Capítulo 52

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Capítulo 52:
❝El típico relleno en la playa, parte 3❞

   Cuando sus dedos estuvieron arrugados como pasas, Kana y Eri salieron del agua. La chiquilla estaba más que encantada con el lugar, no esperaba a poder volver al agua, pero entendía que Kana quisiera descansar unos momentos.
   La mujer extendió una toalla en la arena y se dejó caer sobre esta sin cuidado alguno, usando su maleta como almohada. La primera vez que fue a la playa tenía trece años.
   Era un día sin clases por culpa de un ataque de villanos a la Academia. Nemuri sugirió que, en lugar de irse a sus casas, podían escapar a la playa sin decírselo a nadie. Al principio todos se negaron, pero finalmente fueron convencidos por la chica y acabaron en la playa, bañándose en ropa interior pues no llevaban traje de baño, y por todos me refiero a Kana, Oboro, Shōta e Hizashi, Mito se escapó también de su Academia para acompañarlos, pero él se excusó diciendo que se sentía enfermo. Regresaron terriblemente quemados y cansados, se durmieron en el metro de regreso. Al llegar a su destino descubrieron que sus padres los estaban buscando pues la Academia los había llamado, para avisarles que no habrían clases...
   Se llevaron las palizas de sus vidas.
   Pero no se arrepentían.
   Y en ese momento tampoco se arrepentía.
   —Ve a jugar con los demás, Eri —pide Kana, y de la arena surge una clon de ella—. Voy a descansar un rato.
   La chiquilla asiente y toma la mano del clon para irse con ella a construir castillos de arena.
   —¿Vamos a almorzar? —pregunta Toga, acercándose a Kana e interrumpiendo su intento de sueño.
   —Preparé sándwiches para todos —suspira la mayor, sentándose en la toalla y frotándose el rostro. Se saca la gorra, lo único que no se ha mojado además del cabello. Crea otro clon desde la arena y la manda al vehículo. Regresa con otra maleta y se deshace—. Preparé sándwiches, empaqué refrescos, traje botanas... disfruten.
   Pronto la Liga entera se acerca a Kana. Extienden toallas y se sientan cerca de ella para tomar comida, tienen mucha hambre. La mujer los observa con una media sonrisa en el rostro, hablan fuerte y ríen de estupideces.
   —¿Ustedes no van a comer? —pregunta a Ino, mientras Ryōsoku camina hacia su transporte.
   —Traemos nuestra comida —responde sonriendo. Se aparta el cabello del rostro, revelando sus grandes ojos con pupilas en forma de corazón—. Ya la traerá.
   La gigante regresa con una enorme mochila entre manos. La lanza a la toalla.
   —¿Todo eso es su comida? —inquiere Toga.
   —Esta es mi comida —indica Ino, y saca de la mochila una caja con un sándwich de quince centímetros—. El resto es de ella.
   —¿Puedo preguntar? —murmura Dabi, entrecerrando los ojos.
   —Puedes —permite la rubia.
   —¿Qué tienes en la mochila?
   La más alta sonríe.
   Abre la maleta lo más que puede para demostrar su contenido. Los ojos turquesa del muchacho se abren con sorpresa. Bolsas y bolsas de botanas, cajas con comida una sobre la otra, latas de refresco apiladas a un lado, salsas, galletas, panes...
   —¿Eso es para todo el día?
   —Este es mi almuerzo —corrige, entrecerrando sus ojos.
   Frunce los labios y desvía la mirada.
   —¿Tienes algo que decir al respecto, chico malo? —inquiere burlesca.
   —Que es una cantidad de comida respetable sobre la que no diré nada porque no está en mi poder opinar sobre lo que otras personas hacen con su cuerpo.
   —Eso creí.
   —¡Eso es un montón de comida! —pero el imprudente Twice sale al aire— Sinceramente creí que comerías más, ¡eres tan grande!
   Para sorpresa del fugitivo Todoroki, Ryōsoku ríe.
   —¡Puedo comer el doble de esto! —asegura— Pero también puedo comer solo la mitad.
   —¿Entonces?
   —¡Solo me gusta comer!
   —¡Gorda!
   —¡Sí!
   Y vuelve a reír.
   Porque en este su libro cristiano y apto para toda la familia apoyamos y admiramos todo tipo de cuerpo, desde los redondos hasta las líneas totalmente rectas, claro que sí. Quiéranse amiguitos, tomen agua, coman frutita y duerman un rato.
   —¡Estos sándwiches están muy buenos! —exclama Toga— Nee, ¿cómo los preparaste? Son solo sándwiches, ¡pero saben muy bien! ¡De verdad! ¿Verdad que sí? —Twice asiente energéticamente— ¿Cómo?
   —No lo sé, supongo que son solo mis habilidades de ama de casa —sonríe ella, sujetándose una mejilla con la mano.
   —¿Segura que no quieres un padre para Eri-chan? —murmura Mr. Compress.
   —¡Muy segura!
   —¿Segura? —insiste Spinner.
   —Sí...
   —¿Segurísima? —se agrega Dabi.
   —Que sí.
   —¿Muy segura? —e Ino señala a Keigo.
   Kana le da una mordida a su sándwich e intercambia miradas con Eri, quien bebe su refresco y asiente repetidas veces.
   —Quizás puedo reconsiderarlo...
   —¿Quizás? —ríe Ryōsoku.
   —Quizás.
   —¿Qué te pasó en la pierna? —pregunta Kyoden, señalando la prótesis de material parecido al metal.
   —¡Ah! —Kana sonríe ampliamente al escucharle hablar. No solo hablar, sino formular una pregunta— Bueno, fue un accidente mientras estaba en la U.A. Un villano me mordió en una misión y la arrancó...
   —¿Un villano te mordió? —repite Ryōsoku.
   —Y me la arrancó.
   —¿Quién era?
   —Era un villano canibal, gigantesco, medía tres metros o algo. Era muy fuerte y aterrador, no tenía labios y solo tenía grandes colmillo. Creo que se hacía llamar Masaru...
   —¿De cabello marrón y tristes ojos azules?
   —¡Sí!
   —¡Era mi padre!
   —Oh... bueno, tu padre me pateó el trasero.
   —¿Qué le pasó a su padre? —pregunta Eri, curiosa como lo es cualquier chiquilla.
   —Ahora está preso —habla, y su mirada se ablanda un poco. Mira la arena—, en el Tártaro. Quiero sacarlo de ahí, por eso estoy aquí. Espero que la Liga me ayude a conseguir el poder suficiente para liberarlo...
   —Lo querías mucho, ¿no?
   —Sí... Él es un buen sujeto, solo... bueno, tomó malas decisiones que lo llevaron a un mal lugar.
   —¿Hace cuánto está en prisión? —inquiere Kyoden.
   —Cuatro años —sus ojos se fijan en el héroe alado, quien se estremece ante la frialdad que emana a pesar de la permanente sonrisa en su rostro—. Un héroe alado lo atrapó el mismo día de su debut... creo que se hace llamar Hawks.
   —Oh —murmura Tomura—. Bueno, eso explica muchas cosas. De haberlo sabido antes hubiera permitido que te lo comieras desde un principio. Adelante. Venga a tu padre. Te lo mereces.
   Hawks se pone de pie, preparado para salir corriendo y salvar su culo...
   —Nah —ríe la rubia, y se gira hacia Ino, ella le sonríe ampliamente—. Gracias a eso conocí a Ino...
   —Y gracias a eso conocí a Ryō —ríe la otra, y le toma la mano.
   —Así que gracias, héroe. Soy feliz gracias a ti y tu trabajo... o al menos estoy construyendo mi felicidad ideal.
   —Repugnante... ¡Es genial que ustedes dos sean tan buenas amigas! —anima Twice, elevando sus pulgares.
   —Sí —Ryōsoku ríe, enarcando una ceja—, excelentes amigas.

。。。

son lesbianas, Jin.

The Bad Guy ;; BNHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora