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A la mañana los cuatro salimos de la casa con todas nuestras cosas y nos dirigimos a la estación de policía.

- bien.. aquí hay suficientes armas... - abrió la armería, tomó una bolsa y comenzó a llenarla con pistolas, escopetas y rifles, también le dio a Morgan.
- yo ya tengo la mía. - dije enseñandosela, asintió y prosiguió a revisar el resto del lugar y fueron a las regaderas.
- necesitamos un buen baño, hay agua caliente todavía. - dijo tocando el agua.
- yo me bañé ayer, yo cuido las cosas y que no venga ningún caminante.
- ¿segura? - asentí.
- ¿tres hombres y una mujer? Prefiero no bañarme.
- está bien, con tal de que no te sientas incómoda. - besó mi frente y se metieron.

Después de un rato salieron ya bañados.

- ¿segura que no quieres bañarte? Te podemos esperar aquí afuera. - me dijo Duane y le dudé.
- gracias. - entré al baño, me desvestí y me bañé.

Me vestí y salí de las regaderas mientras me hacía una coleta.

- listo, vámonos. - salimos de la estación.
- iremos al refugio en la ciudad para checar si nuestra familia está allí.
- mucha suerte. - lo abracé y abracé a Duane.
- igualmente.
- me estaré comunicando con ustedes por medio de esta radio, ¿si?
- está bien.
- bien... hay que irnos.
- cuídense mucho. - me subí al auto con papá y nos fuimos. - me preocupan.
- ¿quiénes?
- todos, Morgan y Duane... en especial Duane, también mamá, Carl y Shane, no sabemos si siguen en el campamento donde me dijo que estaban, mis abuelos... mi tío Jeff... todos... hasta Beck.
- ¿te peleaste con él? - asentí.
- él quería que fuera con él y su familia a Carolina del Sur, yo le dije que no pero él siguió insistiendo... yo no cambié mi parecer, mi familia es más importante que un viaje con su familia... me alegro de no haber ido, puede que siga enojada con él pero obviamente me preocupa, quiero saber si sigue vivo o no y no tengo manera de saberlo.
- ay princesa... - suspiré.
- tal vez ya me da por muerta o quizás él esté muerto. - dije mientras se quebraba mi voz y sequé las lágrimas que estaban a punto de escapar. - y me puse a pensar, diría que también estoy preocupada por Harley, por Selena, por Quentin, por muchas personas pero él me alejó de todos ellos y... me di cuenta que mi relación con Beck era demasiado tóxica.
- al menos jamás te llegó a golpear.
- por suerte no. - mentí.
- comoquiera tengo una razón para golpearlo si lo veo vivo. - reí y sonrió. - creo que tu mamá y yo te dijimos cosas sobre él.
- si, lo recuerdo.
- ¿y al final qué pasó? - bufé. - ______...
- tenían razón. - susurré.
- ¿qué? No te escuché.
- que tenían razón.
- si, lo sé. - reí. - esa era la sonrisa que buscaba ver. - me recargué en su hombro.- mierda... se terminó la gasolina.
- el lado bueno es que no tenemos ni 2 minutos de haber pasado una gasolinera.- volteé hacia atrás. - desde aquí la veo.
- vamos. - ambos bajamos del auto y lo seguí hasta la gasolinera.
- no hay gasolina, genial. - dije y él comenzó a revisar los autos, a ver si alguno tenía gasolina aún. - ¿cómo sacas la gasolina con ese tubo para llenar ese bote?
- succiono en el tubo, cuando suba suelto el tubo y lo dejo en el bote.
- iugh...
- ¿quieres intentar? - negué.
- estoy tan estupida que ni me dé cuenta que succione de más y me tragué la gasolina.
- no eres estupida.
- cuando volví a King County volqué mi auto por estar tratando de llamar a mamá o a Shane, estando sola en la carretera.
- bueno.... un poco. - dijo. - pero no mucho, eres muy lista e inteligente como Lori y muy astuta y ágil como yo.
- diselo a Carl. - dije mientras revisaba autos, encontré más agua, medicamentos y mapas. - él piensa que no sirve para nada, mamá y yo íbamos a la escuela por él y su maestra nos decía que era el más inteligente de su clase y en educación era algo ágil, sabe moverse rápido. - solo me miró. - las discusiones entre mamá y tú lo tenían así.
- tu mamá... era la que empezaba las discusiones.
- lo sé, ¿conseguiste gasolina? - negó. - tendremos que seguir a pie, ¿verdad? - asintió.
- vamos por las cosas al auto. - lo seguí al auto, tomó la bolsa con las armas y yo tomé mi mochila y la foto que tenía papá de la familia.

Cuando salí del auto lo seguí, él sabe a dónde se dirige.

[...]

Después de dos horas o un poco más llegamos a una granja, papá se fijó por la ventana de la casa y yo me acerqué a ver un caballo.

- ¿algún sobreviviente? - negó e hice una mueca triste. - ¿crees que podamos ir a la ciudad en caballo?
- ¿sabes cabalgar? - negué. - tienes suerte que yo si. - sacó una manzana y se la dio al caballo.

Subimos al caballo, abracé a papá y comenzó a cabalgar hacia la ciudad. Así tardamos menos en llegar a la ciudad.

La pizzería donde trabajaba estaba a un lado nuestro y vi el cuerpo de Erica en la calle, era un caminante ahora, mis ojos se cristalizaron.

- ¿esa es...? - asentí.
- es Erica.
- lo lamento tanto, linda. - me sequé las lágrimas con el hombro y seguí viendo hacia delante.
- ¿cuánto más crees que falte para llegar al refugio? - le pregunté susurrando mientras giraba la esquina.
- creo que mucho. - el caballo al ver la gran horda de caminantes se asustó que hasta nos tumbó. - corre... - se metió debajo de un tanque. - ¡_____! - maté a los caminantes cerca del tanque y lo escalé para meterme por arriba mientras papá se metía por debajo.
- listo... - dije tratando de recuperar el aire.
- tápate los oídos. - me los tapé y mató a un caminante con un disparo. - listo... - me acosté.
- hey, idiotas... - ambos miramos la radio del tanque. - si, ustedes los del tanque, ¿están cómodos? - esa voz se me hacía muy conocida.

¿Será la voz de nuestra salvación o sólo se burlará de nosotros por sentenciar sentenciarnos a muerte al meternos a un tanque? No lo sé.

Grimes & Dixon [Daryl y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora