Lucia.
El molesto sonido del celular, ya bastante conocido, vuelve a repetir la misma historia; donde el tono de llamada es el malvado villano encargado de interrumpir mi sueño.
Dejando a un lado a la melodía, lo siguiente que siento es el dolor en mi cuello, duele por la posición en la que estoy acostada, y es que ni siquiera me encuentro en la cama, sigo en el sofá, utilizando los muslos de Ethan como una especie de almohada.
Resoplo, recobrando por completo la conciencia sobre lo que hemos pasado. No recuerdo haber terminado de ver la película, seguramente, me quedé dormida en algún momento, al igual que el grandote. No necesito ni verlo para saber que está profundamente dormido.
Con toda la pereza acumulada, me muevo para alcanzar mi teléfono y descolgar la llamada, sin ver quién es siquiera, contesto.
—¿Hola?
—Hola, Lu —la voz de César es extremadamente familiar como para no reconocerla—. Perdona si te desperté, es que necesitaba hablar con alguien.
—Sabes que puedes llamar a la hora que quieras.
Acabo levantándome del sillón con mucho dolor muscular, pues no es nada cómodo para dormir. Ethan, en cambio, parece estar soñando sobre una nube, su cuello descansa en el respaldar del mueble, sus ojitos están completamente cerrados.
Acaricio su cabello, en un intento tonto por cuidar su sueño de alguna manera. Por la misma razón, busco la cobija con la que él mismo me arropó hace un rato para cubrirlo.
—¿Por qué susurras?
—Eh, bueno, yo...
No me siento lista para que mis amigos se enteren de esto, no lo estaba con Liam, pero las circunstancias me obligaron a hacerlo. Con C, la cosas son mucho más difíciles, entre nosotros nunca hay secretos, por eso me siento tan culpable de mantener este en privado
—Mejor, cuéntame la razón por la que estás alterado.
—Lucifer —utiliza un tono más grave mientras me escapo hacia la cocina, no quiero arriesgarme a perturbar el sueño de Ethan—. ¿Estás haciendo algo de lo que no estoy enterado? ¿Es eso por lo cual has estado tan rara últimamente?
No quiero mentirle.
Sin embargo, tampoco quiero decirle la verdad. No estoy lista.
—Es que... —mi lengua se traba, a tal punto que la razón de mi nerviosismo es tan obvia, sería tonto de mi parte negarlo—. Te lo diré, ¿Vale? En otro momento, ahora mismo están pasando un montón de cosas. Además, esta llamada no se trata de mí. Tú, César García, cuéntame qué te sucede y a quién tengo que matar de ser el caso.
—¿Te estás follando a alguien, no es así? —volteo los ojos, definitivamente le ha valido madres todo lo que le he dicho—. ¡Joder, estás follándote a alguien!
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El Único Eclipse (HDP #1)
RomanceLa vida de Lucia Fernández no ha sido fácil; desde que nació, estuvo llena de desatenciones, de personas pasajeras entrando y saliendo de su entorno cercano, y de un Daniel Beckett que no se ha detenido con sus constantes insinuaciones y abusos haci...