The Bad Guy ;; BNHA

Capítulo 59

Capítulo 59:
❝Una noche de copas entre Double y los chicos malos❞

　　　La noche llega pronto y, luego de cenar, todos los adultos (a excepción de Tomura y Twice) se dirigieron al bar.
　　　Todo empezó tranquilo, muy tranquilo, Kana pidió una bebida suave, muy diluida. Ryōsoku e Ino pidieron los tragos más fuertes que pudieran darles. Los otros pidieron tragos variados: Mr. Compress algo con bebida de cola, Spinner algo muy dulce, Dabi algo con piña, y Hawks, igual que Kana, algo muy suave. Él más que nadie debía cuidar no emborracharse, la Comisión se lo tenía prohibido, además podía interferir en su misión.
　　　Y, sinceramente, nunca se había emborrachado...
　　　Sí, había tomado unos tragos con otros héroes, pero emborrachado al punto de perder la consciencia o el pudor pues no...
　　　—Mira esto, Ryō —llama Dabi, cuando se le sirve otra bebida. Toca el borde y le prende fuego tocándolo con un dedo.
　　　—Wow —gruñe, rodando los ojos—. Cool, sabes usar tu quirk, felicidades.
　　　—No seas amargada, Ryō —regaña Ino, riendo bajito. Toma su bebida en el pequeño vaso y lo levanta enfrente del rostro del villano—. Mira esto.
　　　Lo coloca entre sus labios, apartando sus manos. Echa su cabeza hacia atrás y succiona el líquido, pasándolo por su garganta sin hacer mueca alguna. Aparta el objeto y sonríe ampliamente, limpiando las comisuras de sus labios con el dedo, la marca de su labial negro ha quedado plasmado en los bordes del vaso.
　　　Y Dabi tiene las mejillas rojas como el infierno.
　　　—¿Sabes qué fue eso? —sonríe burlesca, apartándose el cabello del rostro para revelar sus ojos. Sus mejillas están rojas también, pero muy poco.
　　　—¿No...?
　　　—Se llama "blowjob shot".
　　　—Oh... —y una gota de sudor resbala por su mejilla mientras desvía la mirada.
　　　—Hey, Dabi —llama Ryosoku, con un tono de voz suave y pícaro—. Mira esto.
　　　Toma una pajilla tirada en la barra con hielo crea una forma... sugerente. Muy fálica. La acerca a sus labios y pasa su enorme lengua por este, enredando su lengua alrededor y sorbiendo un poco lo que se derrite. Lo introduce totalmente a su boca y lo saca.
　　　Y lo muerde.
　　　Muerde desde la punta hasta la base. Muerde el hielo grueso y duro y lo tritura con sus enormes colmillos.
　　　El color rojo es reemplazado por inmediata palidez.
　　　—Cool, ¿verdad? —gruñe, sujetándose el rostro y frunciendo el ceño, mostrando sus colmillos.
　　　—Sí —afirma, asintiendo con la cabeza repetidas veces.
　　　—Ya déjenlo en paz —ríe Kana, dándole un pequeño golpe a Ryōsoku en el brazo—, creo que ya entendió que no debe meterse contigo ni con tu novia, déjale tranquilo.
　　　—¿Tu novia? —repite Spinner, que tiene solo dos neuronas que se llevan mal entre si— ¿Tienes novia? ¿Quién?
　　　Ryōsoku e Ino intercambian miradas.
　　　—Yo —ríe la de cabello morado—, yo soy su novia.
　　　—¡¿Son lesbianas?! —exclama, abriendo los ojos con sorpresa.
　　　—¿Sí? —masculle la rubia, enarcando una ceja— Lo dije ayer en la playa. Que Ino era mi felicidad y todo eso.
　　　—¡Creí que eran buenas amigas!
　　　—Lo somos, pero también somos novias —confirma Ino, asintiendo con la cabeza.
　　　—¿Desde cuándo?
　　　—Tres años ya.
　　　—¡¿Tres años?!
　　　—¿Por qué es eso sorprendente? —masculle, entrecerrando los ojos.
　　　—No lo sé... Creí que les gustaban los hombres.
　　　—A mí me gustan —asegura, sonriendo con burla—, ¡pero Ryōsoku me gusta más!
　　　—¡Todo este tiempo ustedes también le estuvieron coqueteando a Moto-san! —acusa, señalándolas.
　　　—¿No? —ríe Ryosoku— Es decir, un poco, lo normal. Pero de manera respetuosa, disimulada y decente, no como ustedes.
　　　—¡No es justo! ¡Tienen ventaja! ¡Ya son más altas que ella!
　　　—Dejen de gritar —suspira Kana, arrugando la nariz mientras se sirve otro shot.
　　　Sus bebidas han subido de tono a medida ha avanzado la conversación. Empezó con algo muy diluido en sprite y jugo de naranja, y ahora estaba con shots de vodka que bebía de un solo trago sin mostrar expresión en su rostro.
　　　—Estás muy callada, ¿no? —señala Mr. Compress, sonriendo de lado.
　　　—El alcohol me pone de mal humor —sonríe también, enarcando una ceja.
　　　—Dicen que el alcohol libera tu verdadero ser, al parecer no eres esa dulce mujer con instinto materno arraigado.
　　　—Claro que no lo soy, idiota —ríe, echando su cuerpo hacia atrás y apartándose un cabello del rostro—. Soy una puta villana que ha acabado con cientos de carreras, ¿crees que ha sido sonriendo y preparando comida a esos hijos de puta? Una mierda.
　　　"Que miedo" piensa Hawks, dando un pequeño trago a su cerveza mientras la ve de reojo.
　　　Observa la lata en sus manos sin decir nada. Piensa: no hay forma humana de derrotar a Kana si lo pone de manera objetiva, al menos no mientras esté sola, sin importar que tantos quirks, armas o equipos se usen contra ella, siempre encontrará una forma de huir dejando un caos enorme a su paso, los medios ni siquiera entendían bien su quirk, y los héroes tampoco... él tampoco lo entendía ahora que lo pensaba, no sabía de qué se trataba más allá de borrar otros quirks. Teorizaban que era una roba quirks, como aquel villano que causó pánico en el país por eternas décadas, pero no había forma de confirmar nada...
　　　—Hey, ¿la estás pasando bien, pajarraco? —pregunta, apoyando su cuerpo en Keigo, quien se estremece de inmediato al sentir el repentino contacto ajeno— Tú también estás muy callado.
　　　—Ah, bueno... es que parecen estar divirtiéndose por su cuenta —se excusa, sonriendo y desviando la mirada.
　　　—Sí, pero porque tú no te estás divirtiendo con nosotras —se queja, haciendo un pequeño puchero con la boca—. Vamos, anímate, niño lindo, todo esto ya está pagado así que no te preocupes por el precio —toma su botella de whisky y vierte el brevaje en un vaso, que da al rubio mientras le quita la lata de cerveza—. Toma, ve grande o vete a casa.
　　　—Uhm... yo... a mí no me gusta tanto el alcohol, Moto-san —intenta escapar de la situación. Ya se siente difuso pero dejarse emborrachar no le parece la mejor idea.
　　　—Nee, Hawks.
　　　Mira a Ino, quien tiene su mano extendida y el cabello hacia atrás, dejando ver sus ojos. Sus pupilas en forma de corazón tienen un borde rosa que palpita y brilla mucho.
　　　—¿Quieres ver qué hace mi quirk?
　　　—N-No, no, gracias.
　　　—Entonces toma eso, cobarde. No me obligues obligarte a divertirte.
　　　—Pero-
　　　Extiende su mano un poco más, acercándose peligrosamente a él, quien intenta retroceder.
　　　—Hazlo.
　　　—Ok, ok, ok —accede, tomando el vaso.
　　　—Cool.
　　　Bebe el contenido sintiendo como le quemaba la boca y la garganta. Detestaba el alcohol...
　　　Pero antes de poder quejarse, Kana ya le estaba sirviendo otro vaso.