Capítulo 43:
❝Un plan❞Mientras Tomura y Eri comían sentados en el sofá, con un plato entre las piernas, las dos enormes mujeres entablaban una conversación con Kana, quien lucía bastante animada mientras reía y cerraba los ojos, sosteniéndose el rostro con las manos y apoyando el codo en borde del sofá.
Tomura se reclamaba a sí mismo una y otra vez, deseando no haberlas aceptado en su Liga. Estaba considerando seriamente desintegrarlas, pero insistía en que le daban cierto miedo. Si tocaba a Ryōsoku, Ino iba a tocarlo y estaría fuera de combate. Si atacaba a Ino, Ryōsoku iba a tocarlo y derrrtirlo o congelarlo, o morderle el brazo para arrancárselo. Seguramente podían hacerle mucho daño antes que Kana fuera capaz de defenderlo...
—Hey, ¿quién mierda te crees para dejarme plantado? —Dabi interrumpe la guarida, golpeando la puerta para abrirla— Te estuve esperando una hora entera, mujer, ¿dónde has estado?
—Oh, cierto, perdona —murmura, abriendo sus ojos con sorpresa—. Lo olvidé, estaba recibiendo a las nuevas reclutas. Ellas son Ryōsoku e Ikeda Ino. Ryō-chan, Ino-chan, él es Dabi.
Sus ojos turquesa se fijan en las mujeres. Gigantes, de fuertes brazos descubiertos y enormes pechos a los que se ciñen bien sus prendas. Refleja su sorpresa sin querer, pues su presencia lo ha desconcertado...
—Un gusto —logra decir, asintiendo con la cabeza—. Bienvenidas, espero que el idiota de Shigaraki no las haya asustado todavía, el resto somos, hasta donde cabe, bastante normales... Más que él.
—¿Quieres entrenar todavía? Podemos ir ahora.
—No, no, no, no quisiera interrumpir tu reunión —se acerca a ellas y se sienta en el reposabrazos, justo al lado de Kana. Tomura gruñe, sin intenciones de ocultar su desagrado por la cercanía del sujeto con su hermana—. Entonces, ¿cuál es su historia?
—Somos chicas fáciles que quiren una vida fácil —sonríe Ino, arrugando la nariz.
—Chicas fáciles, eh.
Ryōsoku ríe y se sostiene los labios para mostrar sus colmillos e inmensa boca.
—Fáciles de molestar. Así que si no quieres que-
Con el instinto de hermano mayor a flor de piel, Tomura suelta su plato unos momentos para cubrir las orejas de Eri tal como Kana solía hacer con él cuando el maestro se ponía a gritar por teléfono.
Kana le cubre las orejas a Tomura como la buena y responsable hermana mayor que es.
El rostro de Dabi palidece varios tonos luego de oír tal amenaza, incapaz de articular una sola palabra sin antes pensar en él sufriendo tal tortura.
Ryōsoku e Ino ríen bajito, divertidas. Les gusta causar esas reacciones como primeras impresiones.
—¡Buenas noches, equipo!
El héroe alado de plumas rojas y cabello rubio cenizo ingresa a la guarida sin permiso alguno. Se fija en la escena de inmediato: Dabi aterrorizado, dos chicas gigantescas riendo, Kana cubriendo las orejas de Tomura, Tomura cubriendo las orejas de Eri, y la chiquilla luciendo desconcertada mientras come fideos chinos.
—¿Vengo en mal momento? —inquiere, entrecerrando los ojos.
—Vienes en el mejor momento —asegura Kana, soltando a su hermano, él suelta a la chiquilla—. Takami-kun, ellas son Ryōsoku e Ikeda Ino. Chicas, él es Hawks.
—Nee, Ino-chan, ¿te he dicho ya cuanto me gusta comer pollo? —habla Ryōsoku, levantándose de su asiento y llegando al héroe rápidamente. Él se siente abrumado por la diferencia de altura, su rostro le llega a la parte alta del abdomen, y los pechos de la mujer miden lo mismo que su cabeza. Su mirada es intensa, su sonrisa aterradora—. Eres un chico lindo, ¿sabes? Eres un héroe, ¿cierto? ¿Podría morderte un poco? Lo haré suave, lo juro.
Eri se abraza a Tomura, aterrada por la mujer rubia. Él la deja abrazarse sin dejar de comer sus fideos. Ojalá se lo coma.
—Hey, hey, hey, guardemos esas cosas —interviene Kana, usando su cuerpo para guardar distancia entre sus dos aliados—. Entenderás que no puedo permitirte hacerle daño, ¡es un miembro importante como ustedes dos! ¡Como el resto de la Liga! Así que, por favor, vamos todos a llevarnos bien y no comernos a nadie.
Los ojos de Ryōsoku permanecen fijos en los de Hawks, quien frunce el ceño y aprieta los labios. No le tiene tanto miedo como a Double, pero algo le dice que es alguien a quien respetar y de quien se debe guardar distancia.
—Lo siento —habla por fin la mujer, sonriendo mostrando sus colmillos—. Me dejé llevar, suelo hacerlo cuando veo chicos lindos, ¡me dan ganas de comerlos a besos! —arruga la nariz y ríe— Lo que sea, es tarde ya —irgue su espalda y se gira hacia su compañera, quien los observa en silencio y con una sonrisa—, ¿nos vamos ya, Ino-chan? Tengo hambre.
—Sí, vámonos —ríe bajito, poniéndose de pie. Se ajusta el escote del vestido y aplasta un poco el cabello de Dabi, arrugando su nariz. Se levanta el cabello de rostro y le guiña un ojo—. Cuídate, chico malo —se acerca a su compañera y le sujeta el brazo, aplasta también el cabello de Keigo—, hasta la próxima pajarraco.
—Gracias por la oportunidad que nos han dado, Liga de Villanos. ¡Vamos a esforzarnos!
—¡Plus Ultra!
Y ambas se retiran de la guarida. Kana corre a tocar otra vez a Keigo y Dabi, esperando que Ino no haya colocado su quirk en ellos. No le molestaría en otra situación, pero no iba a exponer a Eri a un escena erótica para que claramente no está preparada.
—¿Estás bien? —le pregunta a la niña, cargándola entre brazos. Asiente.
—Ella daba miedo...
—Sí, ¿verdad? Ven, vamos a lavarnos los dientes y luego a dormir. Gracias por cuidarla, Tomura —le sonríe y despeina su cabello—. Takami-kun, gracias por llegar, por favor dame unos momentos para atenderte.
—Está bien, te esperaré aquí.
Madre e hija se retiran. Dabi espera a oír la puerta del baño cerrarse antes de golpear la parte posterior de la cabeza de Tomura. Este chasquea la lengua y le da un golpe en el brazo, empujándolo suavemente.
—Eres un imbécil calenturiento metiendo esas dos en el grupo solo porque están buenas —regaña, con su instinto de hermano mayor rebalsando de cada cicatriz—. ¡Están más locas que Toga! Debiste conseguir mujeres como Magne: feas pero de buen corazón y buenas intenciones. Además, ¿eres idiota? Esas dos podrían matar a cualquier de la Liga aplastando nuestras cabezas, y no con sus manos, ¡con sus muslos! ¡Con sus pechos!
Keigo guarda silencio unos momentos pensando en tal escena. Él era el más pequeño de todo el grupo justo después de Toga, definitivamente era el que podía ser aplastado más fácilmente. Asfixiado.
—Bueno... lo dices como si fuera algo malo.。。。
a veR, en el libro anterior hablamos de puros hombres, pero colocar a Kana entre un montón de hombres otra vez me parecía terriblemente aburrido.
Imagenes de las dos gigantes como referencia:
Ryousoku, mide 257cm y pesa 361 libras... y en aumento.
Ino, mide 203cm y pesa 227 libras.
Y ya, gracias por su atención prestada.
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The Bad Guy ;; BNHA
Fanfiction❝¿Conoces a la persona de corazón podrido?❞ La historia de una patética muchacha que busca diversión y poder, y además dispuesta a cuidar de su hermano aunque le cueste la vida.