The Bad Guy ;; BNHA

Capítulo 58

Capítulo 58:
❝El primer capítulo sin un título creativo pero que trata de Kana coqueteando o algo así❞

　　　—Sigamos en contacto —pide Mito, abriendo la puerta para Kana.
　　　—Claro —sonríe ella, mientras sale de la habitación del pelirrojo. 
　　　Regresa a su habitación claramente contenta. En la cama están Tomura y Eri, su hermano tiene un libro entre manos y le enseña a leer algunos caracteres a la chiquilla.
　　　—¿Te divertiste? —inquiere al verla entrar, enarcando una ceja.
　　　—Sí —responde, sacándose la salida de baño y tomando ropa cómoda de su maleta.
　　　—¡El tío Tomura me está enseñando a leer! —exclama Eri, emocionada, sacudiéndose sus manitos— ¡Mira, mira! Ya sé que dice aquí: "lluvía".
　　　—Llovía, Eri.
　　　—¡Llovía!
　　　—Muy bien, Eri —sonríe la mayor, acariciándole el cabello—. Voy a pagarte un tutor para que te enseñe muchas cosas, ¿de acuerdo?
　　　Asiente varias veces.
　　　Kana se mete al baño y se saca el traje de baño para colocarse la pijama, se quita el maquillaje y se suelta el cabello. Sale vistiendo una camiseta más grande que ella, con un pantalón largo flojo.
　　　Se lanza a la cama y toma su celular para ver sus redes. Entra a foros y a diferentes perfiles, todos relacionados a Double, algunas eran páginas de odio y otras de apoyo.
　　　No decían mucho.
　　　Eso significaba una cosa.
　　　Ya llevaba demasiado tiempo inactiva.
　　　Tenía que hacer algo grande para volver a las páginas principales, que su máscara volviera a aparecer en las portadas de los periódicos y su nombre fuera pronunciado en los reportajes y las noticias.
　　　Se acuesta panza-arriba para ver el techo.
　　　¿Cuál sería su próximo gran ataque?
　　　Necesitaba dinero, y si seguía intercambiado su propio oro iba a desequilibrar la economía nacional, iba a intentar robar otra vez a ver si podía robar algunos quirks interesantes... o solo iba a divertirse recordándole a la sociedad que era una mujer problemática contra la que nadie podía hacer nada.
　　　Sí, eso haría.
　　　—¿Iremos a cenar? —pregunta Eri, bajándose de la cama de Tomura para subirse a la cama de Kana— Tengo hambre.
　　　—Como quieras, bebé —sonríe, acariciándole el cabello— ¿Quieres comer, niño problemas?
　　　—Seh —acepta simplemente, dejando el libro a un lado.
　　　—Bien, vamos.
　　　Se levanta y los tres salen al comedor. El lugar está vacío a excepción de sus aliados y uno o dos presentes más.
　　　—¿La pasaste bien? —inquiere Ino tirando una silla para que la reina se siente a su lado.
　　　—Seh —sonríe, apartándose un mechón de cabello del rostro, dando un trago a su bebida.
　　　—¡Ese tipo lucía realmente grande! ¡Puedo imaginarlo totalmente! —da brinquitos en su silla, sacudiendo sus manos de arriba a abajo al mismo ritmo de sus enormes pechos. Va muy cubierta, con una bufanda y un abrigo delgado pero manga larga, lo único que tiene descubierto son sus labios, sus mejillas y su nariz— ¡Eres realmente afortunada! ¡Si no estuviera con Ryō-chan te hubiera pedido que me invitaras! En pelea mi quirk es conveniente, ¡pero en la habitación es el lugar donde se da a relucir!
　　　—Lo probaremos otro día —ríe, rodando los ojos.
　　　—¡Genial!
　　　—¿Cuál es su quirk, Ikeda-san? —murmura Eri, frunciendo el ceño confundida.
　　　—Oh... Uhm... bueno... ¡puedo hacer dormir a las personas! Sí, eso es, si, si, si.
　　　—Ya...
　　　Las gigantes intercambian miradas. Ryōsoku ríe bajito ante el rostro de horror en Ino, quien casi se delata delante de una chiquilla, arruinando su inocencia.
　　　—Entonces, ¿quién era ese sujeto? —inquiere Toga, enarcando una ceja.
　　　—Un ex —responde Kana, rodando los ojos—. Fuimos novios mientras estudiábamos, pero dejamos de vernos hace varios años.
　　　—¿Regresaste con él o algo? —murmura, entrecerrando los ojos.
　　　—Nah.
　　　—Oh, gracias a Dios —suspira Mr. Compress—. Empezaba a temer haber encontrado un rival.
　　　—Por favor —ríe la mujer, entrecerrando los ojos—, ¿crees que siquiera puedes aplicar para la competencia?
　　　—¿Qué necesito para aplicar?
　　　—Medir, mínimo, dos metros.
　　　—Rayos.
　　　—O tener plumas bonitas —sonríe Ryosoku, viendo fijamente a Keigo.
　　　El rubio levanta la mirada de su plato y encuentra a sus ojos con los de la gigante, esta muestra sus colmillos en un intento de sonrisa y señala a Kana, quien ríe bajito.
　　　—¿Por qué no vamos en la noche a tomar algo? —invita Ino— Todos nosotros.
　　　—Suena bien —acepta la castaña, entrecerrando los ojos.
　　　—Yo no bebo —se niega Tomura.
　　　—Yo tampoco —se lamenta Toga, haciendo un puchero con los labios.
　　　—Es un no para mí —agrega Twice.
　　　—¿Puedo ir yo? —pide Eri.
　　　—No, linda —sonríe Kana, acariciándole el cabello—, es solo para adultos. Pero tu tío Tomura, tu tía Toga y tu tío Jin cuidarán de ti en la noche, ¿de acuerdo? Les dejaré mi celular para que se diviertan.
　　　—De acuerdo, ¡voy a leer mucho mientras no estés!
　　　—¡Genial! ¡Esfuérzate!
　　　—¡Sí!
　　　—Ustedes vienen también, ¿no? —sonríe Ino, dirigiéndose a los varones restantes de la Liga.
　　　—Oh, sí, estoy ansioso por- —ríe Dabi, asintiendo con la cabeza. Ryosoku lo fulmina con la mirada, enarcando una ceja y haciendo un pequeño puchero— por pasar un tiempo sano de diversión donde la pasemos bien respetándonos mutuamente.
　　　—Eso creí —gruñe, mostrando sus colmillos y arrojándole un chícharo al rostro—. Tú vendrás, ¿verdad, pajarraco?
　　　—A mí no me gusta mucho beber... —masculle Keigo, desviando la mirada.
　　　—¿Cabeza de pollo? —se mofa Ino, arrugando la nariz.
　　　—Vamos, Takami-kun, será divertido —asegura Kana, sonriendo ampliamente—. ¡Pasemos todos un buen rato!
　　　Frunce los labios. Dabi le golpea el abdomen por debajo de la mesa, intentando hacerlo reaccionar.
　　　—Bien... divirtámonos un rato.