Capítulo 40

430 90 12
                                    

Capítulo 40:
❝El resultado de una patética pelea❞

   Keigo cierra sus ojos, resignado. Bien, su intenso entrenamiento desde pequeño no había servido para nada en contra de la problemática roba quirk. Ahora debería regresar a la Comisión sin su singularidad, como un fracasado, iba a tener que abandonar su carrera y cerrar o vender su agencia, y todos los años en la Academia iban irse al caño en cuestión de segundos. ¡La mujer encima suyo ni siquiera lucía cansada! Había dado su menor esfuerzo para derrotarlo. Eso era patético.
   Kana ríe bajito. Sus risitas poco a poco se vuelven carcajadas, sus ojos se cierran y su nariz se arruga un poco, sus hombros se mueven de arriba a abajo al compás de su voz.
   Se levanta y sacude su falda.
   -Eso fue divertido, héroe -comenta, y le ofrece una pequeña reverencia-. Tienes un buen quirk, pero creo que no deberías depender tanto de ello.
   El rubio observa sus alas, intactas, las sacude para asegurarse que aun funcionan, y dispara dos plumas sin problema alguno.
   -¿No ibas a quitarme el quirk?
   -Sí, ¡pero no pude evitar sentir lástima por ti! Eres solo un niño, y te has esforzado un montón por llegar a donde estás ahora. Además, eres guapo, no me gustaría verte poner una cara triste.
   -¿Entonces?
   -Bienvenido a la Liga, Takami-kun -finaliza, liberando a su oponente y ofreciéndole una amplia sonrisa.
   -¿Ah? Pero... me venciste.
   -¡Eso es mejor! Si se te ocurre traicionarnos sabrás de lo que soy capaz de hacerte. ¡Ese ni siquiera era mi 100%! Así que piensa dos veces cualquier movimiento que harás -por fin abre sus ojos y lo señala con el dedo índice, apartándole un mechón de cabello del rostro, sin dejar de sonreír-, la próxima vez que tenga mi mano en tu rostro no dudaré quitarte ese patética singularidad tuya, ¿entendido, pajarraco?
   El héroe tragó un nudo de saliva y asintió energéticamente.
   Nunca se había sentido tan intimidado, abrumado, frustrado, avergonzado y atraído por alguien al mismo tiempo. La sola presencia de Kana le causaba dolores de estómago, pensar que podía acabar su carrera en unos pocos segundos era escalofriante... pero ella era ridículamente linda y dulce. Dabi la describió como "la mamá del grupo" lo que no había creído hasta ese momento.
   -Bienvenido al grupo, niño lindo -se mofa Dabi, acercándose a ellos y palmeando la espalda del rubio-. No te arrepentirás.
   -¡Kana-chan! -una cuarta presencia interrumpe la escena. Es Twice, lleva su máscara y a su lado anda una clon de Kana cargando a la pequeña Eri.
   -¡Mamá! -exclama la chiquilla.
   -¿Mamá? -murmura Keigo, abriendo sus ojos con sorpresa.
   -Perdón por la tardanza, Eri-chan no quería que la cargara nadie que no fueras tú, ¿no es dulce? ¡Es una niña tan problemática! ¡Totalmente adorable!
   -Gracias, Twice -suspira, cargando a su niña-. ¿Estás lista, querida? -le sonríe, y ella asiente- Takami-kun, esta es mi hija, Shigaraki Eri. Eri, este es tu nuevo tío, Keigo.
   -Hola, un gusto -susurra, abrazándose a su encargada.
   -Encantado -sonríe él, estrechando su mano-. Entonces, ¿eres madre?
   -Sí -sonríe Kana, entrecerrando sus ojos-. Es adorable, ¿no? ¡Hasta tiene mis ojos!
   Eri ríe bajito y se abraza más a ella, escondiendo su rostro entre su cuello y su hombro.
   Keigo no es (tan) idiota, sabe que esa chiquilla es Eri, la niña a la que intentaron rescatar hace una semana un montón de héroes. Todos decían que debía estar aterrada, siendo tratada peor que un animal e incluso torturada, siendo ocupada para nada más que para cosas malas, algunos incluso teorizaban que ya debía estar muerta, que Double seguramente le había arrebatado el quirk y luego asesinado.
   No sabía qué pensar al verla tan feliz, abrazada a Kana mientras reía y le besaba las mejillas. No lucía torturada, no lucía adolorida, no cargaba vendas en sus brazos ni piernas, su rostro lucía limpio y brillante, sus ojos brillantes y llenos de vida, su cabello sedoso y bien cepillado.
   -Puedes irte ya, héroe -indica la mujer, apartándose el cabello del rostro y dejando a la niña en el suelo-. Tengo cosas que hacer y seguro tú tienes gente que salvar. Regresa en la noche y te daré algo que hacer, ¿sí?
   -Lo que usted diga, jefa.
   Y sin decir más se retira volando.
   Se encuentra conflictuado por la naturaleza de la villana: es gentil, cálida, dulce y amable. Pero ha visto sus reportajes y documentales, la ha visto actuar sin piedad en contra de sus oponentes, la ha visto destrozar sus quirks, arrebatarlos, pelear con ellos hasta dejarlos tan débiles como para que no pudieran ni respirar por su cuenta. No había visto el rostro que escondían las máscaras Noh, y ahora que podía verlo por primera vez sentía que no encajaba con el símbolo que representaba.
   -Hey, Dabi -llama Kana, sacudiendo el brazo de su aliado.
   -¿Qué pasa?
   -¿Dónde lo conseguiste?
   -¿De qué hablas, mujer?
   -A Takami-kun, ¿de dónde lo sacaste? ¡Es tan guapo! Necesito más aliados como él, ¡Eri necesita alguien a quien decirle papá y yo alguien a quien llamar papi!
   -Solo tuve suerte de encontrarlo. Puedes quedártelo si quieres.
   -¡¿Si quiero?! ¡Lo necesito! Pero es demasiado bajito... A partir de ahora tu deber, Dabi, es encontrar alguien guapo que mida más de 200cm.
   -Estás loca. ¿Por qué eres tan malditamente gigante? Ahora deberás conformarte con hombres más bajos que tú, no hay forma que encuentre a alguien con más de 200cm.
   -¡Esfuérzate! ¡Confío en ti!
   -Double, no...
   -¡Double, sí!

The Bad Guy ;; BNHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora