Capítulo 70:
❝Donde Kana sigue enferma❞Luego del mediodía, como ya se esperaba, llegaron Ryōsoku, Ino y Dabi. Mocchi estaba ahí también, esta vez era cargada por Ryō.
—¿Dónde está Kana? —pregunta Dabi, quien de inmediato siente extraño no ver la enorme e intimidante figura de la reina del lugar. Normalmente puede distinguirla en la cocina, delante de la estufa haciendo Dios sabe qué, o detrás del sofá limpiando, en el comedor.
—Está enferma —responde Eri, esbozando una cara triste—. Al parecer tiene un resfriado.
—Está descansando ahora —continúa Tomura—, no hay que molestarla. Son pocas las veces que duerme tanto y no dudo que en un rato se despertará diciendo que está bien aunque sea mentira.
—Bueno, no hay de otra —suspira Ino—. Hay que empezar a estudiar ahora. ¿Estás lista, Eri?
—Sí —la chiquilla asiente repetidas veces.
—Genial, vamos.
Van los cinco a la mesa. Mocchi se queda al lado de Ryōsoku y Dabi para que no distraer a Eri, pero en su lugar distrae a quien se supone es su medio hermano. Aunque él asegura que le está prestando atención a Ryō, realmente está concentrado en Mocchi, quien se encuentra sentada en la mesa sujetándole la mano y examinando con suma curiosidad su piel quemada y sus grapas. Es sumamente pequeña, tiene seis años pero mide lo mismo que una niña de tres o cuatro años, incluso de dos si se considera que cada generación los niños vienen más grandes, su cabello es de un rosa muy pálido, es liso y suave, sedoso, y claramente no habla, emite algunos sonidos para expresar molestia o agrado, ríe, y ayer la escuchó llorar cuando la luz se fue unos momentos por la lluvia, pero era muy silenciosa a comparación de otros niños, y él lo sabía, había vivido con otros tres. Sus ojos eran muy parecidos a los de su familia, intensos, rasgados, de color turquesa como los de su padre; su nariz también era como la de la familia, pequeña y respingada; la forma de su rostro también era de la familia; lo único que la diferenciaba de él y sus hermanos eran sus labios, carnosos y muy rosados, como una muñeca. Además sus pecas, que no las presentaba nadie que él conociera en la familia.
—Dabi —llama Ryōsoku por quinta vez ya—, ¡Touya!
—¿Ah? —murmura, sorprendido por la mención de su nombre— ¿Qué?
—¿Qué años comprende el período Edo de Japón?
—Uhm... ¿300?
—¡Ni siquiera te estoy explicando eso! —regaña, golpeándolo en el brazo y señalando el libro de matemática— Deja en paz a Mocchan y presta atención.
—Sí, perdón.
Ella suspira y presiona suavemente la nariz de la chiquilla, quien ríe ante el gesto y le sujeta el dedo.
—¿Cómo tú eres tan feo si son del mismo padre? —se mofa, enarcando una ceja.
—De pequeño era muy lindo —asegura, sonriendo de lado—. Tenía el cabello esponjoso y la piel suave y una mirada encantadora, era muy bajo también, y bastante patético, pero eso era del lado de mi madre. No sé de dónde lo sacó Mocchi.
—¡Mocchan no es patética! —regaña Ino, asomando por un lado de la pared de hielo que los divide— Es pequeña porque mi mamá es pequeña, ¡y yo también era pequeña a su edad!, y las pecas son por mi padre, yo también tengo algunas en... bueno, no importa. Pero mi niña no es patética. Es saludable y muy linda.
—Amor, estamos en clases —ríe Ryōsoku.
—Cierto —y regresa a su mitad.
—¿Y qué hay de su sordera? —inquiere Dabi.
—No nació sorda —explica, dando vueltas al bolígrafo entre sus dedos—, quedó sorda luego de una explosión por un villano cerca de casa de Ino. El señor Ikeda murió protegiendo a Mocchan, y ella no escucha desde entonces.
—Oh. ¡Oh! Por eso no puede usar aparatos, tiene lastimado los- ¡Oh! Ya, ya. Tiene sentido.
Una puerta se abre. Es la habitación de Kana. La mujer sale, luce pálida y se tambalea un poco, se frota los ojos.
—¡Mamá! —exclama Eri.
—No te acerques, linda —pide, extendiendo su mano para pedirle detenerse—. No quiero contagiarte. Solo voy por un vaso de agua y regresaré a mi cuarentena.
—No eres tan invencible como siempres dices, eh —ríe Ino, arrugando la nariz.
—Soy bastante patética —admite, sorbiendo sus mocos, entrando a la cocina.
Ryōsoku baja la pared unos momentos y frota sus manos entre si para generar calor, exhala denso aire frío y sacude su cuerpo.
—¿Estás bien? —inquiere Dabi.
—Solo necesito regular mi temperatura —murmura, poniéndose de pie, sus colmillos tiritan—. Saldré un rato, ya vuelvo.
Se dirige a la salida y se retira.
—Terminemos las clases temprano hoy, Eri —sonríe Ino, cerrando el cuaderno.
—Bien —la niña asiente y baja de la silla para regresar a la sala.
Dabi e Ino permanecen en silencio unos momentos.
—¿Ryō va a estar bien?
—Le sucede cuando congela o derrite demasiado —explica—. La temperatura de su cuerpo se desquilibra y puede morir de calor o frío, así que debe regularlo. Ha estado usando mucho su hielo estos días, pero va a estar bien, no te preocupes por ella.
Asiente.
—¿Endeavor conoce a Mocchi? —inquiere, frunciendo el ceño.
—La vio en algunas ultrasonografías y el día que nació, pero luego de eso nada. Me manda dinero para que lo deje en paz y eso es todo... Dijo que no tenía tiempo de críar otro hijo, mucho menos una bastarda de quirk patético. Es desagradable.
—¿Cómo acabaste con él?
—Trabajo.
—Oh... —guarda silencio unos segundos— ¿No puedes chantajearlo o algo para que pague su operación? Ya sabes, exponerlo en los medios o algo así. Además, ¿no es como... su obligación?
—Ya no importa. Me falta poco para tenerlo todo. En una o dos semanas más tendré todo el dinero necesario.
—Pero necesitarás dinero para cuidarla después de la operación.
Suspira con cierta fuerza.
—Mira, no quiero hablar con Endeavor nunca más en mi vida —admite, sacándose las gafas—. Es un buen héroe, pero como persona es de las peores mierdas. Me trataba como un objeto, y cuando supo que iba a tener una hija quizo que abortara, y cuando le dije que no me amenazó con arruinarme y un montón de cosas. No quizo hacerse cargo de Mocchi hasta que amenacé con joder SU carrera y abrir un proceso legal que claramente iba a exponerlo a los medios y a su familia. No quiero volver a tenerlo frente a mí nunca en mi vida, apostaría mis ojos a que no ha cambiado.
Asiente en silencio. Los ojos de Mocchi se fijan en los suyos y ella sonríe ampliamente antes de continuar sintiendo la textura de sus quemaduras. Se está entreteniendo mucho eso.
—Sí, apostaría lo mismo.
—Hey, ¿qué te parece si vienes a cenar con nosotras? —ofrece, sonriendo ampliamente— Con Ryōsoku, Mocchi y conmigo.
—¿Ah? —murmura, abriendo los ojos con sorpresa.
—Bueno, Mocchan parece quererte, y Ryō y tú se están llevando mejor. Mi mamá no está en casa, así que tenemos un espacio extra en la mesa, y como Kana está enferma no va a cocinar hoy. Entonces, ¿qué dices? ¿Quieres cenar con nosotras?
Sonríe de lado.
—Claro, suena bien.
ESTÁS LEYENDO
The Bad Guy ;; BNHA
Fanfiction❝¿Conoces a la persona de corazón podrido?❞ La historia de una patética muchacha que busca diversión y poder, y además dispuesta a cuidar de su hermano aunque le cueste la vida.