Capítulo 72

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Capítulo 72:
❝Que se lleva acabo con Dabi encerrado en el baño y dos lesbianas intentando demostrar que son buenas madres❞

   Enji entra al apartamento sin sacarse la gabardina. Examina el lugar con los ojos, sintiendo la fulminante mirada de Ryōsoku justo sobre su nuca, es sumanente fría. De inmediato divisa a la chiquilla de cabello rosa en el comedor, sentada sola terminando lo que parece ser su cena. Ella apenas ha parecido inmutarse por su presencia.
   —¿Es ella?
   Ino suspira y asiente.
   Se acerca a Mocchi y le toca el hombro para llamar su atención.
   —Voy a presentarte a alguien especial —habla, interpretando a la vez con sus manos—. Se llama Enji y quiere conocerte, así que dale una buena impresión.
   Asiente, y su madre la carga. La coloca delante de Endeavor, quien la observa fijamente.
   "Hola, me llamo Ikeda Mocchi" se presenta con las manos. Ino sonríe de lado pues le causa gracia la forma en la que debe presentarse su hija. Literalmente usa las señas de "pastel de arroz de arroz con cáscara". Su niña continúa: "tengo seis años y me gusta colorear".
   —¿Le pusiste nombre de una comida?
   —A ver, no vengas a cuestionar cómo nombro a mi hija —reclama, frunciendo el ceño—. Además, es gracioso.
   —Si solo venías para eso vete ya —gruñe Ryōsoku justo a sus espaldas.
   Suspira y se fija en la chiquilla una vez más, quien no ha dejado de verlo esperando una respuesta.
   —Me llamo Todoroki Enji —se presenta, interpretando con sus manos. ¿Todos los héroes saben lenguaje de señas? Debe ser un requisito, como los personajitos de Disney en los parques—. Y soy tu p-
   Ryōsoku le sujeta las manos antes que pueda seguir interpretando.
   —Un amigo de la familia —termina ella de mal humor, pero ofreciendo una dulce mirada a la niña—. Le daré una ducha a Mocchan y la pondré a dormir —anuncia, ofreciendo sus brazos, rápidamente repite el gesto pidiendo ser cargada—. Ustedes resuelvan lo que tengan que resolver.
   —Gracias —murmura Ino.
   Y ambas se retiran de la sala...
   —¿Qué quieres?
   —Me di cuenta que he cometido un montón de errores a lo largo de mi vida, sé que no puedo enmendar la mayoría de ellos, pero puedo empezar a actuar para no causar más calamidades. Hice mal al dejarte toda la responsabilidad de NUESTRA hija, y quiero empezar a hacerme cargo de ella, no solo de manera económica.
   Ino sonríe ampliamente y entrecierra los ojos.
   —Sueñas, Enji. Mi hija no te necesita, me tiene a mí y con eso basta y sobra.
   —¿Qué hay de su sordera? —señala— ¿No la has tratado? ¿No piensas tratarla? ¿Aparatos?
   —Tiene una operación programada para dentro de dos semanas.
   —Deja que la pague.
   —Ya está pagada. No tienes nada que hacer aquí.
   —Algo debo poder hacer.
   Hace un pequeño puchero con los labios. No piensa vender el cariño de su hija, pero Dabi tenía razón en algo: el cuidado después de la operación de Mocchi era caro. La operación de Mocchi era cara también, aún le faltaba la mitad del dinero, había dicho que lo conseguiría en dos semanas siendo optimista, pero la verdad es que si le iba mal podía tomarle hasta dos meses más... y todavía iba a tener que pagar los cuidados y las medicinas y las terapias. Y pronto empezarían las clases...
   —Bueno, quizás sí necesito dinero —admite finalmente.
   —Te daré el que necesites con una condición. No solo el que necesites, el que quieras.
   —¿Qué quieres?
   —Ella... Mocchi debe llevar mi apellido.
   Frunce los labios. Quiere argumentar de manera infantil que va a perder la gracia de su nombre, dejaría de ser "pastel de arroz de arroz con cáscara", y el juego de palabras era la única razón por la que la había nombrado de esa forma... aparte de que realmente lucía como un mochi.
   —De acuerdo, Enji. Pero tengo otra condición.
   —Dime.
   —Si quieres darle tu apellido entonces reconócela como tu hija legítima: preséntala al mundo como presentaste a tus hijos. Preséntala como hermana del resto de los Todoroki, muéstrala a tus hijos y preséntame a mí también como su madre. Eso es todo. Quieres hacer las cosas, hazlas bien. Crece un par de huevos y-
   —Lo haré.
   —¿Ah?
   Oh, bien, le salió el tiro por la culata.
   —Esta idiota —suspira Ryōsoku en el baño, con su oreja pegada en la pared.
   —¿Qué hizo? —murmura Dabi, enjuagando el cabello de Mocchi.
   —Le dijo que las presentara a su familia y ante la prensa y el mundo.
   —¿Y qué dijo? —le cubre los ojos con la mano y con el pequeño contenedor echa agua sobre su cabeza, limpiando la espuma.
   —Que va a hacerlo.
   —Eso es malo. Va a matar a mamá saberlo, y los chicos no van a perdonarlo —Mocchi aprieta su patito de hule y este manda un chorro de agua al rostro de Dabi, quien cierra los ojos y frunce los labios. Su hermanita ríe.
   Ino niega con la cabeza repetidas veces.
   —No vas a hacerlo —masculle incrédula—. Mentiroso, quieres que me eche para atrás, pero mi palabra es firme y-
   Endeavor saca un papel y un bolígrafo de su bolsillo, escribe algo y lo da a Ino.
   —Esa es mi dirección. Puedo mandar a traerte mañana en la noche para que cenes con nosotros.
   —Tengo trabajo mañana.
   —Luego de esto voy a darte el doble de lo que ganas bailando y no tendrás que volver a ese lugar.
   Frunce los labios e intercambia miradas entre el papel y el héroe.
   —¿A qué hora?
   —A las 18:00 mandaré a mi chofer por las dos. Anoté también el número de la placa y mi celular. No tienes excusa para no ir mañana.
   Asiente, derrotada.
   —¿Eso era todo?
   —Eso creo.
   —Genial, ahora por favor vete.
   Y sin decir más hace como le dice. Ryōsoku y Dabi salen del baño, el varón carga a Mocchi entre brazos, su cuerpecito es cubierto por un pijama de oso que la hace ver adorable.
   —¿Y?
   —Ryō, vamos a ser millonarias —avisa, poniéndose de pie de un salto y agitando el papelito sobre sus manos—. Ya no voy a tener que bailar para mantener este apartamento y además le va a pagar la operación a Mocchi, es decir que podemos usar ese dinero para pagarle un buen colegio, ¡o invertirlo para pagar su Academia! ¡Su universidad! Oh, Dios, Enji será como mi sugar daddy, ¡no voy a tener que volver a mover un dedo en toda mi maldita vida! O al menos hasta que Mocchan cumpla los veinte... Bueno, voy a perder el chiste de "pastel de arroz de arroz con cáscara" pero de todas formas era un chiste estúpido, Mocchan me lo agradecerá cuando entre a secundaria...
   —¿Cuánto te dará mi viejo para que estés tan convencida de algo así? —murmura Dabi, frunciendo el ceño.
   —Tú haz cálculos, niño: lo que gano ahora me sirve para mantener a mi hija, pagarle clases especiales, mantener a mi mamá y comprarle sus medicinas, comprarme mis cosas, mantener este apartamento y alimentar cuatro bocas, papi Enji me va a dar EL DOBLE de todo eso. ¡El doble! ¡Es un montón de dinero!
   —Suena demasiado bueno, ¿no te parece?
   —Sí... pero ya he pasado demasiada mierda en toda mi vida, déjame disfrutar esto unos momentos.

。。。

yo opino que el término perfecto para Enji no es "sugar daddy" sino "fire daddy" ,, ahí lo dejo.

The Bad Guy ;; BNHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora