Capítulo 81

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Capítulo 81:
❝Hell Flame❞

   Con su distorsionada y cansada vista Endeavor solo reconoce una sombra oscura que se eleva delante suyo. Sus ojos amarillos brillan con intensidad, su sonrisa es amplia y muy blanca, su cabello extendido a los lados de su rostro la hacen parecer como una cobra a punto de atacar, aún débil nota que carga algo entre sus manos, algo que va a hacerle daño.
   Con sus pocas fuerzas logra elevar el brazo y manda una potente pero delgada llamarada hacia ella.
   Kana no estaba preparada para tal cosa.
   Intenta retroceder impulsándose en el aire, se saca la máscara de madera para que esto no le cause más daño cuando se prenda en fuego, las infernales llamas rozan su rostro desnudo, siente el calor, su ojo de vidrio revienta a causa de la temperatura, le lastima el interior de la cuenca, siente el olor a quemado justo en su nariz.
   Grita de dolor cuando cae al piso. Las cámaras la enfocan a lo lejos. Es brutal, la carne quemada se desprende de su rostro y se le ve ciertamente desesperada intentando aliviar su propia herida, su cuenca chorrea sangre y no puede ni abrirla, no puede pensar adecuadamente en nada más que en el dolor, ni siquiera cuando perdió la pierna había sufrido tanto. Jadea con fuerza.
   De pronto el fuego no está solo en su piel, sino también a su alrededor. Dabi se encuentra delante suyo, protegiéndola con su cuerpo. Delante suyo Endeavor es sostenido por un claramente desarmado Hawks.
   —¿Estás bien? —masculle, enfrentando su mirada con la de Hawks.
   —Sí —miente jadeando fuertemente, gruñendo y doblegándose de dolor—. Solo vámonos de aquí ahora.
   Asiente, y sonríe de lado ante la mirada de confusión de su debilitado padre. Si no fuera por Kana y porque escucha sirenas alrededor suyo daría su golpe de gracia, pero ya no soporta el calor alrededor suyo.
   La sustancia negra como brea los empieza a absorber.
   —Rómpete una pierna la próxima vez, Todoroki Enji.
   Y ambos desaparecen.
   Son transportados a su guarida.
   —¡Kana! —exclama Tomura, poniéndose de pie al verla llegar. Eri exhala de sorpresa y horror, por lo que su insinto de hermano mayor le gana y se apresura a cubrir los ojos de la chiquilla antes que correr hacia Kana. Ya que está cerca cubre los de Mocchi también.
   —Ni lo digas —gruñe, corriendo al baño.
   Ino y Ryōsoku corren detrás de ella. Kana toma agua entre sus manos y lo echa en su rostro. Gime de dolor una vez más, pero exhala fuertemente de alivio. Ryō le sujeta la nuca para enfriarla un poco.
   Cuando el dolor desaparece irgue su espalda para verse en el espejo encima del lavabo. Tiene el cabello intacto, solo ha quemado uno de los largos mechones que siempre lleva delante, pero no la ha dejado calva y eso es genial. La quemadura luce terrible, aún tiene piel colgando que toma entre sus dedos para arrancar poco a poco.
   —¡No hagas eso! —regaña Ino, sujetándole las manos para detenerla— Luego tendremos que ponerte grapas como a Dabi.
   Gruñe bajito. Ryōsoku la sienta en la taza del baño e Ino toma el botiquín a su lado; Kana lo tiene de adorno, pues tiene varios quirks de sanación que puede usar en cuanto alguien se lastime, pero en ese momento agradece tenerlo, no puede pensar en nada más que "duele"... pero realmente no podría decirlo.
   La de cabello morado la limpia con mucho cuidado, ella ni siquiera se queja. Ino presiona con más fuerza en busca de hacerla reaccionar, pero el único ojo de Kana permanece catatónico en una baldosa del piso.
   —¿No te duele? —masculle afligida.
   —¿Ah? —murmura, fijándose en la mano que la sana— Oh, no. No siento dolor.
   —Ya...
   Termina de limpiar y sin saber muy bien corta la piel suelta. De la extracción de su ojo se encarga la de cabello cobrizo, pero no daré detalles porque no se me ocurre cómo se hace.
   —Yo lo haré —murmura Kana, cuando la ve acercar la venda a su rostro.
   La extiende y rodea el área afectada, cubierta en gasas, con mucho cuidado. Se acomoda el cabello para ocultarla un poco, y cuando termina suspira de alivio. Sale de la habitación, y Eri corre a abrazarla con fuerza.
   —¿Estás bien? —habla afligida, con la voz quebrada.
   —Claro, bebé —sonríe, acariciándole el cabello—, son solo gajes del oficio. Estaré bien.
   Asiente, pero no la suelta. Kana la sujeta entre brazos y se lanza al sofá. Tomura y Mocchi tienen una expresión facial parecida: aflicción.
   Pero ella ríe.
   Ríe mientras se aparta el cabello del rostro. No es la misma risa del bar, es una risa cínica, llena de sarcasmo.
   —¿No es divertido? —y se señala el rostro— ¡Hace mucho nadie me hacía tanto daño! ¡Daño físico irreparable! Estaba ahí, tirado en el suelo, casi muerto, y de pronto ¡fum! Por suerte soy rápida, de lo contrario me hubiera destrozado el rostro entero. No hay forma de reparar esto con ningún quirk que conozca, ¡y eso es genial! Me recuerda que aún soy débil.
   —¿Débil? —gruñe Tomura— No eres débil, Kana, derrotaste a Mirko tú sola y no dejaste a otro montón de pro héroes ni tocarte. Te vi enfrentarte a All Might y casi ganarle. Te vi escapar de Ryukyu, Endeavor, Best Jeanist, Eraserhead y Hawks. Te graduaste de la U.A con las mejores notas y eres de los puntajes más altos que ha salido de ahí, incluso mayor que el mismísimo All Might. ¿Y dices que eres débil? Te descuidaste, eso es todo, no eres débil.
   —Así habla alguien débil —sonríe ampliamente, entrecerrando el ojo y señalándolo con el dedo índice—. Personas como ustedes no lo entienden, ¡yo debería ser una criatura casi perfecta! Mi puntaje es perfecto, mis habilidades son perfectas, ¡estás cosas no deberían pasarme a mí! Si un patético héroe moribundo puede hacerme esto es porque algo anda mal, ¡me he hecho débil con los años! ¡Es lamentable! Debo entrenar más y ser más fuerte, es obvio para mí, ¡Plus Ultra!
   Da miedo.
   Parece que no habla por si misma, es como si recitara un montón de basura que le han metido en la cabeza durante varios años. Es como un robot programado para mejorar, esas inteligencias artificiales que memorizan los movimientos de sus oponentes y en cada partida se vuelven más y más difíciles de superar.
   —Estás enferma —masculle Ryōsoku, expresando lo que todos están pensando.
   —Les tomó un rato darse cuenta...

The Bad Guy ;; BNHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora