenzando a sospechar que algo raro estaba pasando, pero decidió no decir nada al respecto.
Solo comenzó a hacer preguntas cuando sus amigas empezaron a insistir en peinarla y maquillarla solo para "pasar el rato".
Media hora después, el cabello de Escorpio estaba recogido en una prolija trenza cosida, sus ojos estaban perfectamente delineados y sus labios estaban rojos.
–Ya está llegando –anunció Cancer, mirando su celular.
–¿Quien? –preguntó Escorpio, confundida.
–Ponete tu vestido negro. –le dijo Piscis. –Ya sabes de cual te hablo.
Las dos chicas salieron de la habitación, dejando a la escorpiana sola y con todavía más preguntas que antes. Al final, decidió ponerse el vestido para ver que demonios era lo que estaba pasando.
–No entiendo nada.
A penas dijo eso, el timbre sonó. Ella abrió la puerta y se encontró con Capricornio, quien tenía un gran ramo de rosas rojas en la mano.
–¿Que...? –comenzó a decir Escorpio, pero no sabía como terminar la pregunta, así que simplemente tomó las flores y subió al auto.
–No te puedo decir nada hasta que lleguemos –dijo él.
La casa de los abuelos de Tauro estaba un poco lejos, por lo que tardaron alrededor de una hora en llegar. Capricornio estaba muy nervioso, y ella lo notó.
Cuando llegaron, él le pidió que cerrara los ojos y ella obedeció. El signo de tierra guió a la chica hacia la parte de atrás de la casa. Cuando al fin vio todo lo que Capricornio había preparado, se quedó boquiabierta. Habían luces colgadas en los árboles y una mesa para dos en El Centro del patio, rodeada por velas.
Al acercarse, Escorpio notó que, en los dos platos que estaban en la mesa, habían ñoquis, su comida favorita. Abrazó a Capricornio.
–Te amo –murmuró ella.
El la besó suavemente y, cuando se alejaron, se sentaron en la mesa y empezaron a comer.
–¿Sabes en donde pedí los ñoquis?
Escorpio sonrió al darse cuenta ¿Como no lo había notado antes?
–En lo de Doña María ¿No?
El asintió. Doña María era la abuela de Sagitario, y la dueña del restaurante donde se habían conocido, cuando el signo de tierra había invitado a Tauro y a Capricornio a cenar ahí con él, Cancer y Escorpio, ya que en ese tiempo le gustaba la canceriana. También había sido el lugar donde le había pedido que fuera su novia. Era algo muy especial para los dos.
–Voy a traer el postre –dijo él, cuando terminaron los ñoquis.
Fui hacia el interior de la casa y volvió con un pastel de chocolate. Lo dejó en frente de Escorpio. Ella quedó estupefacta cuando leyó lo que él había escrito. Encima del paste, en plateado y con letra cursiva se leía;
"¿Te casarías conmigo?"
Escorpio giró y encontró a Capricornio arrodillado, con un anillo en la mano. El intentaba no temblar, estaba demasiado nervioso, pero también emocionado.
Ella lo abrazó, tirandolo sobre el pasto. Estaba a punto de llorar de felicidad. Se besaron varias veces antes de darse cuenta de que estaban en el pasto, pero a ninguno le importó.
–Entonces ¿Eso es un si? –preguntó él, solo para estar seguro.
Escorpio asintió, sonriendo, y él le puso el anillo. Se quedaron así por un rato largo, abrazados y mirando a las estrellas.
Este capítulo es para @airvot espero que te haya gustado 💙
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One-Shots Zodiacales (PEDIDOS CERRADOS)
RomansaEl título lo dice todo, estas son historias de un capítulo sobre los signos del zodiaco. YA NO SE ACEPTAN MÁS PEDIDOS