Capítulo 69

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Capítulo 69:
❝Sobre Kana recordando que no es ni inmortal ni inmune a todo❞

   Esa mañana Kana no despertó para preparar el desayuno o hacer limpieza, lo que ciertamente afligió a Tomura, Eri y Kyoden, a quien no había mencionado pero ha estado ahí siempre, al fondo. Tranquilos fans de Kyoden/Katsuki, en algún momento lo dejaré brillar como merece.
   —Kana, ¿te sientes bien? —Tomura ingresa a la habitación de su hermana.
   —No —se lamenta ella, con el rostro hundido en la almohada—, estoy enferma.
   —¿Enferma? —repite Eri, asomando un poco por la puerta. Por encima de ella asoma también Kyoden.
   —Voy a estar bien —asegura, y sorbe sus mocos—, solo tengo que descansar. No se preocupen por mí. Es más, no se acerquen, se van a enfermar también y luego voy a tener que cuidarlos a los tres.
   —¿Y quién cuidará de ti? —reclama Tomura, tomando su temperatura con el dorso de su mano. Arde en fiebre.
   —Es un resfriado, no voy a morir de esto.
   —Kana... —suspira.
   —Tengo pastillas para la gripe en algún lugar de mi escritorio, pásamelas y luego salgan de acá —indica, sabiendo que no van a dejarla en paz.
   Su hermano hace como le pide. Eri mientras tanto está pensando en como nunca había entrado en la habitación de Kana, era un lugar oscuro, con paredes totalmente blancas, sin mancha ni decoración alguna, su escritorio no tenía nada más que dos enormes pilas de gruesos libros cuya pasta no podía leer, una lampara y una laptop, una estantería alta con más y más libros, un ropero y su cama. Todo muy ordenado, muy limpio, diferente al cuarto de su tío Tomura y al suyo.
   El muchacho da la pastilla a la enferma mujer, quien lo coloca en su boca y la traga sin agua.
   —Listo, ya estaré bien —asegura de mala gana, escondiendo el rostro en su almohada—. Sigan su día sin mí y no se preocupen más.
   —Vendré a verte más tarde —avisa, apartándole un mechón de cabello—. Descansa.
   —Eso haré, gracias.
   Los ojos de Eri se fijan en un libro tirado debajo del escritorio de Kana. Ingresa sigilosamente aprovechando que su mamá tiene el rostro en contra de la almohada y lo toma entre sus manitos antes de salir corriendo de ahí a la cocina, Kyoden la observa en silencio, pero Tomura no se ha dado cuenta. Para finalizar él cubre a su hermana con la sábana y sale de la habitación.
   —Tengo esto —habla Eri bajito, sosteniendo el libro entre sus manos y mostrándolo a su tío Tomura.
   —¿Qué es? —masculle, rascándose el cuello con una mano y tomando el libro con la otra.
   —No lo sé —admite—, pero estaba en el suelo.
   Frunce los labios y lo abre en la primera página.
   "Familia Shigaraki" dice en una letra bonita y prolija, dorada y llamativa. A continuación están los nombres escritos en fila: Shigaraki Chikara, Shigaraki Naoko, y Shigaraki Kana escrito sobre un nombre tachado.
   Pasa la página, son fotografías. Empiezan con fotos de su Maestro cuando "joven" al lado de una mujer demasiado parecida a Kana, lo que las diferenciaba es que la mujer, presuntamente Naoko, tenía el cabello más claro y era más baja que Chikara, además en lugar de una marca atravesando por el puente de su nariz de mejilla a mejilla tenía una desde el centro de la barbilla hasta la mitad de la frente. Lucían felices, en la primera foto estaban lado a lado, en otra estaban sentados en una mesa comiendo, en otra andaban por quién sabe dónde viendo quién sabe qué paisajes que no se diferencian bien por la calidad de la cámara.
   Habían dos o tres páginas más de ellos juntos, cinco o seis fotografías dedicada a lo que parecía ser su boda. En la cuarta página había una prueba de embarazo que daba positivo, y las siguientes fotografías después de esas retrataban el embarazo de la mujer y como su vientre iba creciendo poco a poco.
   Luego estaba la foto de un bebé con una marca en su rostro, era fácil deducir que ese bebé era Kana. Las siguientes eran fotos de su maestro y Kana de pequeña, tenía el cabello muy corto y usaba trajes graciosos, como de marinero, algunas fotos eran su padre con ella, otras eran su madre con ella. Lucían felices.
   La mujer dejó de aparecer en las fotografías cuando a Kana empezó a crecerle el cabello. Pronto las fotografías de una familia feliz se volvieron fotografías de su maestro y su hermana, lucían serios en varias fotografías, posando lado a lado como si solo quisieran documentar el crecimiento de Kana, quien con cada foto estaba más alta. Las siguientes páginas ya ni siquiera eran de ellos dos juntos, era ella saliendo de combates, se le veía cubierta en sangre y con varios huesos claramente rotos, con el rostro casi irreconocible por lo inflamado que lucía y el cuerpo sucio; era ella curándose a si misma solo con vendas y algo que adivinaba era alcohol; era ella descansando en un laboratorio rodeada de tubos y con agujas en los brazos y el torso; era ella con la mano encima de personas desconocidas, quienes claramente sufrían; era ella acostada en una camilla siendo abierta por un bisturí, ni siquiera parecía inconsciente, tenía la mirada catatónica hacia el techo, en una incluso miraba la cámara.
   Frunció los labios y sin darse cuenta se estaba rascando con más fuerza, lastimándose un poco.
   —¿Estás bien? —murmura Eri.
   —Quizás no debas ver esto —masculle, despeinándole el cabello con cariño—. Tu mamá me mataría si te expongo a esto.
   —¿Qué es?
   —Contenido no apto para ti.
   —Ah —se lamenta, haciendo un pequeño puchero
   —Creeme, luego me agradecerás. Ve al comedor y comamos algo antes que empiecen tus clases. Sírvele algo, Kyoden.
   —¡Sí! —exclama la chiquilla y corre a la mesa. Kyoden solo se retira en silencio a la cocina.
   Tomura pasa la página. Por fin encuentra una fotografía suya, está él solo, de pie en lo que solía ser su habitación mientras vivía con su maestro, viendo al piso. ¿Quién tomaba esas fotografías?
   En las siguientes fotos aparece Kana con él, ella sonríe mucho en cada foto, diferente a las anteriores donde siempre tiene un rostro serio e indiferente. Hay diferentes fotos de ellos, pero no recuerda quién las tomó ni cuándo, en la mayoría están su habitación, leyendo, jugando, hay varias fotografías de Kana jugando en sus consolas, lo que le extraña pues ella no es buena en los videojuegos. Finalmente empiezan a haber fotografías de ellos en su apartamento, son selfies que Kana había tomado y luego impreso para agregar al álbum.
   Sonríe de lado ante esto.
   Suspira y por fin cierra el álbum, abre la puerta de la habitación de la reina, quien ronca profundamente. Deja el libro sobre el escritorio, besa la frente de su hermana y sale al comedor.

。。。

en este libro todos son buenos eh. Todos grises. Villanos TOTALMENTE malos?? no, no, no, aquí no hacemos eso.

The Bad Guy ;; BNHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora