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Veía como unos chicos molestaban a uno, parecía más flaco y bajo, muy indefenso.

- ¡hey! - les hablé pero siguieron molestandolo. - ¡idiotas! - pararon y me voltearon a ver, dos de los tres se acercaron a mí mientras que el tercero sostenía al chico algo ensangrentado para que no huyera.
- ¿qué quieres?
- quiero que lo dejen en paz.
- ¿y tú crees que te haremos caso? ¿Tú quién eres para decirnos qué hacer?
- soy hija del alguacil y mi tío también es policía.
- ¿y crees que el alguacil me hará algo? Soy menor aún.
- sabes que eso no importa aquí, fácilmente puedo decir que me lastimaron.
- ¿qué? No te atreverías.
- ¿en serio? - rompí una parte de mi blusa y mi falda y me aventé al suelo. - ¡auch! ¡me duele! - comencé a gritar y a "llorar".
- ______, ¿qué pasó? - preguntó una maestra acercándose.
- comenzaron a molestarme y me empujaron.
- ¿qué les he dicho de molestar a los demás?
- pero maestra... - levantó la mirada y vio al otro chico.
- ¿también a él? Miren cómo lo dejaron, están en serios problemas, vamos, a la oficina del director.
- me las pagarás. - me amenazó.
- quiero ver que lo intentes. - los tres se fueron detrás de la maestra y me acerqué al chico. - ¿estás bien? - asintió. - ¿cómo te llamas? - no respondió. - parece que eres tímido. - asintió. - me llamo ______ Grimes ¿y tú?
- Glenn Rhee.
- mucho gusto, Glenn, deberíamos ir a la enfermería para que te limpien la sangre y te pongan curitas. - asintió. - no te había visto antes, ¿eres nuevo? - asintió. - ¿de dónde eres?
- Míchigan.
- ¿Michigan? Creí que venías de Corea o China.
- también, vengo de Corea del Sur.
- genial. - dije y sonrió. - dicen que ese país es muy bonito, nada comparado a Corea del Norte, dicen que es horrible vivir ahí.
- según mis abuelos.. lo es, huyeron a tiempo al sur. - sonreí.
- me alegro. - llegamos a la enfermería.
- ¿otra vez peleandote con los de 9⁰?
- sabe que lo hago por una buena causa.
- lo sé, veamos, siéntate aquí. - le dijo a Glenn, se sentó y comenzó a limpiar el labio partido, la sangre y las heridas que dejaron los bravucones. - ¿ahora qué excusa darás para ese uniforme roto?
- ¿me caí encima de una piedra filosas?
- ¿por qué no les dices la verdad? No es nada malo lo que haces, al menos tu papá no te regañará, eres igual a él.
- lo pero mamá me dirá que no debo pelear con "hombres". - rió cuando hice las comillas con los dedos.
- casi no se notan, estarán bien, ¿tus padres son estrictos? - negó. - entonces no tendrás problemas. - Glenn sonrió. - disfruten el resto del receso.
- gracias, Srta. Holland. - dije saliendo junto a Glenn pero justo en ese momento la campana que daba por terminado el receso comenzó a sonar. - ¿en qué salón estás?
- 7⁰A ¿y tú?
- 7⁰B, nos vemos luego. - asintió.
- ______.. - me habló antes de irme. - muchas gracias.
- no es nada. - dije y me fui a mi salón.

[...]

- yo digo que no integremos al chino este.
- soy coreano.
- lo que sea.
- si Glenn no va, yo tampoco iré. - dije.
- enana..
- no iré sin ti.
- ¿son novios? - preguntó Selena.
- no, es mi mejor amigo.
- ¿somos mejores amigos? - asentí. - es la primera vez que lo dices.
- sí... porque es la verdad, eres mi mejor amigo.
- y tú mi mejor amiga. - sonreí y lo abracé.
- yo digo que se gustan.
- cállate Quentin. - dijimos al unísono y noté los celos de Beck.

Grimes & Dixon [Daryl y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora